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Alberto Navarro, Asociación de Fundaciones de Conservación de la Naturaleza
Con un medio ambiente adecuado el gasto sanitario es menor
- Autor: Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
- Fecha de publicación: viernes 11 noviembre de 2016

La humanidad depende absolutamente de la naturaleza, pero no se hace lo suficiente para su conservación. Para intentar acabar con esta contradicción, la Asociación de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza (AFN), una de las principales entidades conservacionistas españolas que reúne a una quincena de organizaciones y unos 100.000 simpatizantes en todo el país, ha publicado el estudio ‘Importancia social del medio ambiente y la biodiversidad’ que deja en evidencia las relaciones entre medio ambiente, salud y bienestar de las personas. Su autor principal, Alberto Navarro, explica a la luz del informe que la sociedad no es consciente de la importancia de proteger la biodiversidad o la naturaleza para su salud, su economía, etc., entre otras cuestiones, porque “los que trabajamos en medio ambiente no estamos comunicando de forma adecuada“.
¿Hasta qué punto es importante el medio ambiente en el bienestar de las personas?
La humanidad depende absolutamente de la naturaleza para proveerse de muchos factores clave para la salud, como una nutrición adecuada, agua y aire limpios, prevención de enfermedades infecciosas, defensa ante desastres naturales, servicios de los ecosistemas, etc. Parece que todo el mundo lo tiene claro, pero luego parece difícil trasladarlo a la sociedad. En nuestro trabajo hemos tratado de dejarlo lo más claro posible.
Entonces no está tan claro como parece.
¿Qué es el cambio global?
Es el cambio en conjunto que está ocurriendo en el sistema Tierra. El cambio se está produciendo a todos los niveles del medio ambiente y de la vida de los seres humanos, no solo en el clima.
El informe también señala los beneficios de estar en contacto con la naturaleza. ¿Cuáles son los principales?
Hay una serie detallada de beneficios directos, en los que hay consenso científico, desde el punto de vista psicológico, cognitivo, fisiológico, en cuanto a la regulación y exposición de enfermedades, social, estéticos, culturales y espirituales, etc. Las personas que tienen naturaleza cerca, incluso en forma de parques, gozan de mejor salud con respecto a que quienes no la tienen. También hace aumentar la resiliencia, la capacidad de resistir a los impactos y ser más saludable.
¿Cree que la gente en general ha perdido el contacto con la naturaleza?
Sí. Se habla del déficit de naturaleza, que se relaciona con el deterioro de la salud y el bienestar de las personas.
¿Se puede ser un consumidor y cuidar el medio ambiente?
¿Los ciudadanos tenemos capacidad para cambiar las cosas?
Desde luego. Las decisiones de compra son lo primero, pero no es lo único. El ciudadano tiene que estar acompañado de las administraciones y las empresas.
¿Cómo calificaría el estado de conservación del medio ambiente y la biodiversidad en España?
¿Qué medidas serían necesarias para mejorar la protección ambiental en España?
Apoyar más al tercer sector ambiental (las ONG de conservación de la naturaleza), que hace un esfuerzo monumental con apenas recursos, y reforzar los recursos para medio ambiente de la Administración. El primero de los sitios a los que se quitan recursos es al medio ambiente. Siguen los trabajadores, pero sin apenas recursos para hacer acciones. El empleo de recursos en medio ambiente no es un gasto, es una inversión, ya que, como decimos, beneficia a los ciudadanos, a la salud, a la economía, etc. Con un medio ambiente adecuado el gasto sanitario es mucho menor. También habría que desarrollar aspectos normativos y reglamentarios, por ejemplo, para facilitar la conservación de la naturaleza en el ámbito privado, como la custodia del territorio o los bancos de conservación.
¿Qué es la custodia del territorio?
Estos días se está celebrando la COP22 de Marrakech. ¿Qué espera de esta Cumbre del Clima?
Soy optimista. Todas estas acciones son positivas, pero no son suficientes. Las ayudas directas a la industria de los combustibles fósiles son del orden de unos 600.000 millones de euros al año, mientras que para el Acuerdo de París se está aportando algo más de 100.000 millones para cinco o seis años. Esto debe cambiar, no es posible que se diga que no hay dinero y se destine tal cantidad a una industria madura como la de los combustibles fósiles, mientras las energías renovables o la conservación de la naturaleza están faltos de ellos.
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