Jerbo, una mascota inteligente y encantadora

Los jerbos son unos roedores de pequeño tamaño y larga cola. Tienen un carácter afable y juguetón, y son muy curiosos. Si les damos la confianza necesaria, pronto saltarán a nuestra mano
Por Sonia Recio 26 de septiembre de 2023
Así son los jerbos
Imagen: Shutterbug75
En los años 50 el jerbo se empleaba como animal de laboratorio en Estados Unidos. Hoy en día, este roedor originario de las zonas arenosas de Mongolia y China se ha vuelto muy popular como mascota en los hogares del todo el mundo. ¿Has considerado la posibilidad de adoptar un jerbo en lugar de un hámster? Aunque son menos populares, poseen una notable inteligencia. Curiosos, juguetones y cariñosos, los jerbos disfrutan explorando, escondiéndose y royendo cualquier cosa que quede a su alcance para desgastar sus prominentes dientes. Son fáciles de cuidar y tienen un carácter intrépido, más que el de otros congéneres, como los hámsteres, las cobayas o las ratas. Su distintiva postura, erguidos sobre sus patas traseras para supervisar todo lo que sucede en su entorno, te enamorará. Así son estos pequeños y simpáticos roedores pertenecientes a la familia de los dipódidos.

Características del jerbo doméstico

Aunque hay muchas especies de jerbos, el jerbo de Mongolia, conocido vulgarmente como rata del desierto, es la especie más común como mascota. Estos animales están adaptados de manera natural a los entornos desérticos que se extienden por África, India y Asia.

Estas son las características físicas de este roedor que vive entre tres y cinco años:

  • Es de pequeño tamaño, apenas mide 12 centímetros y pesa alrededor de los 90 gramos.
  • Tiene unos grandes ojos adaptados a la visión nocturna y unas orejas prominentes que le proporcionan una gran audición.
  • Su cuerpo se encuentra revestido por un pelaje que varía entre tonalidades marrones y grisáceas, tornándose más claro e incluso blanco en la región abdominal. Esta capa de pelo desempeña un papel crucial en su camuflaje cuando habita en su entorno natural; en cautividad, presenta una gama cromática más diversa.
  • Las patas delanteras del jerbo son de menor longitud en comparación con las traseras, considerablemente más musculosas. Esta particularidad le convierte en un corredor hábil, capaz de evadir a sus depredadores saltando. Sus dedos terminan en garras robustas, lo que le facilita la excavación y la manipulación de los alimentos.
  • Un rasgo distintivo del jerbo es su cola, casi equiparable en longitud a su cuerpo. Este apéndice le da la capacidad de mantener el equilibrio cuando se encuentra en posición erguida, similar a la postura de los canguros.
Cuidados del jerbo
Imagen: sonjafurter1

Alimentación del jerbo

El jerbo es herbívoro, no necesita una gran ingesta de alimentos. En su hábitat natural, suele alimentarse de todo aquello que encuentra a su alcance: hierbas, frutas, semillas, bulbos, insectos, cereales, raíces y hasta huevos de ave.

En cautividad, es preciso proporcionarle una dieta equilibrada.

  • Lo mejor es optar por un pienso que contenga todos los aportes nutricionales que necesita el animal.
  • Al igual que otros roedores, es conveniente que el jerbo coma heno a diario: no solo le aportará fibra adicional, también les ayuda a desgastar sus dientes, en crecimiento constante.
  • Además, es bueno ofrecerle pequeñas porciones de frutas y vegetales, como manzana, brócoli y zanahoria, pero como premio ocasional y en pequeñas cantidades para evitar posibles problemas digestivos.

Así debe ser la jaula del jerbo

Si bien el jerbo es un animal de pequeño tamaño, el espacio que precisa para vivir debe ser amplio. El espíritu aventurero de este roedor le impulsa a explorar y moverse con frecuencia.

La jaula debe tener al menos 60 cm de largo, por 30 cm de ancho y 30 de altura. Estas dimensiones serán suficientes para que el jerbo pueda erguirse en sus patas traseras, correr y moverse con comodidad.

La jaula puede ser de barrotes o metacrilato, de una o dos alturas. En el caso de optar por la de metacrilato, la parte superior debe estar abierta con una malla o con barrotes, para asegurar una adecuada circulación de aire. Asimismo, con el objetivo de evitar accidentes, es esencial que la separación entre los barrotes sea menor de un centímetro.

🐁 Qué debe contener la jaula

Al jerbo le gusta hacer ejercicio y explorar. Es fundamental incluir en la jaula elementos como túneles, una rueda para correr, una escalera y juguetes para roer, pero que no sean de plástico.

También adoran los rollos de cartón: prueba a darle el del papel higiénico, le harás extremadamente feliz.

Proporcionarles un refugio adecuado, para que el animal se esconda y descanse cómodamente, es igualmente importante.

Cuidados del jerbo

Cuidar de un jerbo es una tarea sencilla. Lo más importante es mantener la higiene del suelo de su jaula; se aconseja realizar un cambio al menos una vez por semana.

Estos roedores son bastante autónomos en su aseo. Utilizan arena para limpiarse, por lo que debemos proporcionarles un recipiente para su «baño». Si queremos evitar que lo ensucien con sus excrementos, hay que colocarlo unos diez minutos dos veces a la semana para después retirarlo.

El jerbo es muy sociable, por lo que si comparte su vida con otro semejante, estará más contento. Para evitar peleas y problemas de convivencia, es mejor adoptar a estos pequeñines conjuntamente. Si esta opción no es posible, hay que concederles el tiempo necesario para familiarizarse mutuamente; son animales muy territoriales, en especial las hembras.

Cómo coger a un jerbo
Imagen: milivigerova

Carácter y convivencia

El jerbo es un animal muy activo, tanto de día como de noche. Encuentra entretenimiento en casi cualquier objeto que quede a su alcance y se deleita al escarbar y roer.

Adiestrarlo es relativamente sencillo. Debemos hablarle con voz suave y manipularlo con cuidado. Es preferible ponerle la mano extendida para que se suba de un salto cuando él quiera que cogerlo desde arriba.

Este roedor tiene un temperamento dócil pero, si se siente amenazado o tiene miedo, puede recurrir a morder como mecanismo de autodefensa. En ningún caso debes sujetarle por la cola, puesto que si se estresa la perderá, ¡y no volverá a crecerle! Para ganar su confianza, nada mejor que ofrecerle pequeños trozos de fruta.

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