La Junta de Andalucía repuebla el Parque Nacional de Doñana con pollos de águila imperial ibérica

Esta iniciativa pionera forma parte del programa de salvación de esta rapaz, la cuarta en mayor peligro de extinción del planeta
Por EROSKI Consumer 16 de junio de 2005

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, en colaboración con el Gobierno central y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha comenzado a repoblar el Parque Nacional de Doñana con pollos de águila imperial ibérica, trasladados desde otras zonas, para preservar esta rapaz. Hasta el momento se han trasladado tres polluelos desde nidos de las sierras de Jaén hasta otro artificial ubicado en una finca privada de Doñana, para que se fijen en este territorio.

El proyecto forma parte del programa de salvación del águila imperial ibérica iniciado hace cuatro años para conservar esta rapaz, considerada la cuarta ave de presa en mayor peligro de extinción del planeta, junto al pigargo de Steller de Asia, el cernícalo de Isla Mauricio y el águila monera de Filipinas.

Dicho programa ha logrado que de la veintena de parejas reproductoras censadas en 2001 en Andalucía se haya pasado este año a 52. Esta recuperación ha permitido expandir la población de águila imperial en Sierra Morena y Sevilla, así como reintroducirla en la comarca de La Janda, en Cádiz, donde había desaparecido.

Los esfuerzos se centran ahora en Doñana, paraje en el que se han censado sólo ocho parejas reproductoras, con problemas de aislamiento que comprometen la ya de por sí difícil supervivencia de esta especie, cuya mortalidad es del 60% para ejemplares de menos de 6 meses y de hasta el 87%, antes de los tres años.

La reducida población de Doñana, diezmada por la escasez de conejos -principal alimento de la rapaz- y por los cebos envenenados, se agrava por la escasez de hembras, que requieren un mayor esfuerzo biológico de las parejas nidificantes para que sobrevivan, lo que aumenta el número de machos divagantes, es decir, incapaces de reproducirse.

Por ello se ha activado este proyecto, pionero en España, que en el próximo quinquenio trasladará anualmente a Doñana tres pollos hembras, sobrantes de zonas de mayor nidificación de la especie.

Los tres primeros pollos, de 55 días, ocupan ya un nido artificial construido en el entorno de Doñana, donde se pretende fijarlos mediante el método «Hacking», técnica a través de la cual se hace creer a las aves que han nacido en este lugar.

En este nido, las aves, que llevan un radiotransmisor para estudiar su comportamiento, crecerán sin contacto con personas, pues la alimentación se hará sin que vean a sus cuidadores. Posteriormente, comenzarán a salir del nido, a posarse en los árboles y a volar por los alrededores, volviendo al nido artificial para alimentarse, lo que creará una dependencia con este lugar.

Semanas más tarde empezará la dispersión de los ejemplares, que pasarán más del 90% de su tiempo en zonas de asentamiento temporal de dimensiones medias menores de 500 hectáreas.

Cuando lleguen a la madurez (entre 5 y 6 años), intentarán establecerse en el lugar de nacimiento, que para ellos será el nido artificial al que han sido trasladados.

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