Cruzar al perro: derechos y deberes

Los contratos por escrito son la mejor manera de evitar sorpresas y problemas al cruzar a una pareja de perros
Por Eva San Martín 30 de enero de 2012
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Imagen: corrieb

Antes de cruzar a una pareja de perros hay algunas consideraciones que conviene tener en cuenta. Los dueños de los canes tienen derecho a exigir, entre ellos, un certificado veterinario que acredite el estado de salud de los perros. El propietario del macho puede solicitar, además, el pago que considere oportuno por la monta. Ese precio deberá estar determinado de antemano. Estas condiciones han de constar en un contrato por escrito, para evitar sorpresas desagradables.

La decisión de criar una camada de cachorros implica ser consciente de la obligación que se adquiere con los pequeños que llegan al mundo. Solo en 2010, un total de 109.074 perros fueron abandonados en nuestro país, según el estudio Fundación Affinity sobre abandono de animales de compañía. Los perros necesitan dueños responsables, que cubran sus necesidades durante toda su vida; algo que parece evidente, pero que no es tan fácil de encontrar.

Una vez tomada la decisión de cruzar a nuestra mascota, uno de los problemas típicos que aparecen cuando se trata de aparear a los perros es no acertar con el lugar elegido para la monta. «Hay que encontrar un sitio neutral», asegura la veterinaria Claudia Nieto.

En caso de que no sea posible, la mejor opción es trasladar a la hembra, ya que ésta puede sentirse intimidada ante la presencia de un perro que no conoce en su casa. «Hay perras que se sienten incómodas al ver a otro macho en su territorio y simplemente lo atacan», explica Nieto. En este caso, conviene que el dueño de la perra no esté presente en el momento del encuentro para disminuir la posibilidad de rechazos.

Contrato antes de iniciar la monta de la pareja de perros

Cuando el propietario del macho admite en su domicilio una perra reproductora, se hace responsable de su custodia durante el periodo de estancia de la hembra. Este compromiso debe figurar en un contrato escrito. Este texto pactado será el que regule las condiciones del cruce de los perros.

El contrato que firmen los dueños de sendos canes debe contemplar la posibilidad de que alguno de los perros resulte dañado durante la monta o antes de la misma. Las posibilidades de que surja algún percance indeseado no deben considerarse tan remotas, ya que el apareamiento de los perros puede prolongarse durante varias horas.

Conviene conocer los imprevistos que podrían derivar en daños para alguno de los perros durante el apareamiento, con el fin de prevenirlos. En este sentido, no es extraño que un macho primerizo no acierte al montar a la perra y precise varios intentos.

Si queda patente la esterilidad del macho, lo habitual es que el dueño devuelva el importe abonado por la monta
Si el can lo intenta mientras que la hembra no está preparada para ser fecundada «no ovula aún» ésta puede mostrarse agresiva. La responsabilidad por daños y perjuicios a cualquiera de los animales correrá a cargo de los respectivos dueños, previo acuerdo.

Cuando el encuentro sexual falla

Para que el esperma del macho alcance con éxito los óvulos de la hembra y se produzca la fecundación, el encuentro de la pareja deberá producirse en el momento adecuado del ciclo sexual de la perra. Existe, sin embargo, la posibilidad de que el acercamiento sexual de los perros falle y la hembra no quede embarazada, como estaba previsto.

Si la perra no resulta fecundada, lo habitual es que el contrato contemple un segundo intento, en el plazo de un año, siempre que el macho demuestre su capacidad reproductora.

La responsabilidad por daños y perjuicios a cualquiera de los animales corre a cargo de los respectivos dueños
La edad del perro, las condiciones ambientales e incluso el estrés, pueden afectar a la calidad del semen del animal. El análisis del esperma del perro (espermiograma) no solo estudia la concentración o la cantidad de espermatozoides presentes en la eyaculación del animal.

El análisis del esperma puede revelar también que existe algún tipo de infertilidad desconocida hasta el momento. Si quedase patente la esterilidad del macho, lo habitual es que el dueño devuelva el importe abonado por la monta. Los propietarios pueden acordar, asimismo, que su animal sea montado por otro macho del mismo dueño.

En caso de que hubiera muerto toda la camada del macho, lo habitual es que desaparezca la obligación de devolver el importe abonado por la monta. Los propietarios también pueden pactar, en este caso, reembolsar una parte, o la cantidad íntegra abonada.

Los perros no necesitan reproducirse

Recordar que las hembras no necesitan parir «al menos una vez a lo largo de su vida», como muchas veces se piensa, ayuda a tomar una decisión responsable sobre el cruce de nuestra mascota. La perra no requiere tener camadas: no parir no afecta a su salud ni a su desarrollo físico o emocional. La esterilización es una opción a tener en cuenta si no se quieren tener embarazos no deseados en su mascota.

Consejos
  • Tome la decisión de montar a su mascota de forma responsable: asegúrese de que se pueden colocar los cachorros con personas serias y amantes de los animales.

  • Recuerde que, solo en 2010, se abandonaron en España un total de 109.000 perros.

  • Pacte con el otro dueño un contrato por escrito que establezca las condiciones de la monta.

  • No olvide que el encuentro sexual puede fallar: lo normal es repetir la monta una segunda vez, al menos.

  • Si el macho tiene problemas de fertilidad se puede intentar la monta con otro perro de la misma camada.

  • En caso de duda, el veterinario le aconsejará sobre cada caso en concreto.

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