El mapa genético del ornitorrinco confirma que es una mezcla de ave, reptil y mamífero

Su origen se sitúa hace 166 millones de años, como descendiente de un animal que compartiría características de mamífero y reptil
Por EROSKI Consumer 11 de mayo de 2008

El ornitorrinco es uno de los animales más raros que existen. Tiene patas y pico de pato, pelaje de mamífero y cola de castor; pone huevos pero amamanta a sus crías; nada bajo el agua con los ojos y los orificios nasales y auditivos cerrados, y se orienta mediante un sistema electrosensorial para capturar a sus presas; y el macho tiene en los talones aguijones venenosos.

Cuando fue descubierto -en Australia en 1798-, los zoólogos creyeron por los primeros bocetos que era un fraude. Hoy, el primer borrador de su genoma, publicado en la revista «Nature», confirma a escala molecular que es lo que parece a simple vista: una mezcla de ave, reptil y mamífero.

El ornitorrinco («Ornithorhynchus anatinus») es un animal endémico de Australia y Tasmania. Evolutivamente, se encuentra en la primera rama del árbol familiar de los mamíferos, junto a los equidna, los otros mamíferos que ponen huevos. Estas dos especies son los únicos supervivientes del orden de los monotremas. El ornitorrinco puede llegar a pesar 2,4 kilos y medir unos 50 centímetros, es de hábitos semiacuáticos y se alimenta de plantas, larvas, insectos y peces.

Origen primitivo

El origen del ornitorrinco se sitúa hace 166 millones de años, como descendiente de un animal que compartiría características de mamífero y reptil. «Lo extraordinario del ornitorrinco es que ha conservado una superposición de características de dos linajes muy diferentes, mientras que los mamíferos posteriores perdieron los rasgos reptilianos», explica Wes Warren, genetista de la Universidad de Washington y miembro del equipo científico internacional que ha secuenciado el genoma del animal.

«A primera vista, parece como si fuera el resultado de un accidente evolutivo. Pero, con todo lo raro que es, su genoma no tiene precio a la hora de entender cómo evolucionaron los mamíferos», asegura Francis Collins, director del Instituto Nacional para el Estudio del genoma Humano de Estados Unidos.

El genoma del ornitorrinco tiene 2.200 millones de pares de bases -el nuestro tiene unos 3.000 millones-, con un total de 18.500 genes repartidos en 52 cromosomas, 10 de ellos sexuales. «Su organización genómica parece más propia de un ave o un reptil que de un mamífero», señala Mark Batzer, de la Universidad de Louisiana. Así, sus cromosomas sexuales se asemejan más a los de los pájaros que a los de los mamíferos. Además, los investigadores han encontrado muchos genes para un tipo de receptor del olor. «Esperábamos muy pocos porque estos animales pasan la mayor parte de su vida en el agua», reconoce Warren.

Los científicos esperan que el conocimiento del ADN del ornitorrinco permita redirigir las estrategias conservacionistas de una especie en peligro de extinción y muy difícil de reproducir en cautividad.

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