El CSN propondrá a Industria una sanción a la central nuclear de Vandellós II por el incidente de agosto de 2004

El órgano supervisor considera que fue un "suceso importante", por lo que la multa podría alcanzar incluso los 3 millones de euros
Por EROSKI Consumer 15 de diciembre de 2005

El Ministerio de Industria recibirá del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) una propuesta para sancionar a la central nuclear de Vandellós II (Tarragona) por el incidente de agosto de 2004. Teniendo en cuenta que fue un «suceso importante», según señaló ayer la presidenta del CSN, María Teresa Estevan Bolea, la sanción podría llegar a los 600.000 euros (infracción grave) o a los tres millones de euros (infracción muy grave).

En el suceso de la central nuclear de Vandellós II, acaecido en agosto de 2004, hubo «negligencia grave del titular y carencias graves» en el CSN, al no detectar la corrosión en la boca de hombre del tren B del circuito de refrigeración de servicios esenciales, que finalmente produjo una fuga de agua, afirmó ayer Estevan Bolea en el Congreso de los Diputados. «Se detectaron importantes deficiencias en la gestión del titular», añadió en su comparecencia en la Comisión de Industria sobre las actividades de 2004.

Según señaló Estevan Bolea, la central de Vandellós II incurrió en una serie de deficiencias que desencadenaron el incidente final el 25 de agosto del año pasado. Así, el titular, Endesa e Iberdrola, no dio importancia a una fuga en mayo de 2004, no fue transparente al no presentar un plan al CSN, en 1999 no realizó una prueba hidrostática en la que «hubiera visto el grado de corrosión que se produce durante años», y tampoco realizó una prueba de espesores que la empresa de ingeniería Initec recomendó en 2001 en la que se hubiera detectado el «mantenimiento ineficaz de las tuberías».

En lo que refiere a la gestión del CSN, también hubo «carencias graves» ya que no realizó la vigilancia y control debidos por falta de información del titular, expuso Estevan Bolea. Sin embargo, reiteró que el incidente no tuvo repercusión radiológica ni dentro ni fuera de la central. Por su parte, la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) evaluará las actuaciones del CSN en relación a este incidente.

La propia central nuclear ya presentó un plan de corrección de los elementos dañados y mejora de la cultura de seguridad, ya aprobado por el CSN, y que estará terminado a finales de 2007 ó principios de 2008. En este plan se incluye la incorporación de agua dulce al circuito de refrigeración de la planta, y no sólo agua salada como hasta ahora. En la actualidad la central opera a plena carga.

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