Entrevista

Eduardo De Miguel, Director-Gerente de la Fundación Global Nature

El 60% de los humedales ibéricos están destruidos o gravemente alterados
Por Alex Fernández Muerza 30 de agosto de 2006
Img eduardodemiguel
Imagen: opclibra

La Fundación Global Nature (FGN) surgió en 1993 por un grupo de naturalistas concienciados de que sólo a través de la conservación de muchas actividades agropecuarias tradicionales pueden desarrollarse ecosistemas sostenibles, haciendo compatible la conservación de especies y la economía rural. Según su Director-Gerente, el Ingeniero Técnico Superior Agrónomo Eduardo De Miguel Beascoechea (Madrid, 1963), el principal elemento diferenciador de FGN radica «en unir a los diferentes proyectos de reforestación, protección estricta de especies amenazadas, reinundación de antiguos humedales desecados, etc., la explotación sostenible de los recursos de las comarcas donde trabajamos». El presupuesto de esta Fundación asciende a casi dos millones de euros para 2006, basado en su mayor parte en subvenciones de la Comisión Europea.

¿Cuáles son las actividades agropecuarias tradicionales que hay que proteger?

Es inviable la conservación de muchas actividades agropecuarias tal y como eran hace un siglo o más
Es interesante, por ejemplo, el mantenimiento del pastoreo extensivo en las áreas forestadas de nuestro país, donde los incendios arrasan miles de hectáreas por falta de mantenimiento adecuado. También es muy importante la conservación de las pseudoestepas que crean los cultivos de cereal de secano y que mantienen en la Península Ibérica algunas de las poblaciones de aves esteparias más importantes de Europa. Otro ejemplo típico es la dehesa, donde conviven la explotación ganadera tradicional, el arbolado, y algunas de las últimas poblaciones de especies como el buitre negro, la grulla, o el águila imperial.

No obstante, no todas las “actividades tradicionales” son dignas de ser conservadas. Hay cierto mito al respecto: El habitante del “idílico” mundo rural ha hecho desaparecer especies como el lobo o el oso de la mayor parte de España, o ha deforestado la mayor parte de la Península. Por ello, es necesario sopesar y analizar bien qué es lo que se debe conservar y cómo se debe modernizar, ya que es inviable hoy por hoy la conservación de muchas actividades agropecuarias tal y como eran hace un siglo o más.

¿Cuáles son los hábitats y especies amenazadas que necesitan más esfuerzos?

Quizás sean los humedales, dado que en una escasa superficie relativa se da cita una gran biodiversidad. Se considera que el 60% de los humedales ibéricos están destruidos o gravemente alterados, lo que ha provocado, a su vez, la desaparición de numerosas especies asociadas y de recursos económicos de alto valor añadido para las poblaciones locales (agua potable, agua de riego, pesca y actividades de ocio y turísticas). En este sentido, la recuperación de humedales es la línea de trabajo que más fuerza ha cogido en los últimos años en nuestra Fundación, ya sea por la escasez de entidades que trabajan en ello, o por la importancia de estos ecosistemas: En 2006 dedicaremos más de 900.00 euros de presupuesto, siendo casi la mitad de nuestra actividad. Con ello, trabajamos en la recuperación de 9 humedales pertenecientes a 5 Comunidades Autónomas.

Según la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Birdlife), las administraciones estatales y autonómicas -no tanto las locales- están contribuyendo a la recuperación y conservación de los humedales. ¿Hay motivos para la esperanza?

La única esperanza de Las Tablas de Daimiel es dejar de regar en toda La Mancha central durante un siglo
Creo que es una esperanza relativa. Los humedales que han sido desecados o alterados simplemente por desviación de cauces, drenajes o por aportes de aguas contaminadas, tienen una mejor solución ya que se trata sólo de modificar estas alteraciones. Aquellos cuya destrucción ha venido de la mano de la sobreexplotación o contaminación de los acuíferos, tienen un futuro muy incierto, como el caso paradigmático del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Su única esperanza es dejar de regar en toda La Mancha central durante un siglo para que el acuífero llegara a tener los niveles originales y, aún así, las modificaciones geológicas sufridas por el desecamiento del acuífero hacen muy dudosa una recuperación total.

En estas fechas de verano, los incendios forestales y los problemas asociados al turismo cobran protagonismo. ¿Cómo se podrían paliar sus efectos?

En el caso de los incendios forestales, dejar de hablar de incendios de bosques y llamar las cosas por su nombre. En Galicia, por ejemplo, no han ardido bosques, sino plantaciones de pino y eucalipto, no autóctonas; es decir, con el mismo valor ecológico, generalizando, que una plantación de maíz o remolacha. Es lo que hay si metemos combustible en el monte y no realizamos labores de limpieza o pastoreo extensivo. La dehesa, con casi 2 millones de hectáreas arboladas, no arde porque es una superficie de arbolado autóctono, más adaptado a nuestro clima, con menor igniscibilidad, cuidado y pastoreado. Si en la Cornisa Cantábrica tuviéramos auténticos y continuos bosques de robles (carballos), castaños o hayas, adecuadamente gestionados, además de menores incendios y menos extensos, tendríamos un alto valor añadido en maderas de calidad y frutos. Para ello necesitaríamos una política agraria común que financiara estas plantaciones, cuyos ingresos se esperan a largo plazo y no cultivos de cereales de baja rentabilidad que consumen casi el 40% del agua del país.

Me aterraría que los 60 millones de turistas que acoge España cada año se fueran a maravillosas casas rurales con encanto
En cuanto a la política turística de nuestras costas, tendremos una ciudad continua que vaya de Gerona hasta Huelva con breves intervalos no construidos (Doñana y poco más). Es lo que quiere el país. Cuando el turista europeo encuentre sol y playa al mismo precio y, sobre todo, con el mismo nivel de seguridad, en otros mercados cercanos, veremos si podemos tirar toda esta masa de ladrillos y reconvertirla en algo llamado “ofertas de calidad”. No veo solución; soy muy pesimista al respecto. Por otra parte, me aterraría que los 60 millones de turistas que acoge España cada año se fueran a maravillosas casas rurales con encanto. Nos quedaríamos sin recursos en el medio rural. Casi es mejor que se queden en torres de 20 pisos y apartamentos de 40 metros cuadrados. Al final, el consumo de agua y energético es siempre menor.

FGN participa en proyectos LIFE. ¿Qué es LIFE y cómo ayuda a conservar el medio ambiente?

LIFE, que actualmente se encuentra en revisión, es el programa de la Comisión Europea que más fondos concede a proyectos de conservación de la Naturaleza o de desarrollo sostenible. Hasta la fecha se ha dividido en LIFE Naturaleza (Conservación estricta de espacios y especies); LIFE Medio Ambiente (Desarrollo de nuevas tecnologías limpias, ahorro energético, de agua, desarrollo urbano, etc.); y LIFE Terceros Países (Cooperación con países del entorno europeo en estas materias). LIFE ha sido muy importante como instrumento no sólo de conservación, sino para impulsar la estructuración de la sociedad civil en torno a proyectos de conservación. Se puede asegurar que la aplicación de proyectos LIFE ha salvado a muchos hábitats de alto valor pero muy pequeños y amenazados, así como a varias especies de fauna y flora que se encontraban al borde la extinción.

¿Cómo podrían mejorarse estas ayudas?

El Programa LIFE no puede ser un escudo donde se refugie la política de conservación de los Estados
Este Programa debe ser mejorado con una auténtica apuesta por parte de los Estados Miembros y de las regiones. No puede ser un escudo donde se refugie la política de conservación de los Estados. En muchas ocasiones, el Programa LIFE ha provocado que las Comunidades Autónomas y los Estados hayan acudido a él para emprender acciones de conservación de espacios naturales o de especies, “ahorrándose” parte del presupuesto que deberían haber adjudicado a las mismas.

FGN también participa en proyectos de cooperación para el desarrollo. ¿Los problemas que sufren el medio ambiente y la humanidad están cada vez más unidos?

Ecología y economía son la misma cosa. Hasta que los líderes mundiales no se den cuenta de ello, no creo que avancemos mucho. El precio del petróleo y, por tanto, las derivaciones económicas del mismo, no son más que el resultado de un recurso natural escaso. Cuando se trabaja en proyectos de cooperación como es el caso de FGN, te das cuenta en seguida de que es inviable trabajar en la propuesta de proyectos de desarrollo económico sin la conservación de los recursos de esas poblaciones.

¿Cómo pueden contribuir las nuevas tecnologías al cuidado del medio ambiente?

Son básicas. No hay solución sin investigación al respecto. Los 42 millones de personas que viven en España no van a renunciar al nivel de consumo de recursos y de movilidad que mantiene actualmente.

El voluntariado es parte importante de FGN. ¿El voluntariado medioambiental en España goza de buena salud?

Ecología y economía son la misma cosa. Hasta que los líderes mundiales no se den cuenta de ello, no creo que avancemos mucho
En comparación a lo que estábamos acostumbrados antes en España, hemos mejorado mucho, pero estamos muy lejos de los niveles de concienciación y de disponibilidad que tiene la población de otros países europeos.

¿Dónde se centra el área de acción de FGN?

Además de en Madrid, Cáceres, Palencia, Murcia y Canarias, se trabaja también, de forma más esporádica, en Galicia, Asturias, Andalucía y Comunidad Valenciana. Nuestra actividad no intenta tanto centrarse en áreas concretas como en líneas de trabajo específicas. Así, no tenemos inconveniente en ampliar nuestras zonas tradicionales de trabajo si vemos que dentro de la línea de recuperación de humedales se puede trabajar en la reinundación o conservación de una laguna. Por otra parte, a la Fundación han llamado colectivos que trabajaban en áreas muy similares a las nuestras: Primero se ha colaborado con ellos y, con el tiempo, han terminado incorporándose a nuestra estructura, abriendo una nueva delegación en comunidades donde antes no trabajábamos de forma habitual.

¿Qué retos de futuro deberá hacer frente FGN?

La sociedad civil tiene que desvincularse un poco del abrigo de “papá Estado” y tomar las riendas del desarrollo sostenible
La sociedad civil, en general, tiene que desvincularse un poco del abrigo de “papá Estado” y tomar las riendas del desarrollo sostenible tal y como sucede ya en otros países de nuestro entorno. La colaboración con la empresa es fundamental en este aspecto. La responsabilidad social corporativa de las empresas es un ámbito a desarrollar en España de forma prioritaria, ya que en ellas está la base del crecimiento del país, de la investigación y de la aplicación de los recursos naturales.

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