Biodiversidad en España

Nuestro país dispone de la mayor variedad de especies de Europa, pero cada vez se encuentra más amenazada
Por Alex Fernández Muerza 21 de junio de 2010
Img lince iberico
Imagen: Enrique A.

España alberga la mayor diversidad de especies de Europa, con miles de clases de todo tipo. De ellas, un gran número son endémicas, únicas en el mundo. Sin embargo, los expertos en conservación y las asociaciones ecologistas advierten del aumento de las especies en peligro, a pesar de los esfuerzos institucionales. Las amenazas son cada vez más variadas y su impacto creciente, por lo que reclaman mayores medidas y la concienciación de toda la sociedad y, en especial, de los consumidores.

España, el país con mayor biodiversidad de Europa

Más del 80% del total de especies de plantas vasculares que hay en Europa y más del 50% de las especies animales se concentran en España, que tiene la mayor variedad de aves, mamíferos y reptiles y ocupa el tercer puesto en diversidad de anfibios y peces, según datos del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE).

En cifras absolutas, se estima que hay 10.000 especies distintas de plantas, de las que 6.500 son autóctonas y 1.500 endémicas. En cuanto a los animales, se calcula que hay entre 50.000 y 60.000 especies diferentes. Entre ellas, algunas, como el águila imperial o el lince ibérico, sólo viven en España. La variedad de hábitats de su territorio también es muy alta: de los 226 tipos reconocidos como de alto interés por la Unión Europea en su Directiva Hábitats, el 54% están ubicados dentro de las fronteras españolas.

España cuenta con 10.000 especies distintas de plantas y entre 50.000 y 60.000 especies animales

Diversos factores explican esta gran biodiversidad sin igual. La península, a pesar de su pequeña extensión relativa, tiene una gran variedad de climas, hábitats, zonas montañosas, etc. En cuanto a las Canarias, su flora y fauna es distinta a la del resto del país y de Europa, gracias a su clima particular y a su carácter insular. La tardía industrialización, más lenta que en otros lugares de Europa, ha supuesto que se conservaran más áreas naturales. Los usos tradicionales del territorio, asociados a sistemas agrarios y forestales no intensivos, han propiciado también la gran biodiversidad española.

Especies en peligro y principales amenazas

Img foca monje001Esta enorme biodiversidad, al igual que en otros lugares del planeta, sufre una gran presión, cada vez mayor, que pone en peligro la continuidad de muchas especies. La Lista Roja de la Unión Mundial de Conservación de la Naturaleza (UICN) indica que España es el país de la UE con un mayor número de plantas vasculares amenazadas (un 4,8% de la flora está en peligro de extinción) y con un 28% de vertebrados incluidos en las categorías de peligro crítico, en peligro y vulnerable.

El peligro crítico de extinción ronda a 16 especies, como la foca monje, el sapillo balear, el lagarto gigante de El Hierro, el citado lince ibérico entre los animales, el acebo o el saúco canario entre las especies vegetales, o el esturión entre los peces.

En los últimos cien años se han extinguido en España 17 especies y subespecies de animales y 24 especies vegetales
Ecologistas en Acción asegura que en los últimos cien años se han extinguido en España, que se sepa, 17 especies y subespecies de animales y 24 especies vegetales, 15 de las cuales eran endemismos. Cabe recordar que la región mediterránea, en la que se encuentra España, es uno de los 25 puntos calientes de biodiversidad («hotspots») que hay en todo el mundo.

Los expertos señalan varias amenazas que explican esta delicada situación:

Fragmentación y destrucción de hábitats, en especial de ecosistemas forestales, y más en algunas zonas que en otras. La expansión descontrolada del desarrollo urbano y turístico, la construcción de infraestructuras en espacios naturales sensibles, la tala de bosques autóctonos y su sustitución por especies de rápido crecimiento, el abandono de la agricultura y ganadería tradicional y la expansión de un modelo intensivo, los incendios forestales, o la desertificación y degradación del suelo han hecho mucho daño a la biodiversidad en España. En el medio marino, la sobrepesca y la alteración y degradación de los ecosistemas han supuesto un fuerte impacto.

Contaminación: los residuos agrícolas, industriales y urbanos, la lluvia ácida, el abuso de pesticidas y abonos nitrogenados han contribuido a poner en riesgo a bastantes especies.

Comercio y caza ilegal de especies, e introducción de especies invasoras. Los cebos envenenados, a pesar de ser ilegales, también ponen en peligro a especies protegidas muy vulnerables.

Cambio climático, un peligro global del que España es, por sus características, más sensible a sus efectos.

Gestión inadecuada de los espacios protegidos y falta de coordinación en los planes de conservación: las comunidades autónomas y los municipios vecinos no trabajan juntos y hay grandes diferencias entre las medidas de unos y otros.

Cómo combatir los problemas de la biodiversidad en España

La conservación de la biodiversidad es un aspecto clave no sólo para preservar el patrimonio natural, sino para garantizar el desarrollo sostenible presente y futuro. Se ha demostrado que la pérdida de especies y hábitats repercute en la economía. Por ello, las instituciones han puesto en marcha varios programas de conservación. En la actualidad, la Red Natura ocupa el 25% de la superficie española. El Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (CNEA) refleja el aumento de especies amparadas por medidas legales de protección, sobre todo aves y plantas.

Los esfuerzos se han visto recompensados en algunos casos: se ha comprobado el aumento del número de algunas especies en peligro, como las águilas imperiales, los osos pardos o los lobos, y la superficie de bosques también se ha incrementado.

Sin embargo, diversos expertos recuerdan que todavía queda mucho por hacer. Ecologistas en Acción advierte de que, a pesar de estos esfuerzos, las amenazas son cada vez mayores y degradan los recursos naturales a un ritmo vertiginoso. La puesta en marcha de mayores medidas y mejor gestionadas, con la colaboración de todas las instituciones, la concienciación de los ciudadanos, la recuperación del campo y la ganadería tradicional, la promoción del desarrollo sostenible o la prohibición de actividades y proyectos que dañen la riqueza natural, son algunas de las medidas que contribuirían a frenar la pérdida de biodiversidad en España.

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