Perros guardianes: ¿qué dice la legislación sobre ellos?

El perro que cumple funciones de guarda en una propiedad privada debe tener unas condiciones que garanticen su bienestar
Por Carolina Pinedo 30 de enero de 2012
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Imagen: akk_rus

La legislación municipal de ciudades como Madrid regula la tenencia de los perros que cumplen funciones de guarda. De esta manera, se intenta velar tanto por la seguridad de las personas, como por el bienestar de estos animales que, en ocasiones, pasan de ser animales de compañía a guardas sin contrato las 24 horas del día, sin tener en cuenta sus necesidades.

Los perros guardianes no sólo se pueden ver en viviendas particulares, sobre todo chalets, sino también en empresas que tienen en el exterior material susceptible de ser robado. Estos perros se adquieren, en muchas ocasiones, con el único objetivo de persuadir a los intrusos de entrar a la empresa.

El perro guardián que vive a la intemperie debe tener un espacio adecuado donde pueda protegerse de las inclemencias climatológicas
Estos animales pueden no estar en las condiciones que exige la Ley para garantizar su bienestar. Lo cual ocurre si sus propietarios dan prioridad a la seguridad de sus propiedades privadas y no contemplan al perro como un animal que necesita contacto con sus dueños o sentirse integrado en el núcleo de su familia humana.

El perro, aunque cumpla funciones como guardián, debe estar identificado con microchip, como indica la Ley, y tener acceso a la atención sanitaria en caso de que lo necesite, así como estar vacunado y desparasitado, como el resto de los perros.

Ley y perros guardianes

Si tomamos como ejemplo la legislación municipal de Madrid es este sentido, especifica en el artículo 11 de la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de Animales de Madrid lo siguiente:

Los perros destinados a guarda deberán estar bajo la responsabilidad de sus dueños, en recintos donde no puedan causar daños a las personas o cosas y debe advertirse, de forma visible, la existencia de un perro guardián.

El perro guardián que vive a la intemperie debe tener un espacio adecuado donde pueda protegerse de las inclemencias climatológicas, como el calor, el frío, la lluvia o la nieve. Por otro lado, la ordenanza municipal recoge la prohibición de que los perros menores de 6 meses de edad y las perras se dediquen a labores de guarda.

La normativa, también especifica que los perros guardianes no pueden permanecer de manera permanente atados y que, en caso de estar sujetos, debe hacerse de forma que les permita libertad suficiente de movimientos.

En el caso de no cumplirse estos requisitos, se trataría de una situación denunciable frente a las autoridades municipales correspondientes. Se puede comenzar por ponerse en contacto con la Policía Municipal o con la Concejalía de Medio ambiente. La denuncia en estos casos debe derivar en una sanción económica contra el propietario del perro que no cumple las normas que garanticen el bienestar del animal.

Denunciar

La denuncia también se puede interponer a través de una sociedad protectora de animales que cuente con el servicio de un gabinete jurídico que asesore sobre temas relacionados con protección y defensa de animales. Para denunciar este tipo de situaciones, así como cualquier otra, es recomendable aportar la mayor cantidad de documentación posible, como fotos, testigos y, sobre todo, el testimonio y firma de la persona denunciante. Si bien la denuncia puede ser anónima, siempre tiene más fuerza cuando se aporta nombre y apellidos de la persona que denuncia los hechos.

Según Alicia Muñoz, abogada de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, en muchas ocasiones, «cuando la presencia del perro no es necesaria, es frecuente que el perro sea abandonado y éste se puede volver receloso y agresivo porque está asustado, por lo que es probable que el perro cause problemas».

El papel del perro guardián

Lo más recomendable es que el perro guardián cumpla la única función de avisar de un peligro inminente con sus ladridos. La sola presencia de un perro en una propiedad privada es disuasoria.

Lo ideal es que el perro guardián cumpla la única función de avisar de un peligro inminente con sus ladridos
Lo aconsejable es tener perro de guardia con el único fin de que nos alerte ante la presencia de extraños y no convertirlo en una máquina de atacar. Y es que, una agresión sin la supervisión de los dueños, puede tener graves consecuencias.

Hay alrededor de 300 razas de perro, algunas de ellas tienen cualidades específicas para ser perros de guardia. Se caracterizan por tener un oído y olfato excelentes. Gracias al excepcional desarrollo de estos sentidos, pueden detectar con mucha facilidad la presencia de extraños y avisar a los dueños con los ladridos.

En principio, un perro no tiene que ser de determinada raza para ser guardián, aunque hay algunas que por su carácter y aspecto físico, tienen más predisposición y facilidad para serlo. Las razas que de manera más habitual cumplen tareas como perros guardianes son:

Ovejero alemán, doberman, gran danés, aireadle terrier, schnauzer gigante, fila brasileño, mastín napolitano, rottweiler y ovejero belga.

Acudir a un adiestrador

El perro que va a cumplir funciones que van más allá de la mera alerta de sus dueños frente a la presencia de extraños debería de estar adiestrado y educado de manera correcta para evitar accidentes y problemas. Si se consulta a un adiestrador canino, hay que elegir un buen profesional. Un buen educador puede hacer maravillas con el perro pero, en caso contrario, puede perjudicar al animal.

El adiestrador debe ser: buen observador, intuitivo, tener los conocimientos adecuados, y saber imponer sus normas. El mejor método para aprender es en el que se usan los refuerzos positivos, la paciencia y el cariño, así que hay que desechar todo lo que sea: la letra con sangre entra. Antes que un guardián, el perro debe ser un compañero, que forma parte de la familia y que tiene cubiertas sus necesidades para conseguir su felicidad y bienestar.

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