El verano ya ha comenzado, pero el medio ambiente nunca se va de vacaciones. Por ello, también al disfrutar de unos días de descanso, no hay que olvidar continuar con los hábitos de consumo ecológico. Este artículo ofrece consejos para disfrutar del verano y cuidar a la vez el medio ambiente.
Evitar el calor
El calor estival se puede combatir de manera ecológica, y además ahorrando dinero, al seguir varios consejos: utilizar ropa ligera; beber agua y comer frutas y verduras; ventilar la casa y evitar que entre el calor; emplear ventiladores y si se usan climatizadores que sean lo más eficientes posible; utilizar sistemas basados en energías renovables, etc.
Reducir, reutilizar y reciclar
Durante el periodo estival es importante continuar con las tres prioridades del consumidor ecológicoEn la época estival es importante continuar con las tres prioridades del consumidor ecológico. La primera es reducir (consumir solo lo necesario); la segunda, reutilizar (reaprovechar los productos para darles una vida útil mayor); y la tercera, reciclar. Durante los periodos festivos, el consumo aumenta, en especial el de envases, y, por tanto, el número de residuos. De ahí la importancia de depositarlos en el contenedor correspondiente y no abandonarlos en entornos naturales.
Viajar a espacios naturales
La naturaleza permite disfrutar de gran cantidad de planes que se pueden hacer durante el verano: visitar un espacio natural protegido, como cualquiera de los Parques Naturales, Nacionales o Reservas de la Biosfera que posee España. Sea cual sea el lugar elegido, es imprescindible comportarse de manera ecológica para evitar su deterioro: utilizar un medio de transporte sostenible, respetar las indicaciones y normas del espacio natural, no hacer fuego, no arrojar residuos y recogerlos para su reciclaje, no molestar a las especies autóctonas ni introducir especies invasoras, etc.
Ir a la playa
Uno de los grandes atractivos de España son sus 3.000 playas que también son espacios naturales que hay que respetar y conservar. Sus visitantes pueden seguir diversos consejos que contribuirán a reducir su impacto ambiental, como no arrojar residuos, no derrochar el agua, desplazarse en transporte público o bicicleta, etc.
Contratar una estancia de ecoturismo
El turismo ecológico, o ecoturismo, propone una alternativa a los destinos turísticos convencionales en armonía con su entorno. Su oferta es cada vez más variada: especializado, sobre todo el de tipo ornitológico («birdwatching»), pero también por otras especies; físico, para amantes del deporte de naturaleza y aventura, como el alpinismo, el «trekking», etc.; familiar, para personas que combinan la naturaleza con la cultura, la gastronomía, etc.; y de esparcimiento, para quienes buscan lugares del entorno rural, rodeados de naturaleza, para descansar.
Disfrutar de la naturaleza cercana
Una forma sencilla de pasar el verano de manera ecológica es no viajar fuera del entorno habitual. Esto no significa quedarse encerrado y aburrido en casa, sino aprovechar al máximo las actividades culturales, ambientales, gastronómicas, etc., más difíciles de disfrutar durante el resto del año. Si se conoce un poco la ciudad, cualquier persona puede organizarse sus propias actividades, pasear por los parques urbanos y periurbanos, darse una vuelta en bicicleta, visitar jardines botánicos, etc. Además, se puede buscar información en las instituciones locales y provinciales responsables de cultura y medio ambiente.
Acudir a un campamento de verano ambiental
Las clases se acaban con la llegada del verano. Una posibilidad para que niños y jóvenes disfruten de las vacaciones mientras aprenden e interiorizan el respeto al medio ambiente son los campamentos de naturaleza. Diversas organizaciones ambientalistas y conservacionistas proponen todo tipo de actividades en bellos entornos naturales que harán las delicias de sus participantes. En algunos casos incluso hay opciones para apuntarse en familia.
Apuntarse de voluntario ambiental
Disfrutar del sol, la playa o el monte, pero de forma ecológica y solidaria. Es lo que sugieren ONG ecologistas, instituciones y hasta entidades bancarias a través de su oferta de programas de voluntariado ambiental. En especial en verano, aunque también durante el resto del año, el voluntario ambiental puede sensibilizar al resto de ciudadanos o ayudar a conservar y recuperar espacios naturales que no reciben a menudo suficientes recursos. De esta manera, el voluntario se sentirá útil, más realizado y podrá conocer a otras personas comprometidas con su entorno.
