Centros de adopción de perros: ¿cómo funcionan?

Existen decenas de asociaciones diferentes en España que gestionan centros de adopción de perros abandonados
Por Eva San Martín 30 de enero de 2012
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Imagen: maplegirlie

Centenares de voluntarios y decenas de asociaciones protectoras de animales sin ánimo de lucro se ocupan de encontrar una casa a los más de 100.000 perros que son abandonados cada año en España. Conocer cómo funcionan estas asociaciones puede ayudar no solo a adoptar un perro que lo necesita, sino a frenar los abandonos.

Encontrar un perro despistado que deambula solo por la calle o cruzarse con un can desorientado y hambriento por las cunetas de las carreteras y estaciones de servicios son escenas tristemente frecuentes en España. Solo en 2010, un total de 109.074 perros fueron abandonados en nuestro país, según el estudio Fundación Affinity sobre abandono de animales de compañía.

Las asociaciones protectoras que acogen perros abandonados persiguen que los animales no acaben en las perreras municipales, donde es habitual que sean sacrificados después de pocas semanas de estancia. Existen decenas de colectivos sin ánimo de lucro dedicados a facilitar la adopción de estos perros abandonados.

La falta de espacio en los centros explica que muchas asociaciones le pidan hacerse cargo del perro de forma provisional
La Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) y El Refugio, en Madrid; Agadén y El Arca de Noé, en Andalucía; La Fundación Altarrabia y Arcoiris en Cataluña, o el centro Capegavi y la asociación Laylayzarpas en el El País Vasco, son solo algunos ejemplos de estos colectivos que se reparten por todo el territorio nacional.

«Existen asociaciones de todo tipo, desde las virtuales que solo prestan una plataforma en Internet para exhibir a los perros en adopción hasta otras que cuentan con centro de acogida físico», explica María, voluntaria de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA). Existe una opción intermedia: la de los voluntarios que acogen temporalmente animales abandonados en su propio hogar para ayudarles mientras encuentran un hogar definitivo.

Una adopción, un nuevo hueco

El motor que mueve a las protectoras de animales es que los perros que tienen acogidos encuentren un hogar en el menor tiempo posible. «Nuestra pretensión es que su paso por el centro sea siempre transitorio», explica la asociación El Refugio en su página web. «Una adopción no es solo dar la oportunidad a un perro de encontrar un nuevo dueño. Significa que otro perro abandonado ocupará inmediatamente su lugar y podrá ser ayudado», puntualizan en El Refugio.

La ocupación media de los centros gestionados por asociaciones protectoras en España es del 90%. «Aunque hay muchos casos en los que la saturación es evidente», revela el estudio de la Fundación Affinity. Esta falta de espacio explica que muchas asociaciones pidan a los ciudadanos que se hagan cargo del animal que encuentren desamparado de forma provisional, hasta que el centro tenga sitio para acoger al nuevo animal.

Solo en las instalaciones que la Asociación de Amigos de los Animales tiene en el norte de la Comunidad de Madrid residen un total de 150 perros acogidos. Por su albergue pasan cada año cerca de 2.000 animales abandonados, de los cuales, según las estadísticas, solo el 45% de los canes serán adoptados.

Llegada del animal al centro

Un email o una llamada telefónica de un ciudadano avisando de que ha encontrado un perro abandonado en la calle hacen que los voluntarios de los centros de acogida se pongan a trabajar. Comprueban que el animal no está identificado (no tiene microchip) y se pide al ciudadano que coloque carteles con la foto del perro en la zona donde lo ha encontrado con la esperanza de que el dueño aparezca.

La llegada de un perro a un centro de acogida puede ser traumática. «Muchos se sienten tristes o deprimidos», explica María. El can percibe que ha sido abandonado y se encuentra despistado. Lo primero que se debe hacer ahora es someter al perro al un examen veterinario exhaustivo para descartar cualquier enfermedad. O tratarla en caso de que aparezca.

«El perro que llega debe pasar un periodo de cuarentena de 15 o 18 días en el que estará separado del resto de los animales». En esta fase los veterinarios del centro le desparasitan, vacunan y esterilizan». Es ahora también cuando asoma el carácter del animal. «El periodo de cuarentena nos sirve para conocer la personalidad del perro y su modo de comportarse», señala María. Para los trabajadores de los centros de adopción de perros éste es un punto clave, ya que conocer su temperamento es una valiosa información para encontrar una casa adoptante adecuada.

Pequeñas manadas en el refugio

El modo de comportarse de un perro da asimismo pistas a los profesionales del centro de acogida para formar pequeños grupos de tres o cuatro perros que convivirán en el mismo espacio. «Se trata de crear una manada, formar una pequeña familia en la que puedan encontrarse cómodos».

Con las manadas formadas, empieza el trabajo de los terapeutas y adiestradores caninos, que vigilan la estancia del perro en el centro y le preparan para su próxima adopción.

La falta de espacio en los centros explica que muchas asociaciones le pidan hacerse cargo del perro de forma provisional
«En muy pocos casos sacrificamos a un perro, solamente si el examen veterinario destapa una enfermedad muy grave que haría sufrir al animal», concluye María .

La estancia de un perro en una protectora de animales en España cuesta una media de 187 euros al año (datos de Affinity). Para estas asociaciones sin ánimo de lucro, que funcionan en buena parte gracias al trabajo voluntario de cientos de profesionales y ciudadanos que aman a los perros, las donaciones y las cuotas de los socios son imprescindibles. Un dinero esencial para poder seguir haciendo su labor: ayudarnos a adoptar y frenar el abandono de perros.

Claves del funcionamiento de las protectoras
  • Un total de 109.074 perros fueron abandonados en España en 2010.

  • Existen distintos tipos de centros de acogida de perros: plataformas en Internet, centros de adopción hasta y ciudadanos voluntarios.

  • Muchas asociaciones le piden que se haga cargo de forma temporal del animal abandonado: están saturadas.

  • Las buenas asociaciones protectoras someten a los perros a exámenes veterinarios exhaustivos.

  • Durante los primeros 15 días los trabajadores del centro conocen el carácter del perro. Esto facilita la elección de la mejor familia adoptante.

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