Las Cortes Generales ratificaron ayer el Protocolo de Kioto de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, con lo que este tratado internacional se convierte en norma de obligado cumplimiento. El Gobierno deberá depositar ahora la ratificación en la sede de Naciones Unidas antes del 1 de junio, simultáneamente con todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE) y la propia Comunidad Europea.
Con la aprobación del pacto por parte del Senado, España se compromete de forma definitiva a reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero (CO2, CH4, N2O, HFC´s, PFC´s, SF6), para que en el periodo 2008-2012 no sean más de un 15% superiores a las del año base 1990. Además, el Gobierno estará obligado a adoptar medidas para reducir el consumo de combustibles en el sector eléctrico y en el transporte.
Para cumplir con los objetivos de reducción, España deberá emprender acciones de forma drástica e inmediata pues, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, las emisiones estatales llegaron ya en el año 2000 al 33%, lo que coloca a España como el país europeo más alejado del cumplimiento del tratado.
No obstante, si se ha cumplido con los plazos fijados por la Unión Europea para que el Protocolo pueda entrar en vigor antes de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible que se celebrará en Johannesburgo (Sudáfrica) a finales de agosto.
Ahora deben seguir el ejemplo de España el resto de Estados miembros y países como Japón y Rusia, ya que para que el Protocolo de Kioto entre en vigor es necesaria la ratificación por parte de 55 países, que a su vez representen el 55% del total de gases emitidos.
