La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA) ha advertido de la proliferación de cucarachas en los hogares y entornos urbanos durante el verano. La razón de esta plaga hay que buscarla en el calor. La directora general de la asociación, Milagros Fernández de Lezeta, explica que, con el aumento de las temperaturas, las cucarachas «abandonan su hábitat natural en busca de nuevos cobijos en los que encuentren agua, alimento y una óptima temperatura». Éstas son las tres condiciones «indispensables» que necesitan para subsistir e invadir las casas y sus proximidades.
A pesar de que su origen es tropical y subtropical, las cucarachas se han aclimatado al calor desprendido por los edificios para su desarrollo en lugares con climas menos templados. Habitualmente, viven en zonas con humedad alta y, si la población es importante, son capaces de invadir otros lugares en apenas una semana a través de las cañerías e, incluso, trepando por las paredes. También es común que se trasladen en cajas, bolsas y envases de distintas mercancías.
Las cucarachas más comunes en España son la Blattella germánica, que mide de 1 a 1,5 centímetros y es de color marrón claro; la Blatta orientalis, negra y que mide de 2 a 2,7 centímetros; y la Periplaneta americana, una especie invasora conocida también como la super-cucaracha. Habita en zonas cálidas y costeras como Canarias, Levante o la costa andaluza. Es de color rojizo y mide de 3 a 5 centímetros.
Control de las plagas
ANECPLA recuerda la importancia de controlar a estos insectos por los problemas higiénicos y enfermedades que pueden ocasionar. Además de contaminar con bacterias los alimentos que comen, en su contacto con las personas pueden provocar alergias que en ocasiones se complican y derivan en crisis asmáticas. Entre las afecciones más graves que causan se encuentran la disentería y la salmonelosis.
Para frenar y evitar los problemas derivados de la presencia de cucarachas se recomienda eliminar fuentes de humedad, no dejar alimentos o agua sin tapar a su alcance, limpiar los restos de comida de las mesas y encimeras y cerrar bien las bolsas y cubos de basura para evitar olores atrayentes. También es importante mantener una ventilación adecuada para eliminar olores y temperatura no excesiva, limpiar habitualmente trasteros y otras posibles fuentes de anidamiento. Finalmente, se aconseja corregir las deficiencias estructurales en las casas que permitan la entrada de estas plagas, es decir, sellar grietas (fundamentalmente las que se encuentran alrededor de los lavabos, fregaderos y zócalos), supervisar las instalaciones de gas y agua, revisar los desagües, etc.
