La chatarra que resulte de destruir las monedas de peseta servirá para fabricar utensilios metálicos

Moneda y Timbre ya ha comenzado a eliminar las piezas retiradas en las entidades financieras
Por EROSKI Consumer 25 de febrero de 2002

La chatarra obtenida de la destrucción de las monedas de peseta será utilizada en el ámbito industrial, de forma que, según la aleación obtenida, se aprovecharán en la fabricación, por ejemplo, de barriles de cerveza, tuberías de refrigeración y hélices de barco.

La Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre (FNMT) ya ha iniciado, según ha confirmado fuentes de este organismo, la destrucción de las pesetas retiradas en las entidades financieras, proceso conocido como desmonetización.

Las mismas fuentes precisaron que el material que se obtenga ya ha sido comprado, en subasta pública, por las empresas Daewoo Internacional y Botrade S.L. Gracias al precio que pagarán estas compañías, el Tesoro -propietario de las monedas de pesetas- podrá compensar todos los gastos que le supondrá la destrucción de las calderilla, con lo que esta operación no tendrá coste alguno para este departamento e, incluso, podría aportarle algún beneficio.

Según estimaciones del Banco de España, la FNMT recuperará 33.000 toneladas de monedas en pesetas, cuya destrucción total se llevará a cabo en unos dos años, mientras que los billetes serán triturados por el propio Banco de España, para convertirlos en «briquetas». Hasta el momento, la planta de destrucción de monedas, que tiene capacidad para trocear diariamente en torno a 100 toneladas, ha almacenado ya suficientes monedas para hacer chatarra hasta octubre, lo que supone algo más de 20.000 toneladas.

La Casa de la Moneda explica que el material del que están compuestas las monedas de una peseta podrá ser utilizado para la fabricación de barriles de cerveza, en tanto que las de 10, 50 y 200 pesetas podrán convertirse en tuberías de refrigeración. Las de 5, 25, 100 y 500 pesetas se transformarán en hélices de barco. Este material puede tener otros usos industriales, aunque no se sirven para acuñar euros.

Máxima seguridad

Puesto que la peseta se puede canjear indefinidamente en el Banco de España y sus sucursales, el proceso de reciclaje está rodeado de fuertes medidas de seguridad, hasta el punto de que si al trocear las monedas algún fragmento resulta de mayor tamaño al previsto, vuelve a entrar a la máquina destructora.

Como medida de extraordinaria, la Administración se ha decidido a mantener en secreto la ubicación de la planta donde se están machacando las monedas recogidas, que no pertenece a la Real Casa de la Moneda.

La Dirección General del Tesoro optó por el troceado de las pesetas en lugar de su fundición porque permite más libertad a la hora de mover el material obtenido para entregárselo a las compañías adjudicatarias de la chatarra.

Aunque Daewoo Internacional y Botrade S.L. han aceptado la compra de todas las monedas que se ha calculado que se recogerán en todo el país, el Tesoro no descarta que se haga una segunda subasta para hacer un ajuste final, en el caso de que el volumen sea mayor del previsto.

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