Entrevista

Laura Moreno, experta en animales exóticos de WWF

Cada vez más gente cría y vende por Internet animales exóticos de manera ilegal
Por Alex Fernández Muerza 9 de diciembre de 2016
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Imagen: WWF

Junto al tráfico de armas y drogas, el de animales es el mercado ilegal más lucrativo, recuerda Laura Moreno, experta en animales exóticos de la organización conservacionista WWF. Nombres como cerdo vietnamita, petauro de azúcar o dragón de agua china son cada vez más frecuentes en numerosas páginas de Internet que los ofrecen como un regalo original, sobre todo en fechas como las Navidades. Según Moreno, muchas veces las personas que adquieren u obsequian estos animales no son conscientes del sufrimiento al que los someten, ni las graves consecuencias ambientales y económicas que provocan. Antes de comprar uno, incluso de forma legal y sea o no exótico, esta especialista recomienda informarse para evitar que sea uno más de los 200.000 animales que se abandonan en España cada año.

¿Hasta qué punto se ha puesto de moda regalar especies exóticas?

Parece una moda frecuente, sobre todo recientemente y en entornos urbanos aunque también rurales. Se debe a la globalización, pues cada vez hay más información, programas sobre mascotas, documentales, etc. Pero tiene mucho que ver con tendencias que crean los famosos. Por ejemplo, hace unos años George Clooney o los Beckham tenían un cerdo vietnamita y lo pusieron de moda.

¿Qué cifras se barajan?

“En Navidades aumenta la venta ilegal de animales exóticos”
Las cifras de la parte legal debería tenerlas el sector, y sobre la parte ilegal, hay un total descontrol de datos, pero es enorme y cada vez más. Cualquiera puede criar animales en su casa, y hay mucha gente que lo hace sin estar dado de alta como núcleo zoológico. Cada vez es más fácil criarlos, sobre todo los de tamaño pequeño, y venderlos por Internet.

¿Se espera que en Navidades aumente este tipo de ventas?

Sí, ocurre todo el año, pero más en Navidades. A veces, sin tener mala intención se quiere hacer un regalo original, y nos olvidamos de que no es un bien de consumo más, sino una enorme responsabilidad para quien lo adquiere.

¿Cuáles son las especies más demandadas?

Las modas van cambiando. En España en los últimos años se han vendido mapaches, tortugas de Florida, cotorras argentinas, etc. Ahora están prohibidas, pero se siguen vendiendo ilegalmente por Internet. Vimos la moda de los cerdos vietnamitas y otros como el petauro de azúcar, que es un marsupial de Australia. Ahora se está viendo mucho en la Red el dragón barbudo o el dragón de agua chino, que son pequeños reptiles. Pero hay de todo tipo. Uno de los problemas es que, en principio, está permitido todo y, luego, se sacan listas de lo que no se puede comercializar, de manera que, cuando se prohíbe, buscan un sustituto lo más parecido posible.

¿Cómo convencería a alguien que quiera obsequiar o adquirir este tipo de especies de que no lo haga?

“En España se abandonan 200.000 animales cada año”
Hace unos años lanzamos la campaña “No son juguetes“, no solo para los animales exóticos, sino para cualquier animal, porque cada año se abandonan 200.000 animales en España. Cualquier animal conlleva una enorme responsabilidad, es un ser vivo, no un artículo de usar y tirar. Los exóticos además muchas veces requieren cuidados especiales. Y algunos son portadores de enfermedades, como el galápago de Florida con la salmonelosis, que no se decía cuando era legal venderlo. Pueden provocar graves problemas si se escapan en el medio natural, porque pueden tener un comportamiento invasor, como ya ha pasado. En el comercio ilegal mueren muchos ejemplares durante el transporte.

¿Qué regalo alternativo recomendaría para estas Navidades?

Si realmente se quiere hacer un regalo responsable estas Navidades, desde WWF recordamos que con el programa “Adopta” es posible adquirir un peluche de panda, lince, elefante o tigre y contribuir a la conservación de algunas de las especies más amenazadas del planeta.

Diversos expertos señalan al tráfico ilegal de especies como uno de los problemas ambientales más graves. ¿Cuáles son los datos más destacados?

Así es. Junto al de las armas y drogas, es el mercado ilegal más lucrativo. En WWF trabajamos en este tema para frenar el tráfico ilegal con algunas especies emblemáticas, como el elefante, el rinoceronte o el tigre, por su demanda de piel, marfil, etc. Hay redes criminales organizadas para ello muy peligrosas, incluso con amenazas a las poblaciones locales. El consumidor final no lo conoce, y todos los años mueren cientos de estas especies en su lugar de origen. Dentro del tráfico ilegal también hay muchas especies para mascotas, circos, etc. Es un negocio muy lucrativo y muchos países no tienen los medios o la regulación para frenarlo.

¿Se está haciendo lo suficiente por evitar este tráfico ilegal de animales?

No. Se intenta frenar, como hacemos nosotros, pero tiene que haber mucha más voluntad política. Hay algunos avances, pero afecta a muchos países de África y Asia.

¿Qué características peculiares tiene España?

“Junto al de armas y drogas, el mercado ilegal de animales es el más lucrativo”
España es una ruta mundial por la que pasan muchos animales desde África a Europa. No tiene tantos problemas de que se extraigan animales, aunque conocemos algún caso, como la salamandra española que se vende en Latinoamérica, pero es más anecdótico. Se están haciendo esfuerzos en fronteras, sobre todo en aeropuertos, pero los animales vienen de otras maneras, como en furgoneta, barco, etc., y no siempre es fácil, sobre todo cuando son pequeños. Incluso los propios turistas llevan animales de otros países y es muy complicado detectar.

¿Qué ocurre si se detecta en los puestos de control?

Las sanciones son elevadas, y muchas veces no se conoce. A veces hay un decomiso sin más, pero se suelen aplicar. Hay que convencerse de que los animales salvajes viven en su hábitat natural y es mejor dejarlos allí.

¿Cómo pueden ayudar los ciudadanos?

Le pediría más a los responsables de las tiendas de mascotas que ofrezcan toda la información, para que la gente sepa si está preparada para tener un animal de este tipo, porque en muchos casos hay desconocimiento. Y, en general, que los ciudadanos estén más sensibilizados sobre este problema.

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