El deshielo del Ártico, provocado por el cambio climático, ha aumentado la mortalidad de las crías de oso polar. Un estudio científico publicado conjuntamente con WWF, indica que la pérdida de hielo obliga a los osos polares a nadar cientos de millas para encontrar comida y refugio, «lo que supone un gran riesgo para sus cachorros». El informe, que lleva por título «Long-distance swimming events by adult female polar bears in the southern Beaufort and Chukchi Seas» (Episodios de nado de larga distancia en hembras adultas de oso polar en la zona sur de los mares de Beaufort y Chukchi), se ha presentado en Ottawa (Canadá), en la Conferencia Anual Internacional de la Asociación del Oso.
Según la Universidad de Bremen, la extensión de hielo ártico ha disminuido hasta un nivel record en septiembre de 2011: 4.240 kilómetros cuadrados, frente a las cifras del peor año hasta ahora registrado, 2007, con 6.500 kilómetros cuadrados. WWF alerta de que el oso polar «podría desaparecer el próximo siglo si continúa la tendencia actual de calentamiento en el Ártico».
Entre 2004 y 2009, los investigadores recopilaron datos de 68 collares GPS colocados en hembras adultas de oso polar, en combinación con imágenes satélite de hielo polar, para identificar travesías a nado de 30 millas de una sola vez. El estudio documentó 50 episodios que involucraban a 20 osas polares, con unas distancias de alrededor de 420 millas, en períodos de 12 días de media. Once de las osas que nadaban largas distancias tuvieron crías jóvenes y cinco de ellas perdieron a sus cachorros durante la travesía, lo que representa un índice de mortalidad del 45%. De las crías que no se ven obligadas a nadar con sus madres a puntos tan alejados, solo mueren el 18%, destaca WWF.
Según el informe, cuyo autor principal es el biólogo Anthony Pagano, las travesías de larga distancia a nado ponen a las crías de oso polar en grave peligro de ahogamiento debido a la fatiga o al mal estado de la mar. El menor tamaño de sus cuerpos y la poca cantidad de grasa almacenada les hace más sensible a la hipotermia.