Entrevista

José Cabrera, presidente del Instituto para la Producción Sostenible (IPS)

El medio ambiente para las empresas no es un lujo, es una necesidad
Por Alex Fernández Muerza 29 de junio de 2013
Img josecabrera

El Instituto para la Producción Sostenible (IPS) es una organización sin ánimo de lucro creada en fechas recientes para promover, reconocer y premiar una cultura empresarial sostenible. Su presidente, José Cabrera, asegura que el medio ambiente no es un lujo para las empresas, sino una necesidad para crecer y generar “millones de puestos de trabajo“. Este experto reconoce los avances de las empresas españolas, pero apunta que todavía hacen falta “acciones contundentes”. Los consumidores son fundamentales, porque con sus decisiones de compra pueden conducir a las empresas a que asuman prácticas productivas sostenibles.

¿Las empresas españolas integran el componente ambiental?

Sí, pero de forma parcial, muy limitado a lo que, en cada momento, impone la normativa. Nosotros proponemos la sostenibilidad de productos y procesos de forma integral. Aunque se está mejorando, queda camino por recorrer. El IPS apuesta por el consumo y la producción sostenible a partir del equilibrio entre desarrollo y recursos renovables. Solo desde la coincidencia de intereses entre productores, distribuidores y consumidores se puede avanzar.

¿Qué ventajas logra una compañía con prácticas sostenibles? Algunos dicen que con la crisis el componente ambiental se debe relegar por ser un lujo caro.

“La economía española y la europea pueden generar millones de puestos de trabajo gracias al medio ambiente”
Esa creencia es errónea, porque no es un lujo, es una necesidad. Una empresa tiene mucho que ganar si adopta prácticas ambientales sostenibles. La Comisión Europea no se cansa de repetir las oportunidades de crecimiento de la “economía verde“. Las compañías de la UE no pueden competir con las de países emergentes en costes laborales, pero sí pueden tener una ventaja si invierten en innovación para crear productos y procesos más respetuosos con el entorno, que tienen una creciente demanda. La economía española y la europea pueden crecer y generar millones de puestos de trabajo si aprovechan esta oportunidad.

¿Podría poner algún ejemplo?

El cartón, que se recicla, demuestra de manera clara que lo más sostenible es también lo más rentable. Emplear embalajes de este material, que se adaptan perfectamente a su contenido, evita desaprovechar espacio y “transportar aire”. Al optimizar el espacio se consiguen menos camiones para la misma cantidad de mercancías, menos costes y menos emisiones.

¿Cómo se pueden crear productos sostenibles?

Con una acción coordinada que garantice el uso racional de los recursos naturales, el consumo responsable y una producción competitiva y respetuosa con el medio ambiente. Para lograrlo es necesario el apoyo de los poderes públicos y la sensibilización de las empresas y los consumidores. El IPS trabaja para definir estándares fiables.

¿A qué desafíos se enfrenta la incorporación de los hábitos sostenibles en la empresa y en general en la sociedad?

“Por cada árbol talado para fabricar papel certificado se plantan tres nuevos árboles”
El principal desafío es concienciarnos todos de su claro beneficio económico, ambiental y social. Hasta hace muy poco, la fabricación y comercialización de productos se ha guiado solo por criterios económicos, de optimizar resultados. El impacto social y ambiental de estos procesos tenía una importancia marginal. La creciente concienciación política, social y empresarial sobre los peligros del cambio climático y la destrucción del entorno ayudan a cambiar las cosas, a prestar más atención a la sostenibilidad. Sin embargo, hacen falta acciones contundentes en varios frentes para que las prácticas respetuosas con el medio ambiente sean la regla en las compañías, y no la excepción. Debemos trasladar a los clientes y consumidores europeos y americanos la idea de que nuestros productos tienen calidad y están fabricados con criterios sostenibles.

¿De qué manera se podrían lograr?

Sería útil introducir medidas voluntarias u obligatorias, como ventajas fiscales para el consumidor y ayudas estatales al productor, prohibir las sustancias tóxicas, estimular la demanda de productos ecológicos a través del etiquetado ecológico y la contratación pública, y mejorar las directrices de diseño de producto. El IPS propone que este desafío se logre con un proceso de auditoría que culmina con una certificación. En breve podremos ofrecer una solución a esta necesidad.

¿Tienen los ciudadanos a su disposición productos sostenibles suficientes?

En el mercado hay cada vez más artículos sostenibles, creados en respuesta a los cambios legislativos, pero también para satisfacer las exigencias de unos consumidores cada vez más concienciados. La clave está en disponer de la certeza de sostenibilidad integral.

¿Cómo pueden los consumidores saber si un producto es sostenible o no?

El consumidor no siempre reconoce estos productos, es un gran problema. Es muy importante crear un sistema de etiquetado internacional claro para una identificación fácil. Además del producto en sí, es muy importante su envase. Hay que explicar a la ciudadanía qué envoltorios son más sostenibles, como los fabricados con materias primas renovables, reciclables y biodegradables (envases de papel, cartón, textiles de fibras naturales, madera, etc.) e impulsar su utilización en la industria. También es importante informar para desterrar ideas extendidas incorrectas.

¿Por ejemplo?

“Sería conveniente hacer obligatorio el certificado ecológico europeo”
Es cierto que la deforestación es un problema. El error está en pensar que la tala de árboles para fabricar papel provoca la desaparición de los bosques. Por cada árbol talado para fabricar papel (o sus derivados) o productos de madera certificada se plantan tres nuevos árboles. El uso del papel en nuestras rutinas favorece el aumento de la superficie forestal, y las explotaciones forestales son los principales sumideros de CO2 que, junto con los océanos, ayudan a evitar el cambio climático. Consumir de forma sostenible está al alcance de todos, solo debemos adquirir productos derivados de materias primas renovables, como las de explotaciones forestales que además son reciclables y biodegradables.

¿Cuál es su opinión acerca del sello ecológico europeo?

El “Ecolabel” identifica los productos y servicios con un impacto ambiental reducido en todo su ciclo de vida. Es un sistema voluntario, las empresas deciden someterse o no al examen que decidirá si merecen el distintivo. Sería conveniente hacerlo obligatorio. Además, la Comisión Europea ha iniciado la revisión de los Objetivos de las Directiva sobre residuos, vertederos, envases y residuos de envases. En este proceso, el IPS realizará propuestas y aportaciones que refuercen la jerarquía de prioridades alineada con el concepto de Ciclo de Vida de las materias.

¿Qué pueden hacer los consumidores para que se generalice la producción sostenible? ¿Tienen influencia suficiente para lograrlo?

Por supuesto, pueden tener una poderosa influencia demandando y comprando productos respetuosos con el entorno. Las empresas quieren ganar dinero. Si los consumidores escogen estos artículos y dejan de lado los menos sostenibles, la oferta se adaptará a sus necesidades y exigencias.

El 5 de junio se celebraba el Día Mundial del Medio Ambiente, cuyo lema central denunciaba el derroche y desperdicio de alimentos. ¿Cómo se podría evitar este problema?

Prácticas tan sencillas como mirar la fecha de caducidad y adaptar la compra a las necesidades reales evitarían que mucha comida acabe en la basura. Es muy útil elaborar una lista de la compra antes de ir a la tienda para hacerlo de forma racional, no impulsiva. También es importante adquirir alimentos con un envase sostenible, que ayude a preservar sus propiedades y evite roturas y desperdicios. El IPS sigue muy de cerca el Proyecto de Ley de Medidas para mejorar el funcionamiento de la Cadena Alimentaria, aprobada ya en el Congreso y en la actualidad en trámite en el Senado. El IPS ha participado y realizado aportaciones en reuniones consultivas y tenemos motivos para pensar que serán tenidas en cuenta e incorporadas a la nueva Ley.

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