El consorcio belga-holandés encargado de rescatar los restos del carguero «Tricolor», hundido en el Canal de la Mancha en diciembre de 2002, reanudará dentro de un mes la operación para recuperar las cuatro últimas secciones del buque.
El barco, de 190 metros de eslora y 50.000 toneladas de peso, transportaba al Reino Unido 2.862 coches nuevos cuando, a causa de la niebla en la zona, fue abordado por el carguero «Kariba», de 175 metros de eslora y 20.000 toneladas de peso, que navega bajo pabellón de Bahamas, y que le hizo zozobrar.
Desde entonces, el «Tricolor» permanece hundido en una de las zonas con mayor densidad de tráfico marítimo del mundo, en un punto donde la profundidad es de 35 metros y en la que los restos alcanzan casi la superficie del mar, lo que motivó que otro barco colisionará con ellos pese al balizamiento del área.
Durante la primavera y el verano pasados, el consorcio Combinatie Berging Tricolor cortó el casco del buque en nueve secciones y logró extraer cinco de ellas y cerca de 900 coches, pero el mal tiempo en otoño llevó a suspender la operación.
Además de casi 2.000 coches, en el buque quedan todavía restos de carburante, lo que hace temer que se podría producir un derrame en el mar durante la operación, en puertas de la nueva temporada estival.
A pesar de que la reanudación del rescate no planteará mayores problemas, el consorcio cree que no podrá concluirlo antes de que se inicie oficialmente el verano. Las cuatro secciones serán, una vez recuperadas, conducidas al puerto de Zeebrugge (Bélgica), donde una empresa se hará cargo de los restos para reciclarlos.