Un estudio desarrollado por científicos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf), adscrito a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), señala que los mamíferos que tienen un cerebro más grande en relación con la medida del cuerpo viven en general más años.
Los autores, que han usado un método estadístico, han analizado los datos de 493 especies de mamíferos, desde roedores y murciélagos, hasta cetáceos, felinos y marsupiales. Han constatado así que tener un cerebro más grande se asocia a menudo a una vida más larga y, en consecuencia, a una mayor reproducción.
Publicado en el «Journal of Evolutionary Biology», el trabajo también ha permitido afirmar que las especies con cerebros más grandes tardan más en alcanzar la madurez sexual, lo que se compensaría en parte con el hecho de tener una vida reproductiva más larga. Los investigadores han comprobado que la medida del cerebro en el caso de los chimpancés, los gorilas, las ballenas, los delfines y los elefantes es más grande de lo que se esperaría en relación a la medida corporal.
La comunidad científica lleva mucho tiempo tras la respuesta de por qué la naturaleza favorece, a veces, el desarrollo de cerebros grandes si estos requieren más tiempo para alcanzar la madurez funcional y consumen más energía. Una de las explicaciones clásicas es la hipótesis del cerebro protector, según la cual un órgano más grande otorga más flexibilidad de comportamiento ante cambios en el entorno y favorece el aprendizaje, aspectos que permiten hacer frente con éxito a desafíos ecológicos.