Empleados del Ministerio de Ecología francés soltaron el jueves por la noche un oso pardo en las inmediaciones de la localidad gala de Arbas, cerca del enclave español del Valle de Arán, según han informado fuentes del Gobierno de Aragón.
El Ejecutivo galo continúa así con el plan de repoblación de esta especie, que está en peligro de extinción en el Pirineo. España y Andorra firmaron un acuerdo de adhesión al proyecto, que ha levantado las críticas entre los agricultores y ganaderos, ante el temor de los ataques de los osos a sus rebaños. El Gobierno español ya ha anunciado que destinará un millón de euros para compensar los posibles daños que estos plantígrados puedan causar en los pueblos pirenaicos.
Se trata de un macho de cuatro años de edad, nacido en Eslovenia y bautizado como Balú. Según los planes hechos públicos esta primavera por el Gobierno francés, quedaría pendiente la suelta de un plantígrado hembra. Otras tres osas han sido soltadas en las últimas semanas en diferentes localidades pirenaicas y dos de ellas ya han cruzado la frontera hasta España.