El jueves comenzará el desmantelamiento de la central nuclear de Zorita

El uranio será trasladado a un almacén en seco en una docena de contenedores especiales fabricados con acero y hormigón
Por EROSKI Consumer 13 de enero de 2009

La compañía eléctrica Unión Fenosa iniciará el próximo jueves el desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera de Almonacid de Zorita (Guadalajara), una tarea delicada y peligrosa. La primera misión será retirar el uranio gastado en esta planta nuclear, que lleva casi tres años cerrada.

Este uranio, que durante más de un año ha estado enfriándose en unas piscinas especiales en las propias instalaciones de la central, se trasladará a un almacén en seco en una docena de contenedores especiales fabricados con acero y hormigón. Estos contenedores se colocarán sobre una losa sísmica de hormigón de un metro de espesor protegida por un doble vallado de seguridad de cuatro metros de altura. «Es algo complejo y novedoso», afirma Pablo Díez, director de la planta.

Una vez el uranio quede perfectamente almacenado, Unión Fenosa deberá transferir la central a la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA), cuyos técnicos especializados se encargarán del desmantelamiento en sí. El objetivo era que ENRESA se hiciera cargo de la instalación a partir del 1 de mayo. Sin embargo, esa fecha se retrasará por «una demora en la obtención por parte de ENRESA del permiso de desmantelamiento de los edificios», explica Díez.

Todo el proceso de desmantelamiento puede durar hasta 2015. Durante ese tiempo, ENRESA será «explotadora responsable» de la planta y tendrá que desmontar todos los edificios del complejo nuclear. Para ello, primero realizará un estudio radiométrico de las partes contaminadas y de las partes limpias de radiactividad. Las contaminadas serán tratadas para reducir su nivel de radiación o incluso eliminarlo siempre que sea posible. En estas tareas trabajarán cerca de 400 personas. En las zonas con más radiactividad se empleará un robot.

Se estima que al final del proceso se habrán trasladado casi 100.000 toneladas de materiales de las que algo más de 100 serán componentes radiactivos que acabarán en un almacén temporal junto a residuos de las mismas características de otras centrales españolas. El lugar donde se ubicará este almacén aún está por determinar.

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