La empresa Planktos tiene previsto verter 100 toneladas de partículas de hierro en el mar en aguas próximas a las Islas Canarias desde el barco Weatherwind II, según denunció, a través de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, el Gobierno de Canarias al Ministerio de Medio Ambiente.
Que el Estado articule las acciones pertinentes para impedir oficialmente estas maniobras, al menos dentro de las 100 millas náuticas de influencia alrededor de Canarias, que configuran el área de gestión pesquera europea, es el principal objetivo de esta protesta. El Gobierno de Canarias se suma de esta manera a la denuncia pública que han planteado diversas organizaciones ecologistas en la que advierten sobre la peligrosidad de este experimento y que ha suscitado una notable preocupación entre los científicos.
La próxima escala para la realización de este experimento será Canarias, según avanzaron sus promotores, que informaron de que tienen previsto cargar en las islas las 100 toneladas de hierro con las que quieren fertilizar el océano. La operación se llevará a cabo en aguas internacionales en el Atlántico sur, añadieron. A pesar de ello, Planktos no desveló la zona en la que pretenden realizar el experimento, con el que se quiere comprobar que el aumento del fitoplancton marino que provocará el vertido contribuirá a una mayor absorción del CO2 atmosférico.
«Es cierto que ese hierro puede formar plancton y en varias semanas quedar secuestrado en forma de detrito en las aguas profundas y terminar atrapado en el suelo oceánico, y que ese plancton absorbería CO2 mediante fotosíntesis», señaló Faustino García Márquez, director de la Agencia de Desarrollo Sostenible, basándose en la opiniones de expertos de la Universidad de Las Palmas. Sin embargo, «se corre el peligro de que el plancton sea hepatotóxico o neurotóxico, tipo marea roja, porque el exceso de hierro en un área muy cálida y estable podría desencadenar un proceso con tales características», añadió. También existe peligro de un aumento del PH del agua, que podría «anular el efecto beneficioso de la absorción de CO2», concluyó.
