Un perro sano no pierde el apetito, salvo que no le guste la comida que tiene en su cuenco. La inapetencia canina se puede deber a causas diversas, como problemas de salud, tanto física como psicológica. Pero también sucede cuando el perro quiere llamar la atención de su dueño. Descubrir las razones más frecuentes por las que un can deja de comer es fundamental para aportar soluciones que le animen de nuevo a alimentarse.
Causas que provocan la pérdida de apetito del perro
Enfermedades como el cáncer o determinados tratamientos farmacológicos, como antibióticos o antiinflamatorios, pueden acabar con el apetito del perro. Un can que pase entre uno y tres días sin comer puede estar enfermo y conviene acudir al veterinario para averiguar la causa de su inapetencia.
Un can que pase entre uno y tres días sin comer puede estar enfermo y conviene acudir al veterinario
En otras ocasiones, son las circunstancias vitales del perro (cambios en la familia, mudanzas o viajes) las que influyen en el apetito del can. Los cambios en el entorno familiar afectan a su estado de ánimo y ganas de comer. Un perro triste, nervioso, deprimido o ansioso puede alimentarse peor porque esté apático. «Una situación como un divorcio puede alterar el comportamiento del can», explica Roberto Elices, veterinario, experto en nutrición y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Además hay otros factores, como la edad del animal, que contribuyen a que el perro tenga menos apetito. Pero en este caso la inapetencia se puede considerar normal, ya que un perro mayor realiza menor actividad. Su metabolismo funciona a un ritmo más lento y necesita ingerir menos alimento.
Razones más frecuentes por las que un can deja de comer
Ofrecer solo pienso seco al perro puede convertirse en un suplicio para el can
Las razones por las cuales un can deja de comer pueden ser de carácter ambiental (circunstancias externas que rodean al perro) o relacionadas con la salud física o psicológica del animal. Entre las causas más habituales de la falta de apetito en el perro destacan las siguientes.
1. La ingestión de otros alimentos que no conforman su comida habitual. Las galletitas caninas, o restos de alimentos que el dueño ofrece al perro mientras come la familia, pueden provoca que el can no muestre interés por su alimento. En estos casos, el problema no es que el perro no tenga apetito, sino que lo sacia con alimentos inadecuados y fuera de su horario habitual de comida.
2. El perro se aburre de su pienso o ha tenido un cambio en su dieta que no le gusta. Los perros también se cansan de comer siempre el mismo alimento. Así lo cree Miguel Ibáñez, especialista universitario en comportamiento animal. El pienso cubre las necesidades nutricionales del perro, pero no siempre satisface su paladar. Según Ibáñez, «puede entenderse como un castigo al animal no dejarle disfrutar de otro tipo de comidas diferentes a su pienso seco».
3. A algunos perros les gusta llamar la atención de sus dueños a través de la alimentación. Helena Bat, etóloga canina, opina que «el dueño, de manera inconsciente, puede condicionar conductas alimentarias inadecuadas en el perro». Ocurre, afirma Bat, cuando se le «permite comer, fuera de su plato, caprichos que le ofrezcan miembros de la familia».
4. La depresión puede derivar en pérdida de apetito del can. Los perros también se entristecen y deprimen por diversas causas, como pérdida de un ser querido o el regreso a la rutina tras unas vacaciones (depresión postvacacional). La apatía provoca que el animal pierda las ganas de comer.
Cómo actuar frente a la falta de apetito del perro
Aunque no es habitual, un perro puede llegar a morir por no ingerir alimento durante situaciones como una depresión. «En estos casos, el can además duerme durante horas, porque pierde toda su energía vital», explica Bat. Determinar la causa de la pérdida del apetito en el perro es fundamental para solucionar el problema. Un can con depresión requerirá un tratamiento veterinario o psicológico específico. Si la falta de apetito se debe a una patología física, como una gastroenteritis, habrá que paliar los síntomas de la enfermedad para lograr que el perro recupere las ganas de comer.
Preparar alimentos que al perro le resulten más atractivos también ayuda a que recupere el apetito. En general, puede servir un alimento húmedo, que es más sabroso, e incluso, guisos caseros que atraigan el paladar del perro inapetente. No obstante, el veterinario debe supervisar cualquier cambio en la dieta del can.