Voluntariado en una protectora de animales, pasos para colaborar

Contactar con la asociación, ser seleccionado y seguir una pequeña formación son algunas pautas para formar parte de una asociación de defensa animal
Por Carolina Pinedo 18 de agosto de 2012
Voluntarios protectora
Imagen: Kristine Paulus

Conocer los pasos para colaborar con una asociación de protección animal es la primera herramienta para convertirse en voluntario de uno de estos grupos. Las sociedades protectoras de los derechos del perro basan gran parte de su importante labor social en la colaboración y el esfuerzo de sus voluntarios, cuyo perfil corresponde en su mayoría a mujeres comprometidas, aunque también destacan otras colaboraciones. En todos los casos, los motivos para colaborar son las ganas de ayudar a los animales abandonados y garantizarles un futuro mejor.

Un voluntario de una sociedad protectora es una persona con empatía y amor por los animales

Cualquier persona con empatía y amor por los animales puede convertirse en voluntario de una sociedad protectora de animales. Es cuestión de compromiso e interés por ayudar a que los perros y gatos que viven en los albergues sean más felices, tengan mejor calidad de vida y reciban el cariño que se les negó al abandonarles.

Pasos para colaborar con una asociación de protección animal

Paso 1: localizar la protectora. Internet permite localizar de manera rápida y sencilla a las asociaciones de defensa de los animales que funcionan en cada comunidad autónoma española. Algunas asociaciones necesitarán de manera inmediata voluntarios para tareas y labores concretas en las que ya trabajen. En este caso, el voluntario comenzaría su colaboración con la asociación desde el mismo momento de su ofrecimiento.

Cada asociación tiene su propia política de selección de voluntarios que ayudarán en el trabajo diario

Paso 2: contactar con la asociación. Cada asociación de protección animal tiene su propia política para seleccionar a los voluntarios que les ayudan en su trabajo diario. La persona que tenga interés en colaborar en una asociación de protección de animales puede ponerse en contacto con la que elija, a través del teléfono o bien por correo electrónico.

Las asociaciones toman nota de los datos de la persona que propone sus servicios como voluntario. Estos se incluyen en una lista, con el fin de ponerse en contacto con el voluntario cuando se necesite su ayuda.

Paso 3. Formación de los voluntarios. Otras asociaciones, como es el caso de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA), solicitan seguir un cursillo durante algunos días. En este curso se explica cómo funciona la asociación, sus objetivos y el papel que cumplen los voluntarios. Según esta protectora, se pretende así explicar a los futuros voluntarios la importancia de su compromiso con el cuidado de los animales de la asociación.

Paso 4. Colaborar. La labor de los voluntarios es fundamental para llevar a cabo tareas esenciales como acogidas temporales de animales. Las acogidas son frecuentes en cachorros o perros muy mayores, que requieren cuidados más personalizados hasta que encuentren un adoptante adecuado.

Cualquier ayuda es importante para sacar adelante una asociación de protección animal, que necesitará recursos económicos para solventar los gastos de mantenimiento y cuidado de los animales. El voluntario debe comprometerse a cumplir ciertas tareas de apoyo y a dedicarle un número de horas a la semana.

Perfil del voluntario

El perfil de los voluntarios de las asociaciones de protección animal está muy definido. En su mayoría, son mujeres comprometidas con el cuidado y la defensa de la calidad de vida de las mascotas. El 95% de los voluntarios y colaboradores de la Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) son mujeres, estima una portavoz de la entidad.

Esta organización, que defiende los derechos del perro en España, asegura que esta característica es común a muchas asociaciones de protección animal de nuestro país. ¿El motivo? En su opinión, se debe a «un mayor compromiso y sensibilidad con los animales» por parte de las mujeres. En esta organización, algunas voluntarias han prestado sus servicios durante más de 15 años.

Pero además de las mujeres, destaca otro perfil muy dispar de voluntarios. Colaboran con las sociedades protectoras desde niños que acuden con sus padres para cuidar a los animales -o acogerlos en su casa de manera temporal- hasta jubilados. En cuanto a la formación y dedicación laboral, no hay un tipo definido, sino que se cuenta con el apoyo y experiencia de diferentes profesionales: desde jardineros a informáticos, profesores y amas de casa.

Motivos para ser voluntario

Ayudar a los animales más desamparados es una labor gratificante con la que, además, se cumple un papel fundamental: lograr una sociedad más justa con estos seres vivos.

Maite Yepes, voluntaria de la Asociación para la Liberación y el Bienestar Animal (ALBA), explica que, en su caso, el motivo para ser voluntaria es conocer las «calamidades» por las que han pasado los animales y querer ayudarles «para que sean un poco más felices». Y es que, la labor de los voluntarios de las asociaciones de protección animal es fundamental para mantener a los perros y gatos que quedan desamparados tras ser abandonados por sus dueños.

Yepes también destaca el rechazo e incomprensión social que, en ocasiones, sienten las personas que colaboran con la protección animal. Lamenta las críticas «por no dedicarnos a labores humanitarias, sino a los animales» y estima que, si no se tiene empatía con los animales, «tampoco se puede tener con las personas».

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