Dóberman: todo lo que debes saber sobre esta raza

Los dóberman son perros de tamaño mediano a grande, cuerpo cuadrangular fuerte y musculoso. Los machos tienen una altura de 68-72 cm y un peso de 40 a 45 kg, mientras que las hembras miden entre 63-68 cm y tienen un peso que oscila entre los 32 y los 35 kg.

Sus ojos son pequeños, de color oscuro y forma ovalada. Las orejas caen pegadas a las mejillas y están insertadas en la parte alta de la cabeza. La cola es alta y está ligeramente curvada hacia arriba.

Tienen una esperanza de vida de 10 a 14 años.

Una de las características más destacables de los dóberman es su pelaje muy corto, duro y brillante. Generalmente es de color negro o marrón, con marcas distintivas en tonos tostado o rojo óxido (fuego), en hocico, mejillas, cejas, patas y pecho. También puede haber ejemplares con pelaje beige y azul con marcas en color fuego.

La historia del dóberman se remonta al siglo XIX en Alemania. Fueron criados por un vigilante nocturno y recaudador de impuestos llamado Louis Dobermann, a quien deben su nombre.

Su primer criador conocido deseaba una raza de perro que fuera ferozmente protectora y leal. Su objetivo era tener un compañero canino que lo acompañara en sus rondas y protegiera su seguridad. Para lograrlo, se cree que se cruzaron varias razas, como el rottweiler, el pinscher alemán y el greyhound. Con el tiempo, los dóberman se convirtieron en perros de trabajo versátiles, utilizados en roles militares y policiales.

Los dóberman son inteligentes y leales. Aunque pueden resultar intimidantes por su apariencia y su energía, son nobles, pacíficos y muy afectuosos con sus familias, lo que les convierte en excelentes compañeros.

Por su valor, dureza y altas capacidades, bien entrenados y adiestrados adecuadamente, destacan en diversas disciplinas, como la obediencia y el trabajo de protección. Hoy en día tienen funciones de defensa y seguridad como perros policía, perros militares y perros guardián.

A pesar de ser un perro enérgico, tiene un carácter estable, cariñoso y protector. Si se le socializa desde cachorro, será amigable con los niños y con otros animales.

El aseo es sencillo porque su pelaje corto no se ensucia fácilmente.

Con un baño al mes y un cepillado ocasional será suficiente para que se mantenga sano y lustroso.

Hay que explorar las orejas a menudo y revisar los ojos para limpiarlos y detectar cualquier posible infección. Cortar las uñas mensualmente y cuidar sus dientes para prevenir problemas bucales, como la acumulación de placa y enfermedades de las encías. También controlar la presencia de parásitos internos y externos.

Acudir al veterinario con regularidad ayudará a preservar su salud y atajar a tiempo cualquier problema que pueda presentarse.

El ejercicio diario es esencial para esta raza. Su bienestar físico y mental dependerá de ello porque es un perro activo que necesita quemar energía.

Adora jugar y correr al aire libre. La práctica de deportes caninos como el agility, la obediencia y el rastreo son perfectos para satisfacer su necesidad de ejercicio.

El dóberman precisa una dieta equilibrada para mantener su energía y su masa muscular.

Cada perro es único, y en cada etapa de su vida va a tener distintas necesidades que requerirán ir adaptando su alimentación. Conviene consultarlo con el veterinario, para que, además, pueda monitorear su peso y su salud de cerca; es imprescindible para que se mantenga en forma y sano.

Los dóberman son grandes comedores y tienen tendencia al sobrepeso. Una combinación de ejercicio con un control cuidadoso de la alimentación ayudará a prevenir la obesidad, que puede agravar problemas de salud como la displasia de cadera y enfermedades cardíacas.

Aunque los dóberman suelen gozar de buena salud, hay enfermedades más comunes en esta raza.

Dilatación o torsión gástrica (GDV): también conocida como «hinchazón», es una afección potencialmente mortal de progresión rápida. Se desencadena cuando el estómago del perro se dilata por el alimento y los gases, y gira sobre sí mismo.

• Cardiomiopatía dilatada: enfermedad del corazón que afecta a los dóberman con cierta frecuencia. Puede llevarles a sufrir insuficiencia cardíaca y requerir tratamiento a largo plazo. Existen señales de que el perro puede tener problemas de corazón: tos, fatiga o respiración dificultosa.
• Enfermedades de la tiroides: los dóberman pueden ser propensos a padecer problemas de tiroides, como el hipotiroidismo, que pueden afectar su metabolismo y energía.
• Von Willebrand Disease (VWD): enfermedad de la sangre que puede causar problemas de coagulación y hemorragias excesivas.
• Síndrome de Wobbler: afección neurológica que afecta la columna vertebral de los dóberman, causando debilidad y dificultades para caminar.
• Displasia de cadera: al igual que muchas razas grandes, los dóberman pueden sufrir de displasia de cadera. La displasia afecta las articulaciones de las caderas y puede causar dolor y cojera.
• Problemas de piel: los dóberman pueden ser propensos a problemas de piel como la dermatitis y la alopecia.
• Atrofia progresiva de retina: es una enfermedad degenerativa que causa perdida de visión en los dos ojos.

Llevar al dóberman al veterinario para exámenes de rutina, permitirá detectar problemas de salud en sus etapas iniciales. También saber qué pruebas son relevantes para identificar una posible predisposición a enfermedades genéticas.

El dóberman es conocido por su velocidad y resistencia. Son capaces de correr a velocidades impresionantes y tienen una agilidad sorprendente.

Uno de los dóberman más famosos fue Kurt, un perro de guerra del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos que sirvió en la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de su reputación agresiva, los dóberman son conocidos por ser afectuosos y estar apegados a sus dueños.

Existe un falso mito sobre que esta raza fue creada por Hitler en la Segunda Guerra Mundial y que fueron perros manipulados genéticamente.

Por su complexión musculosa y características físicas como el peso y la mandíbula, es una raza catalogada de potencialmente peligrosa (PPP).

El dóberman tiene un carácter fuerte y dominante que le puede llevar a intentar ser el líder de la manada-familia. Este rasgo implica que su dueño debe estar preparado para adiestrarle correctamente y educarle de manera firme, marcando límites.

Son perros muy inteligentes y sensatos que acaban entendiendo perfectamente quién manda y aprenden a cumplir órdenes sin problemas.

Es importante no olvidar que es un perro que necesita ejercicio a diario y que tiene que liberar energía para no aburrirse, sentirse triste o frustrado.

Son perros amigables, leales y protectores, y con una socialización temprana pueden ser compañeros excepcionales. Sus cualidades únicas los convierten en una elección interesante como mascota para la familia.