No es extraño que nuestra mascota sufra a causa del fallecimiento de otro perro que ha sido su compañero en casa. Algunas señales pueden avisar de que nuestro can sufre: una falta repentina de apetito o mostrarse más afectivo de lo habitual con nosotros pueden ser avisos de que necesita nuestra ayuda. Esta se puede traducir en un psicólogo canino, especializado en mascotas, aunque tambien habrá que animar a nuestro perro para que realice sus actividades favoritas y permitirle ciertas licencias que sean de su agrado.
Tras la muerte de una mascota querida, el dueño no es el único que sufre. Cuando hay otro perro en casa, es lógico que nuestro amigo se sienta desorientado y apenado por la pérdida de su compañero de fatigas.
Tras la muerte de una mascota querida, el dueño no es el único que sufre
Apoyar a su mascota de forma correcta para afrontar el fallecimiento del animal es esencial para su amigo de cuatro patas. Y puede, asimismo, ayudarle a usted mismo a superar de forma saludable la pérdida de su mascota.
Señales que advierten de que su perro echa de menos al amigo fallecido
Un perro afectado y apenado implica ciertas señales que advierten de su sufrimiento tras la pérdida de su compañero en casa. Conocer cuáles son estos avisos es importante para reconocerlos cuando llegue el momento de apoyar a nuestra leal e incondicional mascota. La depresión no es una dolencia exclusiva de las personas: el can también puede padecerla.
Los síntomas de un can deprimido no son, además, tan distintos a los que caracterizan la depresión humana. Un perro abatido muestra a menudo indiferencia por los juegos y actividades con los que, antes del fallecimiento de su compañero, disfrutaba. Dormir más horas de las habituales es otra señal que puede avisar de que nuestro perro atraviesa un periodo de abatimiento. Si el can se muestra excesivamente afectivo con nosotros, nos debe poner también en alerta. Ante cualquiera de estas conductas, conviene realizar una visita al veterinario, que aconsejará lo más adecuado en cada caso.
No es extraño que un perro se sienta apenado y deprimido tras la muerte de otra mascota con quien convivía. Casi siete de cada diez mascotas muestran signos visibles de depresión tras la pérdida de su compañero, según un estudio realizado por la Sociedad Americana de Lucha contra la Crueldad hacia los Animales (ASPCA).
Un psicólogo canino puede ayudar
Acudir a un psicólogo canino puede ser una buena idea cuando nuestro perro se muestra deprimido por la muerte de otra mascota. En ocasiones, las consultas veterinarias cuentan con profesionales que ayudan al perro a superar la tristeza que padece. Son especialistas en tratar las dolencias psicológicas de las mascotas.
Instrucciones para asistir al perro tras el fallecimiento de otra mascota
Animar al perro para que retome sus actividades favoritas es una de las claves para que supere la pérdida de su amigo. Los paseos al aire libre son una propuesta apetecible para la mayoría de los canes. Otros prefieren el juego: recupere su muñeco o pelota predilecta y ofrézcase a participar con él en la actividad lúdica. La hará más atractiva para su apenado amigo.
Esconder el juguete favorito de su perro en algún rincón de la casa, o del parque durante los paseos, puede ser el principio de un entretenido y saludable juego del escondite, en versión canina. Un silbido o una llamada que la mascota reconozca puede servir para avisar a nuestro amigo de que el juego ha comenzado.
Permita a su amigo algunas licencias que son de su agrado
Algunos canes disfrutan sobremanera de los viajes en coche. Otros enloquecen cuando se les ofrece un premio comestible o ciertos bocados concretos, como puede ser el caso del queso. Permítale a su amigo ciertas licencias estos primeros días de duelo: le ayuda a sentirse reconfortado y a recuperar, poco a poco, el ánimo.
Las caricias y las palabras amables son esenciales para ayudar al perro a superar el periodo de duelo tras la muerte de su amigo.
La depresión no es una dolencia exclusiva de las personas: el can también puede padecerla
Usted conoce mejor que nadie a su amigo: anímele con grandes dosis de cariño y contacto físico. Al igual que los seres humanos, relacionarse más con quienes están que con quienes faltan es imprescindible para no perder la alegría.
Ciertas señales advierten del sufrimiento del perro afectado y apenado tras la pérdida de su compañero.
La depresión no es una dolencia exclusiva de las personas: el can también puede padecerla.
Un perro abatido muestra indiferencia por los juegos y actividades que antes del fallecimiento de su compañero disfrutaba.
Dormir más horas de las habituales es otra señal que puede avisar de que nuestro perro atraviesa un periodo de abatimiento.
Existen especialistas en tratar las dolencias psicológicas de nuestras mascotas. Acudir a un psicólogo canino puede ser una buena idea cuando nuestro perro se muestra deprimido por la muerte de otra mascota.
Animar al perro a que retome sus actividades favoritas es una de las claves para que supere la pérdida de su amigo. Los paseos al aire libre son una propuesta apetecible para la mayoría de los canes.
Permítale a su amigo ciertas licencias estos primeros días de duelo: le ayuda a sentirse reconfortado y a recuperar, poco a poco, el ánimo.