Los bosques naturales de teca disminuyen en todo el mundo, con una reducción de 385.000 hectáreas entre 1992 y 2010. También se registra una peor calidad de la madera natural de teca. Son dos de las principales conclusiones de un estudio realizado por la FAO en 60 países tropicales. Como aspecto positivo, este trabajo destaca que la superficie de los bosques plantados de teca aumenta que y cuando se aplican buenas prácticas de gestión, producen madera de gran calidad.
Solo en cuatro países del mundo hay bosques naturales de teca: India, Laos, Myanmar y Tailandia. En 2010, su superficie conjunta de bosques naturales de teca se estimó en cerca de 29 millones de hectáreas, casi la mitad de ella en Myanmar. Este último país es además el único que produce en la actualidad teca de buena calidad en sus bosques naturales. En la India, la República Democrática Popular Lao y Tailandia está prohibido explotar los bosques naturales y exportar madera.
Los estudios indican que la superficie de los bosques naturales de teca se redujo en 385.000 hectáreas en el mundo, o un 1,3%, entre 1992 y 2010. Se registran disminuciones sustanciales particularmente en Laos (de 68 500 ha), India (hasta 2,1 millones de hectáreas) y Myanmar (hasta 1,1 millones de hectáreas). En Tailandia, la prohibición total de explotación de los bosques naturales introducida en 1989 puede haber contribuido a la recuperación de los bosques naturales de teca que, según los datos, se han incrementado en 2,9 millones de hectáreas, de acuerdo con el informe de la FAO.
«Aunque no hay mejor información actualizada sobre los recursos de teca disponibles por el momento, los datos proporcionados por este estudio se deberán tratar con cuidado», precisó Walter Kollert, Oficial forestal de la FAO. «Es difícil obtener cifras exactas de la pérdida de bosques de teca, ya que estos árboles no crecen en masas homogéneas en la naturaleza. Los bosques naturales de teca son caducifolios mixtos o bosques tropicales perennes que tienen una parte de teca de entre el 4 y el 35%», explicó.
Kollert señaló que es previsible que en el futuro esté todavía más limitada la producción sostenida de teca en los bosques naturales debido a la deforestación continua y a la competencia por los servicios ambientales. «La tendencia de la oferta apunta hacia una continua disminución del volumen y la calidad de la teca natural, lo que resulta en la pérdida gradual de recursos genéticos. Por eso, «es indispensable en el futuro próximo planificar, organizar y llevar a cabo un programa de conservación genética de los recursos autóctonos de teca en los cuatro países que tienen bosques naturales de esta especie», subrayó.