Cada año se descubren en la Península unas 300 especies nuevas de insectos

La mayoría son escarabajos: aparecen unos 100 al año y, en total, rondan las 14.000 especies
Por EROSKI Consumer 19 de agosto de 2003

El pasado mes de julio, el entomólogo del Proyecto Fauna Ibérica del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, José Ignacio López Colón, descubrió una nueva especie de escarabajo al que bautizó con el nombre de «Cryptocephalus bahilloi», en honor a su colega vizcaíno Pablo Bahillo de la Puebla. El hallazgo de este coleóptero ha puesto de actualidad el complejo mundo de los insectos. En la Península Ibérica se catalogan cada año unas 300 especies nuevas de insectos y muchas se extinguen antes de ser descubiertas por la ciencia.

«Hace unos meses, describí con un amigo en Cantabria una especie mucho más grande y para mi gusto más interesante, la «Cebrio cantabricus», de casi un centímetro. Pero no le hicieron tanto caso», cuenta López Colón. Este experto, a lo largo de su carrera, ha dado con unos 30 coleópteros desconocidos. Se podría decir que este ingeniero agrícola es un aficionado a la entomología, ya que para subsistir trabaja en una empresa. Lo mismo sucede con su amigo Bahillo, quien se gana la vida como profesor de instituto. Ambos investigan la vida de los invertebrados por amor al arte, y ahora están a punto de acabar dos nuevos volúmenes sobre su especialidad: los escarabajos.

Los estudiosos de la fauna prefieren utilizar el término «describir» a «descubrir», porque los animales ya existen y lo que ellos hacen es estudiarlos y catalogarlos cuando aún no aparecen en ningún registro. Es una lucha contra el tiempo, porque muchas especies se extinguirán antes de ser conocidas. «En Madrid y en Bilbao se está edificando todo», dice López Colón en referencia a la amenaza que la urbanización supone para los insectos.

En la Península se conocen cerca de 60.000 especies de animales, de las cuales un 97% corresponden a invertebrados y, de éstas, un 80% a insectos, explica María Ángeles Ramos, directora del proyecto Fauna Ibérica, mediante el que se pretende completar la base de datos de especies. Del universo de bichos, la mayoría son escarabajos: aparecen unos 100 al año y, en total, rondan las 14.000 especies. En todo el mundo, hay catalogados más de 360.000 tipos de escarabajo.

Proceso complejo

El proceso para describir un nuevo integrante de estas familias no es sencillo, exige años de minucioso trabajo, tal como demuestra la última experiencia de López Colón con el «Cryptocephalus bahilloi». «Hice el muestreo a principios de los años 90 en Rivas-Vaciamadrid. Hallé este coleóptero en la única planta en la que vive, el Limonio de los Yesos. No me sonaba. Vi material del museo, consulté libros y nada. Lo terminé asociando al grupo al que pertenece, que es de un género muy extenso. Es tan complejo que tuve que hacer estudios de la morfología del pene y compararlo con el de otras especies», señala el investigador.

El paso siguiente fue escribir un artículo, enviarlo a una publicación científica, en este caso francesa, que a su vez lo pasó a manos de evaluadores internacionales para que dieran el visto bueno al descubrimiento. Finalmente, la revista del Jardín Botánico de Niza dio la noticia de que el insecto hallado por el entomólogo, hace más de diez años, era un desconocido y se trataba de una nueva especie endémica de Madrid, emparentada con la del escarabajo de la patata.

Nombre dedicado

Quien describe una nueva especie tiene el privilegio de bautizarla. Según las normas, el nombre debe ser en latín y compuesto. «La primera parte se refiere al género al que pertenece, y la segunda se lo puedes poner tú. Puede evocar a una región o a una persona. A mi mujer, Amelia, le dediqué uno de los primeros insectos que describí. «Cryptocephalus bahilloi» se llama así en honor a Pablo Bahillo, un colega y uno los mejores entomólogos de España y Europa», afirma López Colón.

El investigador apostilla que países como Reino Unido, Alemania y Francia conocen mucho mejor su fauna, ya que «nos llevan años de ventaja en cuanto a nivel científico».

En el mundo de los escarabajos ibéricos se calcula que hay como mínimo unas 20.000 especies; aún queda por describir un 30%. Pero, en otros grupos -como mariposas, pulgones, moscas y mosquitos-, el porcentaje por catalogar es todavía mayor, y en general el porcentaje de especies desconocidas se aproxima al 40%.

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