Huesos de aceituna: de residuos a biocombustible

Los huesos de aceituna pueden convertirse en biocombustible. Son una alternativa prometedora para avanzar hacia un modelo energético y productivo más sostenible
Por Sonia Recio 21 de agosto de 2025
huesos aceitunas
Imagen: Artvision-So
Lo que antes era un simple residuo de la industria olivarera se ha convertido en una oportunidad estratégica para el desarrollo rural, la innovación industrial y la transición energética. Los huesos de aceituna están ganando protagonismo como materia prima para la generación de biocombustibles y otros productos respetuosos con el medio ambiente. Esta biomasa se aprovecha en procesos como la pirólisis que permite obtener biochar (biocarbón), un material con múltiples beneficios medioambientales. Pero el interés por el biochar también es económico. El mercado global de biocarbones activos crece con fuerza, con una tasa estimada del 3,5 % anual hasta 2030. Y España, como una de las principales potencias olivareras del mundo, tiene un enorme potencial en este ámbito.

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Huesos de aceituna: de desperdicio a recurso sostenible

España es líder mundial en el cultivo de olivos; unos 2,75 millones de hectáreas de campo están dedicadas a este árbol. Andalucía concentra cerca del 80 % de la producción nacional, es el epicentro del olivar español.

La actividad olivarera genera una gran cantidad de residuos, entre ellos los huesos de aceituna, que durante años fueron tratados como desechos sin valor. Sin embargo, su potencial como recurso sostenible es cada vez más evidente.

Al igual que otras biomasas agrícolas —como las cáscaras de almendra o nuez—, los huesos de aceituna pueden utilizarse directamente como biocombustible sólido en estufas y calderas de biomasa. Pero el aprovechamiento de estos residuos va mucho más allá, mediante un proceso térmico denominado pirólisis.

¿Qué es el biochar?

La pirólisis consiste en calentar la biomasa —residuos orgánicos como restos de podas, residuos agrícolas, estiércol, cáscaras de frutos secos o paja— a temperaturas entre 350 y 700 °C en un ambiente con poco o nada de oxígeno, evitando la combustión completa y permitiendo la formación de un carbón estable y duradero. Durante este proceso, la biomasa se descompone en tres productos principales:

  • Biochar: un sólido rico en carbono que se utiliza principalmente como enmienda para mejorar suelos y para el secuestro de carbono.
  • Bio-oil (aceite pirolítico): un líquido que, tras un adecuado refinamiento, puede emplearse como biocombustible líquido en diversas aplicaciones energéticas.
  • Syngas (gas de síntesis): un gas con alto valor energético, útil en procesos industriales para generación de energía.
cuidado tierra
Imagen: heartempowerments

¿Para qué sirve el biochar?

El biochar tiene múltiples usos beneficiosos, especialmente en la agricultura y el cuidado del medio ambiente.

🚜 Enmienda agrícola

Se utiliza para mejorar la fertilidad y la estructura del suelo. El biochar incrementa la retención de agua, fomenta la actividad de microorganismos beneficiosos —como hongos micorrízicos y bacterias fijadoras de nitrógeno— y reduce la necesidad de fertilizantes químicos. Todo ello favorece cultivos más sanos y productivos con menos insumos.

🧪 Sumidero de carbono

Al transformar biomasa en biochar, el carbono queda estabilizado y puede permanecer en el suelo durante cientos o incluso miles de años, evitando que se liberen gases como CO2 o metano. Esto contribuye a mitigar el cambio climático.

🌳 Mejora de los suelos

El biochar enriquece los suelos, estimula el crecimiento de plantas y bosques y favorece un ciclo positivo: mayor captura de carbono y mejores cosechas.

♻️ Fomenta la economía circular

Convierte residuos orgánicos en recursos útiles para la agricultura, la energía y otras industrias sostenibles; reduce la dependencia de insumos externos y disminuye la huella ambiental.

Biochar como combustible

Si bien el biochar es conocido principalmente por sus usos agrícolas y ambientales, también destaca como alternativa renovable en el ámbito energético, especialmente cuando se busca aprovechar residuos orgánicos de manera sostenible.

usos del biochar
Imagen: ulleo

Puede emplearse como combustible sólido en estufas, parrillas y ciertas aplicaciones industriales, donde representa una opción para sustituir parcialmente al carbón fósil. Su poder calorífico depende del origen de la biomasa y las condiciones de producción, pero suele ser comparable al carbón vegetal e incluso a algunos carbones minerales.

Además, como hemos comentado, durante el proceso de pirólisis se liberan gases volátiles que —tras su condensación y refinamiento— permiten obtener biocombustibles líquidos, como el bio-oil, y gases de síntesis, como el syngas, ambos aptos para la generación de energía. Estos subproductos requieren procesos específicos para asegurar su calidad y estabilidad química, pero representan una vía prometedora para diversificar y potenciar el uso energético de la biomasa.

Huesos de aceituna: los otros usos de un recurso sostenible

Los huesos de aceituna están demostrando ser mucho más que un residuo agrícola. Su versatilidad abre nuevas puertas en múltiples sectores, a través del impulso de la economía circular, la reducción de los desechos y la promoción de innovaciones sostenibles.

👉​ Relleno para almohadas y cojines

Carbonizados, estos huesos se utilizan para fabricar almohadas que mejoran la calidad del sueño y alivian dolores cervicales y de cabeza. Su textura natural y capacidad de ventilación permiten una óptima adaptación al contorno del cuerpo, lo que favorece el descanso y la comodidad.

👉​ Material para artesanía y diseño

Procesados y combinados con otros ingredientes, pueden transformarse en materiales biodegradables con una apariencia y tacto similares a la madera. Con ellos se elaboran desde objetos decorativos y juguetes hasta muebles y piezas de arte.

👉​ Material de construcción

Los huesos carbonizados aportan propiedades que mejoran el aislamiento térmico y acústico en edificaciones. Además, se usan en la elaboración de pinturas ecológicas e ignífugas, contribuyendo a viviendas más seguras y amigables con el medio ambiente.

👉​ Harina y polvo para la industria alimentaria

Molidos finamente, los huesos de aceituna se convierten en harina rica en fibra y proteínas, idónea para enriquecer productos como panes, galletas y pastas, aumentando su valor nutricional.

👉​ Sacos térmicos

Gracias a su capacidad para conservar y emitir calor seco, se emplean en sacos terapéuticos que alivian dolores musculares y molestias localizadas.

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