Basenji: todo lo que debes saber sobre esta raza

La apariencia de la raza es la de un perro ligero y ágil, pero, a la vez, fuerte y atlético.

De tamaño mediano, cuerpo corto y patas largas, bien equilibrado. Su porte es elegante y orgulloso. Los basenjis tienen un pecho profundo, el cuello fuerte y largo, las patas delanteras son rectas y firmes, y las traseras robustas y musculosas.

Los machos tienen una altura de unos 43 cm a la cruz (desde la base del cuello al suelo) y las hembras de 40 cm. El peso en la raza varía de los 9 a los 11 kg.

Los expresivos ojos del basenji tienen forma almendrada y son de color oscuro. Las orejas están erguidas, con una ligera inclinación hacia adelante y son triangulares. Lleva la cola alta y enrollada sobre la espalda.

El basenji tiene una esperanza de vida larga, de 13 a 15 años.

Su manto es corto, muy fino, sedoso al tacto, denso y brillante. Presentan varias combinaciones de colores:

• Rojo y blanco.
• Negro y blanco.
• Tricolor (negro, blanco y fuego).
• Atigrado (rojo atigrado o negro atigrado).

Tienen los pies y la punta de la cola de color blanco y una marca blanca en el pecho. Algunos ejemplares también pueden mostrarlas en la cara y el cuello.

La historia del basenji es milenaria. Es una de las razas más antiguas del mundo. Se cree que desciende de antiguos perros africanos primitivos que vivieron en estado salvaje durante miles de años.

Procedentes del Congo, país del África Central, fueron llevados a Egipto, donde aparecían representados en objetos de las tumbas y en las pirámides en la época de los faraones. Aunque su rastro en el arte existió desde mucho antes, en pinturas rupestres que mostraban perros similares en escenas de caza.

Los faraones lo valoraban mucho como perro de compañía, y así lo confirman grabados encontrados en los que aparece a los pies de su amo. Las tribus africanas, por su parte, lo usaban para cazar por sus excelentes cualidades. Seguía rastros, avistaba presas y las rodeaba impidiendo su escapatoria hasta que llegaba el cazador.

Con la civilización de los faraones ya extinta, los basenji sobrevivieron al paso del tiempo aislados en el continente africano y sin alterar sus características. En 1936 se importaron a Europa los primeros ejemplares  que se consideraron los fundadores de la raza.

La Federación Cinológica Internacional (FCI) la reconoció oficialmente en 1964.

Es un perro con una forma de ser peculiar, llena de contrastes.

El temperamento del basenji es equilibrado. Es muy activo, alegre y entusiasta aunque también muy suyo cuando quiere, y necesita su espacio.

Su comportamiento será tranquilo, pero sólo si se ha ejercitado lo suficiente para sentirse bien. Aburrido o frustrado, puede inquietarse y ponerse pesado.

No tolera muy bien la soledad, y puede llegar a tener conductas destructivas si no está acostumbrado a pasar algún tiempo solo desde cachorro.

Independiente por naturaleza, suele mostrar una actitud reservada y distante con los extraños. Con sus seres queridos, al contrario, es cariñoso y cercano, y forjará un vínculo estrecho.

Son perros extremadamente curiosos y aventureros. Les encanta explorar e inspeccionar su entorno y saben ingeniárselas muy bien a la hora de encontrar maneras de entretenerse. Atentos y despiertos a lo que sucede a su alrededor, suelen mantenerse siempre alerta.

El basenji tiene fama de ser terco y obstinado. Esto, sumado a que es un perro inteligente y muy astuto, puede hacer de su educación y su adiestramiento todo un reto. Sin embargo, no hay nada imposible si se utilizan métodos positivos y se hace con coherencia y paciencia, porque aprende rápido. En este sentido, es importante que las sesiones no sean excesivamente largas, para evitar que pierda el interés y deje de prestar atención.

Es capaz de rastrear y perseguir presas con gran habilidad. Aunque hoy en día su función como cazador ha pasado a un segundo plano, todavía conserva muchos de sus instintos naturales primitivos.

Son perros listos, ágiles y atléticos que destacan en deportes y competiciones caninas como el agility, el coursing (carrera tras una liebre artificial), el rastreo y la obediencia.

Su actitud jovial y alegre les predispone a pasar tiempo con los niños, pero también son perros que se aburren pronto. Si se les molesta y se les incordia, es posible que no respondan bien, y, por eso, es necesario enseñar a los niños a respetarles y a distinguir los momentos en los que desean estar a su aire.

Socializado desde cachorro, el basenji suele establecer buenas relaciones con otros perros. También con otros animales domésticos con los que conviva y conozca de siempre, como los gatos, aunque por su naturaleza como cazador, puede tener el instinto de perseguirlos como si fueran presas.

Para evitar problemas, lo mejor es supervisar todas sus interacciones tanto con los niños como con el resto de animales.

Los basenjis facilitan mucho su higiene general porque destacan por ser muy limpios. En cualquier caso, necesitan un mantenimiento regular para conservar un aspecto sano.

El basenji apenas pierde pelo, a excepción de las épocas de muda, en primavera y otoño, que se le cae algo más. Esto, sumado a que su manto es corto y fino, hacen que mantenerlo sea muy fácil con un cepillado semanal, usando un cepillo de cerdas suaves o una manopla de goma.

Son perros que apenas desprenden olor y no suelen necesitar baños muy a menudo, a no ser que se ensucien más de lo normal. Al bañarles debe usarse siempre un champú indicado para perros que no irrite ni altere el ph de la piel.

Sus erguidas orejas pueden acumular más suciedad y restos de cera. Para prevenir posibles infecciones, la limpieza de oídos usando un líquido auricular tiene que ser regular.  

Sin una higiene de ojos adecuada y frecuente, la existencia de legañas y secreciones puede causarles irritaciones. Se recomienda limpiarlos suavemente con un paño húmedo o una gasa estéril y una solución oftálmica que puede prescribir el veterinario.

Unos dientes y unas encías sanos son fundamentales para la salud oral y general. Para que no se acumule placa dental y se genere sarro, los dientes deben ser cepillados varias veces por semana con un cepillo y una pasta para perros. Es aconsejable hacerlo desde que el basenji es cachorro para que se acostumbre sin problemas a la rutina de cepillado.

Las uñas demasiado largas pueden dañar y causar dolor en los pies. Como medida de prevención puede ser preciso cortarlas cada diez días.

Por las características de su pelaje, siempre que pase tiempo en el exterior, es importante revisarlo bien, para detectar la presencia de pulgas, garrapatas u otros parásitos. Como medida de prevención es aconsejable el uso constante de productos antiparasitarios.

Satisfacer la necesidad de ejercicio diario de un basenji puede ser una tarea exigente, porque demandará un nivel de actividad alto y se aburre con demasiada facilidad.

Es un perro enérgico, muy fuerte y resistente al que le encanta correr, jugar y disfrutar al aire libre. Por eso, para mantenerse feliz, saludable y con un temperamento estable y tranquilo, no será suficiente con sacarle a pasear alrededor de casa dos o tres veces al día.

Las opciones más adecuadas para la raza son los paseos largos, el canicross junto a sus dueños, las carreras en libertad en parques caninos o en zonas seguras, los circuitos de agility y flyball, y los juguetes interactivos como los dispensadores de comida, los puzzles y los rompecabezas, que estimulen su inteligencia.

Para que el basenji se mantenga sano, es esencial que su alimentación sea equilibrada, nutritiva, y que esté totalmente adaptada a su tamaño, edad y nivel de actividad.

La raza es propensa al sobrepeso, de ahí que, para salvaguardar su salud y sus articulaciones, es necesario llevar un buen control de la dieta y del peso, y no abusar de los premios en forma de golosinas que se pueden usar a la hora de educarle, porque suelen ser una fuente de muchas calorías.

La alimentación puede estar basada en comida comercial de alta calidad, específica para razas medianas, y formulada para satisfacer las necesidades nutricionales de perros de ese tamaño, con proteínas de alta calidad, grasas saludables, carbohidratos, vitaminas y minerales. Se puede adquirir en formato seco (croquetas) o húmedo (latas). La cocina natural o casera también es una buena opción a considerar, combinando carnes magras, pescado, verduras y granos enteros como el arroz.

Para establecer correctamente la dieta es imprescindible atender las indicaciones de los fabricantes, y las recomendaciones del veterinario o el nutricionista canino.

Es preferible alimentar a los cachorros basenji con 3 o 4 comidas al día, y reducirlas gradualmente a 2, una por la mañana y otra por la noche, a medida que crecen y llegan a la etapa adulta.

En cuanto a la cantidad de alimento, de nuevo, es aconsejable dejarse guiar por los fabricantes y el veterinario.

La raza tiene mucha fortaleza y una larga esperanza de vida, aunque algunos ejemplares pueden verse afectados por determinadas enfermedades o problemas habituales.

• Síndrome de Fanconi: trastorno renal hereditario que perjudica la capacidad del riñón para reabsorber determinadas sustancias. Si no se trata puede generar deshidratación, letargo, pérdida de peso, trastornos metabólicos e insuficiencia renal. Aunque no es exclusivo de la raza, un 75% de los casos se han detectado en los basenjis.
• Hernia inguinal: protrusión de tejido a través de la pared abdominal. Puede ser congénita o desarrollarse después, en la etapa adulta.
• Displasia de cadera: enfermedad en la que la articulación de la cadera no se forma de manera correcta. Puede tener una causa hereditaria o estar provocada por sobrepeso. Los síntomas frecuentes que se aprecian en los perros que la padecen son cojera, dolor y muchas dificultades al moverse.
• Atrofia progresiva de la retina: enfermedad degenerativa de carácter hereditario que afecta a la retina. El perro va dejando de ver, lo que condiciona su calidad de vida.

El basenji no ladra nunca, y, probablemente, es la raza más silenciosa del mundo. No es mudo, pero para expresarse emite una variedad de sonidos únicos, como aullidos, gemidos y una especie de risa ahogada que puede recordar a la de la hiena.

Los basenji recuerdan a los gatos. Tanto por su temperamento reservado e independiente, en ocasiones, como por cómo se acicalan para mantenerse limpios. Se lamen y utilizan mucho las patas delanteras para frotarse las orejas y la cara. Además, como los felinos, tampoco son nada amigos del agua, del frío y la humedad.

Es una raza considerada hipoalergénica porque no pierde mucho pelo, perfecta para personas amantes de los perros que tienen problemas de alergia, y para aquellas maniáticas de la limpieza.

Con energía liberada y bien atendido, al no ladrar, puede ser un perro perfecto para vivir en un piso dentro de una comunidad con vecinos. Sin embargo, por su necesidad de ejercicio, el espacio ideal para la raza es una casa que cuente con un jardín bien vallado al que pueda salir a desfogarse cuando lo desee.

Por su carácter testarudo es más conveniente para personas y familias que hayan tenido una mascota perruna anterior y cuenten con la experiencia suficiente para educarle con firmeza.

Los basenjis son muy enérgicos y atletas, y a sus propietarios ideales tiene que gustarles el deporte y realizar actividades al aire libre.

Siendo bastante independientes, actuar e ir por libre es algo que se les da maravilla. Además, conservan un fuerte instinto cazador, y, si perciben un rastro, son muy capaces de salir corriendo en su busca sin atender la llamada de sus dueños. En zonas no cercadas o seguras deben ir atados con correa.

El basenji es un perro único en su especie, con mucha personalidad y fiel a su singular forma de ser, pero también amoroso con sus seres queridos. Cuidado como necesita para ser feliz, cumplirá con creces como una estupenda mascota de compañía.