El degú, un roedor inteligente y sociable para tener como mascota

El degú prefiere la compañía a la soledad, es feliz conviviendo con otros individuos de su especie y posee hábitos diurnos, lo que facilita su interacción con los humanos
Por Sonia Recio 23 de enero de 2024
tener un degú como mascota
El degú, también conocido como ratón cola de pincel, pircas, cola de trompeta o ardilla chilena, es un pequeño roedor nativo de Chile. Guarda estrecha relación con la chinchilla y la rata común, que se aprecia tanto en sus rasgos físicos, como la larga cola, como en sus habilidades, entre las que destaca el uso de las patas delanteras de manera semejante a unas manos. A diferencia de otros roedores, el degú tiene hábitos diurnos, lo que facilita la interacción con los humanos. Su carácter sociable e inteligente lo convierte en un compañero siempre dispuesto a participar en juegos y aprender nuevos trucos. Conozcamos algo más al degú doméstico.

Hábitat del degú 

El degú (Octodon degus) es un roedor originario de Chile. Su hábitat natural está en las laderas de los Andes, en las estepas de matorrales y en áreas montañosas. También se le avista mientras explora terrenos semipantanosos o merodea cerca de campos de cultivo, siempre dispuesto a aprovechar las fuentes de alimento que ofrece su entorno.

A diferencia de la mayoría de los roedores, el degú es diurno. Disfruta sociabilizando con otros congéneres, explorando el terreno y tomando el sol. Convive en pequeños grupos familiares bajo tierra, donde construye intricados sistemas de túneles que abandona para buscar alimento.

Es herbívoro y sigue una dieta compuesta principalmente por hierbas verdes, cortezas de plantas, frutos y semillas. Al igual el conejo, practica la coprofagia, consumiendo sus propias heces para obtener nutrientes.

Características físicas del degú

El degú es de tamaño pequeño, mide entre 12 y 18 centímetros de longitud, excluyendo la cola, que puede añadir otros 10-15 centímetros a sus medidas corporales. Su peso varía entre 170 y 300 gramos, siendo los machos ligeramente más grandes que las hembras.

De color marrón y con el vientre algo más claro, cuenta con grandes bigotes que le ayudan a orientarse. El degú tiene los ojos pequeños y negros y las orejas grandes. Sus dientes, de color naranja, crecen continuamente, por lo que debe roer objetos y alimentos constantemente.

De entre las características más distintivas del degú destaca su larga cola, rematada en un penacho de pelo. La utiliza para mantener el equilibrio, especialmente cuando está de pie sobre sus patas traseras. Estas son potentes para excavar, mientras que las delanteras le permiten manipular objetos y trepar por las ramas.

A diferencia de otros roedores, el degú tiene una vida sorprendentemente longeva para su tamaño, entre 5 y 8 años en cautiverio. Hay individuos que superan la década de vida.

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Imagen: dianakuehn30010

Carácter del degú

De carácter muy sociable, el degú disfruta de la interacción y el juego con sus semejantes. Por ello, es esencial que comparta su vida con otros compañeros o, al menos, con una pareja. La falta de compañía puede hacer que este pequeño roedor caiga en un estado de gran tristeza y manifieste comportamientos agresivos hacia los seres humanos.

Este animal activo necesita realizar mucho ejercicio para mantenerse saludable. Hay que proporcionarle espacio para correr y jugar. También es importante estimular su mente con juguetes más o menos complejos. Entrenarle y enseñarle algunos trucos no resulta demasiado complicado, siempre que se trabaje con paciencia y desde el refuerzo positivo. 

A la hora de manipular al degú conviene actuar con cautela y respetar su espacio. Nunca debemos tocarle si no quiere, ya que podría reaccionar con agresividad. Asimismo, hay que evitar cogerlo de la cola, pues tiene la capacidad de desprenderse de ella y nunca volverá a crecerle. 

Tener un degú como mascota

Como buen roedor, el degú mordisqueará todo lo que quede a su alcance. Es mejor instalarlo en una jaula de barrotes firmes por los que pueda trepar y evitar el uso de suelos con rejillas para prevenir posibles lesiones en las patas. Lo más apropiado es colocar en el fondo de la jaula un sustrato específico para roedores, que absorba eficazmente heces y orina, proporcionándole un entorno confortable.

Una de las peculiaridades del degú es su frenético hábito de higiene. Así que, como adora los baños de arena, resulta imprescindible poner (y retirar tras el aseo) un recipiente con tierra para que pueda revolcarse a diario.

También es importante poner en la jaula un refugio o casita, preferiblemente de pizarra o cerámica, donde el degú pueda esconderse y descansar; colocar heno en el suelo asegurará su comodidad. 

Dado el carácter juguetón e intrépido del degú, hay que equipar la jaula con juguetes que estimulen su mente y fomenten el ejercicio. Ruedas, túneles, juguetes colgantes, cajas de cartón o rollos de papel son algunas opciones que deleitarán a este roedor.

Un comedero, un bebedero y un pesebre para el heno completará el equipamiento necesario para el bienestar de nuestro compañero.

Alimentación del degú

La alimentación principal del degú se compone de heno y pienso específico para su especie. Si no encontramos, sirve el elaborado para conejos o chinchillas.

La dieta debe completarse con verduras crudas, hierbas y flores como hojas de zanahoria, de nabo y remolacha, acelgas, escarola, apio, lechuga, espinacas, trébol, césped, diente de león y verduras silvestres. Todos estos alimentos deben lavarse antes.

Como delicia ocasional, se pueden proporcionar al degú frutos secos y pipas, como nueces y avellanas, siempre en cantidades moderadas para evitar posibles problemas de salud.

Nunca hay que darle azúcar, dado que es un animal con predisposición a desarrollar diabetes. Además, es fundamental no sobrealimentarle: una señal clara de que podrían estar recibiendo más comida de la que necesita es que la esconda.

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