El escape radiactivo de Ascó ocurrido en noviembre fue más grave de lo que se informó

Unas 800 personas deberán ser analizadas después de que la empresa explotadora de la central ocultara la verdadera importancia del vertido
Por EROSKI Consumer 15 de abril de 2008

La fuga radiactiva registrada el pasado 28 de noviembre en la central nuclear de Ascó (Tarragona) fue más grave de lo que comunicó inicialmente la empresa explotadora, la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV). El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha decidido reclasificar el suceso notificado el pasado día 4 de abril del nivel 1 provisional en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) a nivel 2 por inadecuado control del material radiactivo y por proporcionar información incompleta y deficiente al organismo regulador. Además, estudia abrir un expediente sancionador a la empresa y exigirá que se depuren responsabilidades por este suceso, que liberó al medio ambiente partículas de cobalto-60 y otros materiales radiactivos.

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Imagen: Asociación Nuclear Ascó-Vandellós

Pese a todo, el escape tuvo un impacto radiológico «muy poco significativo» para la población en el entorno de la central, y la dosis recibida por las personas que han trabajado en la instalación sigue «por debajo de los límites legales», afirmó el CSN. No obstante, se examinará y se harán mediciones de radiactividad a todas las personas que han pasado por el emplazamiento desde el pasado 28 de noviembre (entre 700 y 800). Hasta la fecha, según el CSN, se han efectuado mediciones a 579 personas, sin encontrar en ningún caso indicios de material radiactivo.

Información incorrecta

El organismo de protección radiológica sospecha que ya el pasado día 9 de abril el titular conocía que la información de radiactividad vertida no era correcta y no lo comunicó al CSN, a pesar haber sido requerido «reiteradamente y por escrito». Tampoco informó de ello durante el Comité Local de Información (CLI) extraordinario celebrado esa misma tarde en Ascó.

El Consejo emprenderá además una campaña de vigilancia radiológica independiente que complemente las medidas que ya realizó el día 5 de abril en el exterior de la instalación con un equipo de inspectores.

Según las nuevas estimaciones, el impacto sobre las personas que han pasado desde esa fecha por la instalación está por debajo de los límites legales

El CSN ha comunicado que continúa investigando todos los aspectos de este suceso y que su presidenta, Carmen Martínez Ten, comparecerá en el Congreso de los Diputados, a petición propia, para dar cuenta de todos los detalles.

Suspensión de actividades

Por su parte, Greenpeace recuerda que ANAV acumula ya dos niveles 2 en los últimos tres años. Según la organización ecologista, en 2005 otro grave suceso en la central Vandellós-2, también gestionada por ANAV, supuso un nivel 2 en la INES. Ese suceso, que fue calificado por el CSN como «el más grave después del accidente de Vandellós-1» en 1989, fue ocultado por la empresa explotadora durante meses. El CSN reconoció, en una investigación parlamentaria, que ANAV priorizó sus intereses económicos a la seguridad y mantuvo esa central funcionando en condiciones de «seguridad degradada».

Por ello, Greenpeace pide al CSN y al Gobierno que retire la licencia de explotación a ANAV y suspenda cautelarmente la actividad de esas centrales nucleares. Carlos Bravo, responsable de la Campaña de Energía de la organización ecologista ha declarado que en los últimos tres años ambas centrales superan más del 50% de los sucesos notificables de seguridad que ocurren en el parque nuclear español.

Asimismo, Greenpeace acusa a ANAV de ocultar información deliberadamente al Consejo y a la opinión pública, incluso en la reunión del CLI celebrado recientemente en la localidad de Ascó.

–Hasta 800 personas serán examinadas tras una fuga de material radiactivo en la central nuclear de Ascó I el pasado noviembre, según el CSN, aunque los nuevos datos apuntan a que el impacto radiológico sobre la población y sobre los trabajadores de la central nuclear sigue estando por debajo de los límites legales.

–Hasta la fecha, este organismo ha realizado mediciones a 579 personas, “sin encontrar en ningún caso indicios de incorporación de material radiactivo”.

–Se ha decidido reclasificar el suceso notificado por la central el pasado día 4 de abril del nivel 1 provisional en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) a nivel 2 “por inadecuado control del material radiactivo y por proporcionar información incompleta y deficiente al organismo regulador”.

–El CSN está trabajando en la apertura de un expediente sancionador a la empresa y exigirá que se depuren responsabilidades.

–El cobalto-60 se produce cuando materiales como el acero absorben la radiactividad de los reactores, según la agencia de protección ambiental estadounidense. Tiene usos médicos como la radioterapia pero puede ser peligroso ya que emite rayos gamma, que pueden causar cáncer con la exposición prolongada.

–Las centrales nucleares Ascó I, Ascó II y Vandellós II producen anualmente más de 24 mil millones de kilovatios hora de electricidad, lo que supone aproximadamente el 75% de la energía eléctrica generada en Cataluña.

–La explotación de Ascó y Vandellós II se lleva a cabo por la agrupación de empresas formada por el Grupo Endesa e Iberdrola.

–La central nuclear de Ascó está ubicada en el margen derecho del río Ebro en la comarca de la Ribera de Ebro, entre las localidades de Flix y Ascó en la provincia de Tarragona.

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