Una perra embarazada puede transmitir sus parásitos internos a los embriones. Por este motivo, se debe proteger a la perra de una infección de gusanos intestinales y, cuando no se llega a tiempo y la hembra se ha contagiado, proteger a los embriones y a los cachorros recién nacidos. Tenias y lombrices son dos peligrosos parásitos intestinales frecuentes en el can, por lo que es imprescindible conocer cómo infectan a la hembra y a los cachorros para impedirlo.
Los parásitos intestinales con forma de gusano, como lombrices y tenias, son capaces de atravesar la barrera de la placenta de una perra embarazada e infectar a los embriones. Para evitarlo, la mejor opción es la prevención, aunque no siempre se llega a tiempo y proteger a los futuros cachorros de una posible infección es esencial para velar por su seguridad.
Proteger a la perra de una infección de gusanos intestinales
Algunas de las medidas que ayudan a mantener sana a la perra antes del embarazo exigen rehuir los espacios sucios que puedan estar infectados, no permitir al can que lama o tome alimentos de la calle y reducir el contacto con animales que puedan estar infectados.
Uno de cada tres perros tiene riesgo de infectarse por parásitos internos
Estos malignos gusanos no son extraños en el can. Según el estudio ‘Animales de compañía: impacto de los parásitos intestinales en la salud pública’, realizado por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, el 30% de los perros en España podrían estar afectados, o haberlo estado, por estos parásitos intestinales.
«La prevención es la mejor estrategia para evitar la infección por gusanos internos en una perra embarazada«, indica la veterinaria Diana Contreras. En su opinión, es relevante aumentar los controles de parásitos cuando se planea cruzar a la perra y fortalecer con dosis extras la frecuencia del habitual tratamiento desparasitario, que ha de hacerse cada tres meses. «Si se prevé cruzar a la perra, conviene desparasitarla de nuevo con productos específicos, justo antes de la monta», señala la veterinaria.
Proteger a los embriones cuando la perra se ha contagiado
No se deben administrar medicamentos a una perra embarazada, pero sí se debe actuar en casos extremos
Aunque la toma de medicamentos no es recomendable durante la gestación del animal -porque puede dañar a los fetos-, «en casos extremos se debe actuar», señala Contreras. Una perra embarazada y contagiada por parásitos internos necesita ser desparasitada, aunque con ciertas precauciones. «Lo ideal es no tener que medicar a una perra durante su gestación, pero en algunos casos es inevitable», reconoce la veterinaria.
El embarazo de la perra dura entre 63 y 67 días. Es durante la última fase de la gestación cuando los cachorros están más formados y grandes. En este periodo, son también más fuertes para soportar una medicación. «En el último tercio de su desarrollo, los fetos tienen menos riesgo de sufrir con la aplicación del tratamiento a su madre», afirma la veterinaria.
La gestación es una de las etapas de mayor requerimiento de energía para una perra. El animal no solo tiene que ocuparse de ella, sino que debe alimentar a los cachorros que crecen en su vientre. Esto explica que una infección de parásitos internos pueda ser muy dañina para nuestra peluda amiga, ya que la debilita: los gusanos se alimentan de los nutrientes que la perra necesita para ella y sus pequeños.
Extremar las precauciones y consultar con el veterinario, en cualquier caso, son claves tanto para prevenir como para tratar las infecciones por parásitos internos en hembras y en cachorros de perro.
Extremar las precauciones con los cachorros recién nacidos
Tras el parto, el peligro no desaparece para los perros neonatos. Un cachorro recién nacido es muy vulnerable a las infecciones: sus órganos aún están en desarrollo y no se valen por sí mismos para defenderse de una infección grave. Los débiles cuerpos de los perros neonatos tampoco están preparados para desparasitarse de inmediato y la medicación es demasiado fuerte para ellos.
«A un cachorro no se le debe administrar el tratamiento de desparasitación antes del mes de vida», advierte la veterinaria. Ello explica que extremar los cuidados, en caso de infección por parásitos durante el embarazo de la perra, sea esencial para que los cachorros nazcan sanos. La infección por parásitos intestinales en los perros neonatos es visible por la inflamación de sus vientres.
Tenias y lombrices en la hembra y sus cachorros
Lombrices y tenias son dos tipos de parásitos intestinales frecuentes en los perros. Mientras que las lombrices son gusanos redondos, con la forma de un cordón, la tenia es un tipo de gusano plano más parecido a una cinta. Ambos tienen efectos nocivos similares en el cuerpo que infectan: pérdida de peso, diarreas, vómitos y una merma de salud generalizada.
Los gusanos que logren superar la placenta de la perra entrarán en el incipiente aparato digestivo de los embriones
La llegada de estos nocivos huéspedes al cuerpo de la perra gestante tiene varias vías. Los parásitos intestinales infectan a nuestra amiga cuando entra en contacto con las heces de animales contagiados. Los alimentos crudos portadores de parásitos son otro foco de contaminación para la perra. Pero los gusanos también se transmiten durante la gestación y la lactancia de los cachorros neonatos.
Esto explica la importancia de prevenir la infección y, cuando ya es tarde, de controlar los gusanos internos para, en la medida de lo posible, evitar el daño a los vulnerables cachorros que se desarrollan en el vientre materno.
Los gusanos intestinales que superen la placenta alcanzarán el incipiente aparato digestivo de los fetos, lo que causa diarreas y pérdida de nutrientes esenciales a los cachorros al nacer. Además, los gusanos están presentes en las heces de la madre, una circunstancia que facilita el contagio por contacto a los cachorros recién nacidos, si no hay una adecuada precaución.
Prevenir los parásitos internos en una perra embarazada es la mejor estrategia para luchar contra ellos.
Si se planea cruzar a la perra, se deben aumentar los controles contra tenias y lombrices internas.
En caso de infección, se debe esperar a las últimas semanas del embarazo para desparasitar: hay menos riesgo para los fetos.
Los cachorros neonatos no deben tomar medicación contra los gusanos antes del primer mes.