La situación más grave por los fuegos en Cataluña se vivió ayer en Gerona al reavivarse el gran incendio originado el miércoles al unirse uno que había comenzado en Tordera (Barcelona) y otro en la población gerundense de Maçanet de la Selva. Pese a que las llamas se dieron por controladas en la madrugada del jueves, a las cuatro de la tarde recobraron gran virulencia y Maçanet vivió una situación dramática al quedar cercada por las llamas. A estas horas el fuego parece que está controlado por las distintas dotaciones de bomberos que trabajan en la zona.
El fuego obligó a desalojar a unas 5.000 personas de las urbanizaciones Mas Altaba, situada en Tordera, El Molí y Residencial Parc, de Maçanet. Esta dos fueron evacuadas de manera preventiva, mientras que en la primera, junto a la que comenzó el fuego, varias casas quedaron total o parcialmente calcinadas. El núcleo urbano de Maçanet se vio seriamente amenazado cuando las llamas llegaron hasta las mismas puertas del municipio. Los efectivos de extinción lograron pararlas «in extremis», y aunque en un primer momento se decidió evacuar a todos los vecinos, finalmente sólo se desalojó a los de las viviendas más cercanas al fuego, mientras que el resto quedaron confinados en sus casas con la orden de no abrir puertas ni ventanas para evitar que la densa humareda que cayó sobre la población provocara intoxicaciones. Aun así, varias personas fueron atendidas en el ambulatorio de Maçanet por intoxicaciones y ataques de nervios, mientras que un bombero sufrió quemaduras y otro se intoxicó.
Maçanet tiene una población estable de unas 3.500 personas, si bien las urbanizaciones que rodean la localidad superan de largo esta cifra en verano. Una parte de los desalojados se trasladó a los municipios de Hostalrich y Vidreres. En la capital gerundense se habilitaron 70 camas en previsión de que tuvieran que pasar la noche personas mayores o con problemas de salud. Diez autocares estaban preparados para posibles evacuaciones y varias ambulancias se apostaron también en la zona por si eran necesarias.
El fuego de Tordera-Maçanet obligó a cortar la autopista A-7 entre Cassà de la Selva y Sant Celoni en los dos sentidos de la marcha, ya que las llamas saltaron la vía. El corte en pleno 14 de agosto, uno de los días de más circulación del año, colapsó las comunicaciones en la comarca gerundese de la Selva. La virulencia de las llamas fue bajando, pero no el miedo de los vecinos. El fuego había quemado el miércoles 630 hectáreas de bosque y campos de cultivo, superficie que ya sobrepasa las mil hectáreas.
En cuanto al resto de fuegos en Cataluña, el de Sant Llorenç-Gallifa (Barcelona) se ha dado por controlado tras quemar 4.600 hectáreas. Otro incendio se originó ayer en Badalona (Barcelona), donde ardieron diez hectáreas y se desalojaron dos urbanizaciones. Los bomberos encontraron un cable de alta tensión roto en la zona y se estudia si pudo ser el causante del fuego.
Por otra parte, en Aragón prosiguen las labores de extinción del incendio que afecta a Mequinenza (Zaragoza). Las llamas que atacaron al este del Tuca del Món, en Benasque (Huesca), lograron ayer ser extinguidas, aunque dejaron reducidas a cenizas dos hectáreas de pino negro y pastizal.
En Burgos, permanecen activos tres focos en el norte, el más importante, el originado también el domingo en Tartalés de los Montes, en una zona escarpada.
