2010, ¿se podrá salvar la biodiversidad?

Diversos expertos dudan de que se logren los objetivos de este Año Internacional de la Diversidad Biológica
Por Alex Fernández Muerza 14 de enero de 2010
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Imagen: Volker Schumann

La acelerada pérdida global de especies, mil veces superior a la tasa natural, ha llevado a la ONU a proclamar 2010 como Año Internacional de la Diversidad Biológica. En todo el mundo, se llevarán a cabo diversas actuaciones y celebraciones, en las que España, responsable de la Presidencia Europea, aspira a tener un papel destacado. El elevado impacto ambiental actual y los escasos resultados de recuperación hasta el momento hacen pensar a diversos expertos que no será posible lograr estos objetivos. Por ello, se reclama un mayor esfuerzo de toda la sociedad, incluidos los consumidores.

El mundo se enfrenta a una crisis de extinción de especies que amenaza no sólo a la naturaleza, sino a la humanidad misma. Toda los seres vivos, incluidos los humanos, dependen de la biodiversidad y los recursos naturales que proporciona. Diversos estudios han empezado a cuantificar el valor económico que supone la desaparición de las especies y la degradación de sus ecosistemas.

Se estima que en la actualidad se extinguen unas 30.000 especias al año
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la tasa de desaparición de especies en el último siglo es mil veces superior a la natural, como consecuencia del cada vez mayor impacto de las actividades humanas. La última actualización de la Lista Roja de la UICN ha señalado 47.677 especies amenazadas, de las que 17.291 están en peligro de extinción: el 70% de las plantas, el 37% de las especies de peces de agua dulce, el 35% de los invertebrados, el 30% de los anfibios, el 28% de los reptiles, el 22% de los mamíferos conocidos y el 12% de las aves. Los responsables de esta organización recuerdan que una vez que una especie se ha extinguido, se ha ido para siempre.

La Lista Roja es sólo una pequeña muestra de una situación que podría ser incluso peor: se estima que en la actualidad se extinguen unas 30.000 especias al año. La ONU señala como principales amenazas la deforestación, los cambios en el hábitat y la degradación de las tierras, los efectos del cambio climático o la propagación de las especies exóticas invasoras.

El actual 2010 podría ser un punto de inflexión en esta tendencia. Por lo menos, así lo desea la ONU, que lo ha proclamado como Año Internacional de la Biodiversidad. El objetivo es concienciar a la sociedad y encontrar soluciones reales para proteger el medio ambiente natural.

Img tortuga001 Pero 2010 es también el año en el que la Convención de Diversidad Biológica (CBD), firmada por 150 líderes gubernamentales en 1992 durante la Cumbre de Río, se marcaba como meta para lograr una reducción significativa de la tasa actual de pérdida de especies a escala global. Para ello se lanzaba el Programa «Cuenta Atrás 2010», con unos objetivos y unos planes de trabajo concretos en países de todo el mundo.

Diversas redes y comités, integrados por todo tipo de entidades (instituciones nacionales, regionales y locales, entidades privadas, ONG o universidades) se han formado para intentar lograr estos objetivos. Las líneas de actuación trazadas son muy variadas: mejora del estado de conservación de especies protegidas y en peligro, mejora de los hábitats naturales, investigación del estado de la biodiversidad, creación de más áreas naturales protegidas en tierra y mar, adopción de nuevas maneras de combinar la conservación y el comercio, aumento de la conciencia pública, etc.

El objetivo fundamental de la Presidencia española pasa por alcanzar una meta post-2010
Durante todo el año se tiene prevista la organización de diversos actos en todo el mundo. El 22 de mayo, Día Internacional de la Biodiversidad, se hará un hincapié especial en la importancia de detener la pérdida de especies. En octubre, la ciudad japonesa de Nagoya albergará uno de los eventos más importantes: la 10ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

España, como responsable de la Presidencia Europea este año y uno de los países con más biodiversidad de la Unión Europea (UE), pretende tener un papel protagonista. Los primeros actos de este Año Internacional se celebrarán en Madrid, junto a París y Berlín, y durante los días 26 y 27 de enero la capital española acogerá una Conferencia Internacional en materia de biodiversidad.

Según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), el objetivo fundamental de la Presidencia española pasa por alcanzar una meta post-2010 sobre conservación de la biodiversidad y ecosistemas dentro de la UE. Otra de las prioridades de España consiste en la puesta en marcha de un Protocolo del Régimen de Acceso y Reparto de beneficios generados por los recursos genéticos, sobre el que se espera llegar a un acuerdo en la Cumbre de Nagoya.

Por su parte, las principales organizaciones ecologistas han anunciado que desarrollarán múltiples actividades este año para sensibilizar a la sociedad acerca de la importancia de conservar la biodiversidad.

Los objetivos no se lograrán

El elevado ritmo de degradación natural y los resultados alcanzados hasta el momento llevan a pensar a diversos expertos de todo el mundo que los objetivos de 2010 no se podrán cumplir. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) indicaba en su evaluación de 2009 la imposibilidad de lograrlos.

En octubre del año pasado, los más de 600 expertos del Programa Internacional de Ciencias de la Biodiversidad (Diversitas), reunidos en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), llegaban a la misma conclusión. Georgina Mace, investigadora en el Imperial College de Londres (Reino Unido) y vicepresidenta de Diversitas, señalaba que no sólo no se cumplirán los objetivos de 2010, sino tampoco los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU de 2015 para mejorar la salud y sustento de las personas más pobres y vulnerables del mundo, que dependen también de la biodiversidad. Los expertos de esta organización científica llamaban la atención sobre la tasa de extinción de las especies de agua dulce, de cuatro a seis veces mayor que la de sus familiares terrestres y marinos.

En marzo, un grupo de 50 expertos internacionales reunidos en Bonn (Alemania) pronosticaron que las metas globales de 2010 no se alcanzarían. A pesar de ello, este grupo de científicos recomendaba no caer en el desánimo y seguir en la línea de las buenas actuaciones en conservación de la biodiversidad que se llevan a cabo en distintas partes del mundo.

Cómo detener la pérdida de biodiversidad

Los objetivos del Año Internacional de la Biodiversidad son buenos, pero necesitan un apoyo más ambicioso por parte de toda la sociedad. La organización conservacionista WWF señala varias medidas concretas que la UE debería llevar a cabo durante 2010: puesta en marcha de una Red Natura 2000 marina, creación de un fondo económico específico para biodiversidad, reforzamiento de las medidas legales y económicas para detener el comercio de madera ilegal, o la aprobación de la Directiva Marco de Suelo.

Ecologistas en Acción recuerda que, aunque las administraciones y las grandes empresas tienen mayor responsabilidad y más medios para ello, cada persona puede adoptar muchas medidas para detener la destrucción de la biodiversidad: respetar la naturaleza y en especial los seres vivos amenazados, utilizar transporte público, consumir menos energía, llevar a la práctica las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), adquirir alimentos ecológicos y/o elaborados de forma sostenible o ahorrar agua.

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