6 claves para evitar que España se convierta en África

El cambio climático podría hacer que el clima de nuestro país sea a mitad de siglo como el del norte de África
Por Alex Fernández Muerza 25 de julio de 2017
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Imagen: AntonioGuillemF

Si cada vez que sufre las altas temperaturas de una ola de calor piensa que, en vez de en España, se encuentra en África, no va muy desencaminado: si el cambio climático continúa al ritmo actual, a mediados de siglo nuestro país tendrá un clima parecido al del norte del continente africano. Este artículo señala seis claves para intentar evitarlo: cambiar el modelo energético, lograr una movilidad sostenible, apoyar la economía circular, conservar los bosques, asumir medidas de adaptación y saber cómo luchar contra el cambio climático en casa.

Salir a la calle y tratar de soportar temperaturas que rondan e incluso superan los 40 grados centígrados empieza a ser algo habitual en muchas localidades de España. Los científicos alertan de que las olas de calor serán cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático.

Las olas de calor serán cada vez más frecuentes en España como consecuencia del cambio climático
En este contexto, el clima de nuestro país podría ser similar al del norte de África a mediados de siglo, si las temperaturas medias se elevan en 2 ºC más, mientras que la zona norte de Europa tendría un clima como el que ahora tiene la sur, con extremos de calor más acentuados para ambos casos. Así lo señala el informe ‘Cambio climático en Europa 1950-2050. Percepción e impactos’ elaborado por Jonathan Gómez Cantero, geógrafo y climatólogo experto en riesgos naturales y miembro del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU.

Las medidas para hacer frente al cambio climático y evitar la «africanización» del clima son, por tanto, necesarias, más si cabe en nuestro país, ubicado en una de las áreas más vulnerables del mundo a este problema ambiental, como recuerda el IPCC. A continuación se señalan seis claves para ello:

1. Cambiar el modelo energético

El elevado y acelerado aumento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera es el causante del cambio climático. Su principal responsable es el actual modelo mundial de consumo energético, basado en la quema de combustibles fósiles. España encabeza la Unión Europea (UE) en aumento de emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal GEI, debido sobre todo al incremento del consumo de carbón para electricidad, según datos del Observatorio de Sostenibilidad (OS). Convertir España en un país de bajo carbono es, por tanto, una prioridad. Para ello, aparte de disminuir el consumo de carbón y petróleo, en especial en las empresas más contaminantes, se pueden tomar otras medidas: aumentar el empleo de las energías renovables, que se han frenado en los últimos años, o incrementar la eficiencia energética para reducir el derroche de energía.

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Imagen: gbh007

2. Lograr una movilidad más sostenible

El transporte supone una cuarta parte de las emisiones domésticas totales de CO2 en España. Para mermarlas, resulta esencial no usar tanto el vehículo privado y apostar por un modelo de movilidad sostenible basado en el transporte público, la bicicleta o el aumento del transporte de mercancías por ferrocarril.

3. Transformarse en una economía circular

La economía actual se basa en un sistema de producción lineal. Las materias primas se extraen para fabricar productos que luego se utilizan y se eliminan. Este modelo del «usar y tirar», además de insostenible, supone la emisión de grandes cantidades de GEI. Por ello, España debe apostar por convertirse en una economía circular donde todo se aprovecha en un ciclo y los residuos ya no son algo inútil de lo que hay que desprenderse, sino un producto que se aprovecha.

4. Conservar nuestros bosques

Los bosques actúan como «sumideros de carbono», es decir, retienen el CO2. La mejora del estado de los bosques contribuiría, por tanto, a contener las emisiones. El aumento de las medidas de prevención y extinción de incendios forestales, los planes de reforestación con árboles autóctonos o las políticas de gestión sostenible de productos madereros deberían ser también prioritarios.

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Imagen: Mari Jose Barriola

5. Asumir medidas de adaptación

El cambio climático es ya una realidad y sus impactos ambientales y económicos ya los sufre España, como recuerdan los científicos. Por ello, además de las medidas de mitigación citadas, nuestro país debería poner en marcha medidas de adaptación a esta realidad para protegerse en lo posible de sus consecuencias.

6. Todos podemos y debemos contribuir

Actuar contra el cambio climático es cosa de todos y cada uno, en la medida de sus posibilidades, puede y debe contribuir a ello. Las instituciones, tanto a nivel nacional como autonómico y local, pueden poner en marcha planes específicos de mitigación y adaptación, al igual que las empresas. Los ciudadanos también son importantes y pueden asumir modelos de consumo sostenibles: no derrochar energía, sustituir el coche privado por el transporte público o la bicicleta, alimentarse con productos bajos en carbono, asumir las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), etc.

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