Científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de Estados Unidos han constatado que el hielo ártico se ha reducido a su segundo nivel más bajo de la historia, debido al fuerte derretimiento en el Mar de Chukchi, y en las próximas semanas podría sobrepasar el mínimo histórico de 2007. El nivel más bajo del año pasado se alcanzó el 16 de septiembre.
La tendencia descendente del hielo ártico de verano continúa. Según Mark Serreze, del citado centro, el Ártico podría quedarse sin hielo de verano dentro de 22 años, en 2030. Este científico revela que los datos que manejan reflejan derretimiento en el Mar de Chukchi, frente a la costa de Alaska, y en los Mares Siberianos del Este, frente a la costa oriental de Rusia.
El pasado martes, el hielo ártico se extendía sobre 5,26 millones de kilómetros cuadrados, una superficie menor a la marca de 2005, de 5,32 millones de kilómetros, establecida el 21 de septiembre de dicho año. La caída récord en 2007 dejó una capa de hielo mínima de 4,1 millones de kilómetros cuadrados, y provoco la apertura por primera vez del legendario «Paso del Noroeste».
Osos en peligro
Este derretimiento está provocando que los osos polares tengan cada vez más dificultades para moverse sobre los bloques de hielo. Según representantes del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el 16 de agosto se vieron al menos nueve de estos animales nadando en mar abierto durante un periodo de seis horas, incluyendo uno a más de 80 kilómetros de la costa, con el consiguiente riesgo de ahogamiento.
Esto supone un espectacular incremento respecto a los avistamientos de años anteriores, ya que entre 1987 y 2003 solamente se divisaron 12 osos polares nadando en mar abierto.