Namibia y Sudáfrica podrán exportar rinocerontes negros y leopardos

Varias agrupaciones ecologistas se han mostrado disconformes con esta decisión
Por EROSKI Consumer 5 de octubre de 2004

La BBC ha informado de que la conferencia sobre la Convención Internacional sobre Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Amenazadas de Extinción (CITES) ha aprobado que Namibia y Sudáfrica exporten rinocerontes negros y leopardos.

La convención, que se celebra en Bangkok (Tailandia), reúne a representantes de más de 150 Estados miembros de la CITES que estudian y revisan las normas de comercio aplicables a algunas de las especies más emblemáticas y amenazadas del planeta y a otras menos conocidas, pero de igual valor comercial.

A pesar de las críticas de las organizaciones ecologistas, que aseguran que numerosas especies se encuentran en peligro de extinción debido al comercio internacional, la CITES ha autorizado la exportación de cinco rinocerontes por año y de un número que podría ser mayor de leopardos.

El rinoceronte negro

Actualmente este animal ha sufrido una drástica reducción de sus ejemplares desde los años setenta, pasando de 65.000 a 2.400 en los noventa, básicamente por a la caza incontrolada, la guerra y reducción de su hábitat. Por ello, tanto Namibia como Sudáfrica han declarado que hay que introducir limitaciones internacionales que protejan y garanticen la continuidad y conservación, pero no la suspensión completa del comercio.

Por ello la CITES ha autorizado finalmente la exportación de estos productos que había sido rechazada con anterioridad por el Parlamento Europeo, entre otros.

Además, desde la CITES han defendido que el dinero obtenido ayudará a conservar la especie. El portavoz del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Michael Williams, ha declarado que los miles de los dólares que los cazadores de trofeos tendrán que pagar por cazar un rinoceronte negro «también serán empleados en programas de conservación».

Fuentes de la agrupación WWF concretamente han declarado que se sienten «decepcionados» con esta actuación y que dudan de las garantías de los procedimientos relacionados con la obligatoriedad de asegurar que sólo son cazados los machos de mayor edad, tal y como se establece en la aprobación. Además creen que Sudáfrica «no está siguiendo la dirección adecuada a la hora de controlar los mecanismos para detener la caza de esta especie como trofeo».

Además la agrupación ecologista desconfía de que «el dinero generado por los ingresos de su exportación realmente revertirá y beneficiará a las comunidades locales».

Por su parte Namibia y Sudáfrica defienden que el dinero obtenido con esas exportaciones ayudará a financiar y mejorar los esfuerzos de conservación de estas especies.

Convención

Por otro lado, los asistentes a la convención han concluido diciendo que miles de especies en todo el mundo «están en peligro como resultado de actividades humanas como la destrucción de hábitats, la sobreexplotación o la contaminación» y que el comercio internacional de fauna y flora «es todo un negocio», con miles de millones de dólares anuales en transacciones y más de 350 millones de especímenes animales y vegetales que son comprados y vendidos como mercancía.

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