Debates entre estudiantes para aprender a hablar en público

Los debates son cada vez más frecuentes entre universitarios y alumnos de Bachillerato, que deben aprender a hablar en público, argumentar y tener capacidad crítica
Por Azucena García 18 de noviembre de 2012
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Imagen: Eduardo Arcos

Los debates de estudiantes son habituales en universidades de reconocido prestigio, como Oxford y Harvard, pero también cada vez más en nuestro país. Se consideran eficaces para aprender a hablar en público, razonar y argumentar, así como para desarrollar la capacidad crítica y reflexiva de los alumnos. Sobre todo, son frecuentes entre los universitarios, aunque ya se han iniciado entre estudiantes de Bachillerato. En este artículo se detallan las habilidades requeridas para participar en los debates, que han dado lugar a la creación de clubes de debate y talleres de oratoria, así como a diversos torneos de debates.

Debates: habilidades requeridas

Debatir es intercambiar opiniones, exponer los argumentos, las ideas u opiniones que se tienen acerca de un tema y defenderlas frente a quienes opinan justo lo contrario. Para ello, se requieren una serie de habilidades, que son las que se piden a los alumnos que participan en los torneos de debates. Estos son cada vez más habituales en nuestro país, ¿pero qué se necesita para participar?

Participar en un debate exige dominar ciertas habilidades que serán útiles a los estudiantes en la universidad y en el mundo laboral

Ante todo, tomar parte en un debate requiere aprender a hablar en público, algo muy útil para los universitarios como estudiantes y futuros trabajadores, que deberán afrontar diferentes situaciones que precisarán saber expresarse. Pero además, en los debates se pretende que los estudiantes adquieran capacidad crítica para profundizar en un tema y sacar sus propias ideas.

Otro aspecto importante es el trabajo en equipo, la coordinación con el resto de compañeros que forman el grupo de debate. Y es que no solo todos han de defender la misma postura, sino que, además, han de tener las ideas claras para ayudar al resto de los miembros, en caso de que alguno lo necesite. Todos los participantes deben mantener una posición clara.

Para ello, se requiere argumentar posturas, no solo destacar las opiniones, sino justificarlas. Apoyarse en estudios, investigaciones, informes y otros documentos que sirvan para respaldar las tesis expuestas en el debate. Este es el objetivo del primer Torneo de Debate Escolar de Aragón, organizado por el Gobierno de la región y la Universidad de Zaragoza. La actividad se llevará a cabo durante el primer trimestre de este curso y persigue «mejorar la capacidad argumentativa y la expresión oral de los estudiantes», además de aprender a escuchar. En este caso, no se ha pensado en los universitarios, sino que se ha animado a los alumnos de Bachillerato a tomar parte en esta actividad, cuya fase final tendrá lugar en el hemiciclo de las Cortés de Aragón. Las convocatorias se llevarán a cabo en la Facultad de Derecho, que concederá bonificaciones en las matrículas de inscripción a los alumnos que inicien estudios de Grado en Derecho.

Aprender a hablar en público: clubes de debate y talleres de oratoria

Debatir no es siempre una capacidad innata. Se puede aprender. Con este fin se han creado diversos clubes de debate en algunas universidades y talleres de oratoria. La Universidad de Comillas organiza un taller de oratoria para que los alumnos dominen las técnicas de comunicación oral «en la lengua propia y en una segunda lengua, con capacidad crítica y de autocrítica, dominando los nervios y adaptándose a cada situación».

La Sociedad de Debate de la Universidad Carlos III de Madrid (UCM3) combina el aprendizaje de las técnicas de debate, en especial, de competición. Los participantes aprenden a comunicarse y a hablar en público «con eficacia», se instruyen en habilidades de oratoria, argumentación y trabajo en equipo. Además, toman parte en competiciones externas organizadas por otras universidades y empresas, así como en simulaciones parlamentarias.

Entre estas simulaciones, destaca la Simulación del Congreso Español organizada por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, donde se desarrollan sesiones de control y otras actividades habituales en esta institución. En la última edición, celebrada a comienzos de este año, los alumnos, repartidos como si formaran parte de diferentes partidos políticos, debatieron las leyes de reforma laboral, de aprobación y regulación de la cadena perpetua, de la propiedad intelectual en Internet y de la ley de reforma de las administraciones públicas. También destaca la Simulación del Parlamento Andaluz (SIPA), que divide el hemiciclo en cinco grupos políticos y una línea política que se establece antes de iniciar la sesión.

Torneos de debates entre estudiantes

Pese a que los debates no son frecuentes en nuestro país, cada vez se organizan más e, incluso, las empresas han comenzado a interesarse por los estudiantes que toman parte en ellos. Algunos de los más destacados en la actualidad son los siguientes:

  • Torneo Pasarela. Dirigido a universitarios de último y penúltimo año o recién licenciados, este torneo se plantea como una competición de debate. Es el más reconocido y en él toman parte un total de 24 equipos pertenecientes a universidades de todo el país, que debaten sobre varios temas de actualidad. Los participantes han de estudiar itinerarios de Derecho, Economía e Ingeniería. En este caso, los jueces proceden de empresas por lo que, explican los organizadores, «los participantes en el evento tienen la oportunidad de mostrar a esas empresas algunas de las habilidades y competencias más demandadas en el mercado laboral, con el objetivo de conseguir un empleo». La quinta edición está prevista del 21 al 23 de noviembre en Madrid.

  • Torneo de Debate Guadalquivir. A finales de octubre tuvo lugar la cuarta edición de este torneo, que premió la calidad de los estudiantes de la Universidad Francisco de Vitoria. Los campeones consiguieron un premio de 1.500 euros por su debate en torno a la cuestión «¿Será la migración juvenil un inconveniente para España?». Además, se concedieron tres premios más: Fair Play, Investigación y Mejor orador. En esta edición, se ha incluido por primera vez la posibilidad de que el orador interactúe con el público, al «escuchar y adaptar su discurso a lo que sus oyentes comentan vía Twitter».

  • Torneo Nacional Francisco de Vitoria. La universidad ganadora del anterior torneo es también una de las organizadoras de otra de las competiciones importantes.

  • Torneo de Debate Con Acento. Como su nombre indica, no solo se pretende apoyar a los jóvenes andaluces con habilidades para el debate, sino que también se premia el acento característico de la región y su forma de expresarse.

  • Liga de Debate UC3M. La actualidad domina este debate que enfrenta a dos equipos. La pasada edición se eligió como tema «Tres décadas de democracia, ¿es necesario reformar la Constitución Española?», cuyas intervenciones evaluó un jurado compuesto por profesores y expertos.

  • Torneo Interresidencias de Debate. La segunda edición se celebrará en el Colegio Mayor Hernán Cortés de Salamanca del 26 al 30 de noviembre (el plazo de inscripción termina el 20 de noviembre). Este debate parte de la Sociedad de Debate de la Universidad de Salamanca (USAL) y enfrenta a los alumnos de los Colegios Mayores y Residencias de este centro.

Junto con estos, este año se disputan por primera vez los siguientes encuentros:

  • I Torneo de Debate de Ingeniería en la UPV. En equipos de dos o cuatro personas, los estudiantes de cualquier titulación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) pueden participar en este debate del 13 al 16 de noviembre. En este caso, las empresas forman de nuevo parte del jurado. En concreto, responsables de recursos humanos y expertos en debate y oratoria. El equipo ganador obtendrá 300 euros.

  • I Torneo de Debate UCO. Celebrado el pasado mes de octubre en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba, esta competición contó con la participación de varios equipos, que debatieron sobre «El juicio de Sócrates». El objetivo fue «desarrollar dos habilidades fundamentales para todo estudiante universitario: la expresión oral y el pensamiento crítico».

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