Hallan los restos de un roedor de 700 kilos, el ancestro de los conejillos de Indias

El animal, que era semiacuático, vivió hace ocho millones de años
Por EROSKI Consumer 19 de septiembre de 2003

Un equipo de científicos alemanes, estadounidenses y venezolanos detallan hoy a la revista «Science» el descubrimiento de los restos del «Phoberomys pattersoni», ancestro común de los actuales conejillos de Indias. Este roedor -de tamaño similar al de un búfalo y con un peso de unos 700 kilogramos- deambulaba por las riberas de un antiguo río venezolano hace unos ocho millones de años, alimentándose de hierbas y esquivando cocodrilos.

«Imagínense un conejillo de Indias de aspecto extraño, pero enorme, con una larga cola para poder mantener el equilibrio sobre sus patas traseras, y dientes en constante crecimiento», señala el profesor Marcelo R. Sánchez-Villagra, de la Universidad alemana de Tübingen y miembro del equipo de investigadores. «Era semiacuático, igual que el carpincho, y probablemente buscaba alimento a lo largo de una ribera», añade.

Los restos fosilizados de esta criatura prehistórica ofrecen a los científicos nuevas pistas sobre la época en que vivió este animal, el Mioceno Superior. Descubiertos en una región actualmente árida, a unos 400 kilómetros al oeste de Caracas, en el pueblo de Urumaco, el fósil y las pruebas vegetales conexas sugieren que vivió cuando la zona era un paraje tropical. Este trabajo refuerza la teoría de que existió un caudaloso río llamado Paleo-Orinoco-Amazonas, que transcurría paralelo a la cordillera de los Andes.

De nombre, Goya

Denominado Goya, el fósil del «Phoberomys pattersoni», completo en un 90%, se hallaba sepultado entre capas sedimentarias de carbón dentro de la formación Urumaco y fue descubierto por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda de Venezuela.

Los investigadores hallaron el fósil en mayo del año 2000, pero no ha sido hasta ahora cuando han conseguido clasificar todas las piezas localizadas. Habían especulado que podía pertenecer a la misma familia de otros roedores como las chinchillas, vizcachas o pacaranas, entre otros. Al examinar los restos, junto con un segundo espécimen con el cráneo más completo, los científicos pudieron determinar que el «Phoberomys pattersoni» es un antepasado prehistórico del «Pacarana dinomys», pariente cercano del conejillo de Indias («Cavia porcella»).

Con unos 3 metros de longitud y 1,3 metros de altura, el «Phoberomys pattersoni» tenía dientes largos que revelan una dieta abrasiva, posiblemente de hierbas provenientes de aguas salobres. Sus muslos y patas traseras eran mucho más grandes y más fuertes que sus extremidades delanteras, más pequeñas, pareciéndose a un conejillo de Indias. Sin embargo, hoy en día los conejillos de Indias pesan alrededor de un kilogramo. Ambas criaturas pertenecen a una variedad de roedores sudamericanos llamada «Caviomorfa». Actualmente, su tamaño varía entre los doscientos g y los cincuenta kilos.

Andrew Sugden, experto en biología evolutiva, describe esta investigación como un avance, ya que con el descubrimiento de los restos fosilizados de este roedor gigante, «la escala de tamaños de esta familia de animales ha aumentado en más del doble, y nos proporciona nuevos y fascinantes indicios de cómo era la vida hace unos ocho millones de años».

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