El embarazo de la perra: cómo lograr que sea lo más cómodo posible

La perra gestante se muestra a menudo inquieta durante la última fase del embarazo, por lo que el descanso, el ejercicio moderado y los masajes pueden ser esenciales
Por Eva San Martín 17 de abril de 2012
Img perra embarazo
Imagen: Renee V

El embarazo de una perra es una de las etapas más exigentes de su vida. La hembra debe cuidar de ella misma, pero también de los cachorros que crecen en el interior de su vientre. Esto explica que la hembra de perro precise no padecer situaciones de estrés innecesario. Dar cariño a nuestra mascota, propiciar su descanso, evitar situaciones de estrés, facilitarle el ejercicio moderado y darle suaves masajes es una ayuda en estos delicados momentos.

Junto con la lactancia, el embarazo de la perra es una de las etapas de su vida que más requerimiento de energía precisa. El cuerpo experimenta fuertes cambios para alojar a los cachorros que crecen en el útero. Esto explica que evitar innecesarias situaciones de estrés sea esencial para ayudar a que nuestra mascota se sienta lo más cómoda posible durante los poco más de dos meses que dura su gestación.

Descanso para la exhausta perra embarazada

Una perra embarazada debe contar con un ambiente tranquilo y sin extraños, personas o animales ajenos a la casa que puedan alterar este proceso crucial y tan delicado. Esto es más importante si cabe durante la última etapa de gestación de la hembra: los cachorros crecen rápido en su interior y cada vez presionan con mayor intensidad el vientre.

Aprender a interpretar el comportamiento de nuestra mascota es una de las claves para saber si necesita estar sola para descansar. Si el animal no da muestras de querer interactuar con usted, con otros miembros de la familia o con otros animales, hay que dar a la mascota la oportunidad de no hacerlo: su perra pide calma en ese momento.

Construir un paritorio casero es una buena alternativa, que además servirá a su mascota como lugar de descanso donde lograr la intimidad que requiere mientras se prepara para recibir a los cachorros. El paritorio debe construirse en una habitación separada, lejos de los ruidos y de las visitas. El lugar idóneo es una estancia aislada del tránsito habitual del resto de la familia.

La oscuridad proporcionará una atmósfera calmada a la perra gestante. Esto explica que sea aconsejable situar el paritorio en un lugar donde se tenga la posibilidad de permanecer sin luz, o en penumbra, durante ciertas horas del día.

Evitar situaciones de estrés: cuidado con los baños

Para algunas hembras que no se han habituado al aseo desde su etapa de cachorro, la experiencia del baño con agua y jabón puede resultar angustiosa. Esto explica que convenga tener en cuenta ciertas precauciones en el momento del aseo, en especial, con las mascotas gestantes más nerviosas. «Siempre que sea posible, conviene concentrar los baños al principio y a mitad de la gestación, no en los días finales, ya que no es extraño que el aseo durante esos últimos cuatro o cinco días de embarazo provoque en la perra cierto estrés poco recomendable en su estado», explica el veterinario Juan Francisco Sánchez.

Los paseos ayudan a que la hembra gestante se sienta cómoda

El ejercicio moderado es beneficioso para la perra a lo largo de las cerca de nueve semanas (entre 63 y 67 días de media) que dura la gestación, pero es esencial en la última fase del embarazo canino: cuando el momento del parto se acerca, es normal que el animal se muestre inquieto. No es extraño que a partir de la octava semana de gestación arañe el suelo o la cama que se haya preparado para que dé a luz a los cachorros.

La actividad física, limitada a los paseos al aire libre, es muy necesaria durante esta etapa de la gestación, ya que ayuda a que la hembra se sienta más tranquila. Conviene repartir las sesiones de ejercicio diario a lo largo de la jornada. Los paseos de veinte minutos (entre cuatro y cinco) distribuidos durante el día son beneficiosos y necesarios para la perra.

Masaje para la mascota embarazada

Los dolores de músculos y el habitual nerviosismo de la hembra durante la última fase de gestación hace recomendable darle masajes que le ayuden a estar más calmada. Conviene tener especial precaución con la zona del vientre y evitar presiones innecesarias. Incluso, es preferible limitar a suaves caricias el contacto de nuestras manos en esa zona.

Consejos
  • El cuerpo de la perra experimenta fuertes cambios para alojar a los cachorros que crecen en su útero: evite las situaciones de estrés.

  • La mascota gestante debe contar con un ambiente tranquilo y sin extraños, personas y animales ajenos a la casa que puedan alterar este proceso crucial y tan delicado en la vida del animal. Esto es especialmente importante durante la última etapa de gestación de la hembra.

  • Aprenda a interpretar el comportamiento de su mascota: es una de las claves para saber si necesita estar sola para descansar.

  • Construir un paritorio casero es una buena alternativa: ofrecerá a su mascota un lugar de descanso y la intimidad que requiere.

  • Una mascota gestante necesita contar con un espacio que tenga la posibilidad de permanecer sin luz, o en penumbra, durante ciertas horas del día.

  • Evite bañar a su mascota durante los últimos cuatro o cinco días de embarazo: puede causarle un estrés poco recomendable en su estado.

  • Ofrezca a su amiga paseos de veinte minutos (entre cuatro y cinco) distribuidos a lo largo de la jornada, durante la última etapa de la gestación.

  • Los masajes ayudan a la hembra a estar más calmada, pero se han de evitar presiones en la zona del vientre.

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