Extraer gas y petróleo en el Mediterráneo, ¿es peligroso?

La búsqueda y extracción de gas y petróleo frente a la costa mediterránea española podría suponer graves consecuencias ambientales
Por Alex Fernández Muerza 24 de febrero de 2014
Img petroleo
Imagen: ST33VO

El lecho marino del Mediterráneo ofrece grandes posibilidades de albergar reservas de gas y petróleo. En España, varias empresas petroleras quieren realizar sondeos entre las costas de Valencia, Alicante y las Islas Baleares y, en caso de localizarlo, comenzar su posterior extracción y explotación comercial. Investigadores y organizaciones ecologistas alertan de las consecuencias negativas para el medio ambiente y la actividad pesquera, mientras las compañías interesadas aseguran que su actividad se llevaría a cabo dentro de la normativa ambiental. Este artículo señala los proyectos de extracción de gas y petróleo en el mar Mediterráneo y los posibles impactos ambientales.

Proyectos de extracción de gas y petróleo en el Mediterráneo

Diversas empresas quieren hacer del mar Mediterráneo una nueva fuente de recursos petroleros. En algunas zonas ya han confirmado que esta posibilidad es real: Israel ya extrae gas propio frente a sus costas.

Un 45% de las aguas españolas mediterráneas podría quedar abierto a la exploración y explotación de hidrocarburos, según Oceana
En España, el objetivo de explotar los posibles yacimientos petrolíferos del lecho marino mediterráneo se gesta desde hace años. En 2011, el Gobierno español aprobaba la autorización para el inicio de las tareas de búsqueda. Y en octubre del año pasado, la petrolera escocesa Cairn Energy, a través de su filial en España Capricorn Spain Limited, presentó su solicitud para explorar en una primera fase el norte de Menorca y el noroeste de Mallorca, y en una segunda, una extensa franja del sur del archipiélago balear. Sus responsables pretenden llevar a cabo el sondeo entre octubre de 2014 y marzo de 2015. En caso de encontrar algún tipo de hidrocarburo, se pasaría a varias fases de perforación, de manera que la explotación definitiva del yacimiento se ejecutaría unos cinco años después.

La compañía británica Spectrum Geo Limited, la noruega Seabird Exploration FZLCC y la española Repsol Investigaciones Petrolíferas S.A. (RIPSA) también han mostrado su interés en buscar bolsas de gas y petróleo en diversas zonas del lecho marino frente a las costas de Levante y Baleares.

La compañía petrolera escocesa cree que puede haber bolsas de petróleo entre los 600 y los 1.400 metros de profundidad. No obstante, en pruebas realizadas en diciembre en aguas marroquíes, al noroeste de Lanzarote, los resultados fueron negativos.

Las tareas previas de exploración consistirían en unas prospecciones sonoras para detectar los hidrocarburos. En la fase de perforación se utilizan unas brocas, lubricadas con diversos minerales y productos químicos, para llegar hasta el recurso localizado, subir a la superficie los fragmentos desprendidos y taponar el pozo para que no escape el hidrocarburo.

Posibles impactos ambientales

Diversos expertos y colectivos ecologistas han señalado las posibles consecuencias negativas para el medio ambiente y la actividad pesquera de dichas exploraciones petroleras. José C. Serra, catedrático de Puertos y Costas de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), ha publicado el estudio «Impacto ambiental de las prospecciones petrolíferas en el golfo de Valencia». En él indica cómo afectan las ondas acústicas de los sondeos en las especies marinas: daños y lesiones físicas en peces y cetáceos, alteración de los ritmos respiratorios y rutas migratorias, o disminución de hasta un 50% de mortalidad en huevos y larvas de peces y plancton. El científico añade datos que «evidencian una reducción en las capturas de peces de distintas especies».

Ecologistas en Acción ha presentado unas alegaciones al Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR) para que se dicte una Declaración de Impacto negativa que impida dichos proyectos. Sus responsables recuerdan los impactos producidos por proyectos similares en otras partes del planeta, y señalan algunos de los efectos graves para el medio ambiente: eliminación de praderas de posidonia; daños irreversibles en tortugas marinas y cetáceos como el delfín, el cachalote o el rorcual común, en peligro de extinción; y reducción de los recursos pesqueros, como el atún rojo, también en peligro de desaparición. La ONG ecologista ha puesto en marcha una recogida de firmas en Internet que ha recibido hasta el momento más de 33.000 adhesiones.

Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa, afirma que «no hay que esperar a que ocurra un vertido para lamentar daños. Los proyectos afectan a caladeros pesqueros y rutas migratorias de cetáceos, atunes y tiburones, por lo que desde que comiencen los sondeos sísmicos habrá miles de organismos gravemente afectados».

Según estimaciones de esta organización conservacionista marina, un 45% de las aguas españolas mediterráneas quedaría abierto a la exploración y explotación de hidrocarburos, si se aprueban los proyectos pendientes de autorización administrativa. Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares serían las comunidades autónomas afectadas. Desde Oceana alertan además de que un futuro vertido podría llegar a aguas de otros países, y recuerdan que Francia acabó en 2012 con sus actividades de hidrocarburos en el Mediterráneo.

Por su parte, la multinacional escocesa Cairn Energy asegura que los sondeos sonoros cumplirán la normativa ambiental. Sus responsables explican que se realizarán de forma progresiva para que los mamíferos marinos se alejen de la zona sin sufrir daños. Además, contarán con observadores y diversos sistemas en el buque de prospección para detectar la presencia de cualquiera de estos seres vivos.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube