La Junta de Andalucía ultima un atlas de mamíferos carnívoros de la provincia de Granada

Las poblaciones de ocho de las nueve especies de la zona corren peligro de desaparecer
Por EROSKI Consumer 13 de marzo de 2003

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía está a punto de terminar un trabajo singular: el Atlas de los Mamíferos Carnívoros de la provincia de Granada, el primero de sus características en esta comunidad. A falta de sistematizar todos los datos, su responsable, Manuel Chirosa, ha adelantado algunos resultados sorprendentes, por ejemplo, que la zona donde estos depredadores son más abundantes es en la comarca de los Montes, que no disfruta de ninguna protección medioambiental.

Chirosa destaca que en la zona de Iznalloz, al norte de Sierra Arana, se ha detectado la presencia de las nueve especies de mamíferos carnívoros existentes en la provincia: zorro, gato montés, turón, tejón, comadreja, nutria, meloncillo, jineta y garduña.

La explicación, a su juicio, es que esa zona es un auténtico mosaico, donde confluyen paisajes muy diversos: monte, cultivos, zonas semiurbanas, ribera de río… Las especies generalistas, capaces de adaptarse a las circunstancias cambiantes que impone el desarrollo humano, tienen más posibilidades de sobrevivir aquí.

A veces, explica el biólogo, los parques naturales están aislados, son demasiado pequeños o sufren una excesiva presión de visitantes que no favorece a la fauna: «Los animales necesitan soledad y tranquilidad». En este sentido, Chirosa no descarta proponer la creación de un espacio protegido en los Montes.

Trabajo exhaustivo

Durante tres años, tres jóvenes biólogos -José Miguel Barea, Elena Ballesteros y Marcos Moleón- han realizado un exhaustivo rastreo, en cuadrículas de 10 por 10 kilómetros cuadrados, de las poblaciones de depredadores terrestres de la provincia granadina, analizando sus costumbres, su alimentación y sus problemas. Para ello, los cazaron en jaulas-trampa o siguieron sus huellas.

En el caso de los gatos monteses, el chequeo completo, una vez anestesiados, incluyó el estudio genético de un minúsculo trozo de oreja, que se envió a un laboratorio estadounidense; análisis de sangre, de pelo, de orina y de heces fecales.

A todos los animales cazados se les implantó un chip bajo la piel para identificarlos. A diez de los gatos monteses, además, se les colocó un collar que permitirá tenerlos localizados en todo momento, seguir sus movimientos y conocer los límites de su territorio.

Evolución

Por otra parte, Chirosa indica que, en la carrera de la vida, las especies generalistas están ganando a las especialistas. Un ejemplo: el lince, especializado en cazar conejos, no ha podido superar las plagas que han diezmado a sus presas. En cambio, el zorro, que lo mismo come animales silvestres que ataca las granjas o rebusca en los vertederos, ha salido airoso de los cambios impuestos por el desarrollo humano. De hecho, es la única de las nueve especies detectadas en Granada que no corre el riesgo de desaparecer.

Un caso sorprendente es el de la nutria. Hasta ahora, apunta el experto, se pensaba que su presencia en un río era indicador de la limpieza de sus aguas. Sin embargo, en Granada se las ha encontrado en los tramos medios y bajos del río Genil y del Cubillas, focos de contaminación orgánica procedente de los núcleos urbanos. «La nutria quiere ríos con comida. Las hay en sitios donde uno dudaría en meter un pie», afirma Chirosa.

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