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La naturaleza como aliada para la recuperación
La Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete —dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM)— ha puesto en marcha ‘Reverdecer la UTCA’, un innovador programa terapéutico basado en un huerto urbano. Dirigido a pacientes ingresadas y del Hospital de Día, en su mayoría jóvenes de entre 12 y 20 años, este proyecto apuesta por la conexión con la naturaleza como herramienta complementaria en el tratamiento de los TCA.
Este huerto terapéutico forma parte de la estrategia de humanización de la unidad, orientada a enriquecer el proceso de recuperación a través de actividades que refuercen el bienestar. Se suma a iniciativas como talleres de tejido de lana, programas deportivos en el Centro de Juventud, visitas a la biblioteca municipal y rutas de senderismo por la sierra de Albacete, en las que toman parte pacientes y familiares.
Beneficios del huerto terapéutico para tratar los TCA
En los meses transcurridos desde su inicio, el proyecto ha demostrado su impacto positivo en la recuperación de los pacientes. “El entorno del huerto terapéutico genera un ambiente agradable que influye positivamente en la calidad de vida, reconecta con la naturaleza, fomenta la concienciación medioambiental y promueve la estimulación cognitiva como es la memoria, la concentración, el control del cuerpo y la estimulación del lenguaje”, señala María Dolores Gómez Castillo, coordinadora de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria.

Entre sus principales beneficios destacan los siguientes:
🌱 Nueva relación con los alimentos
Cultivar frutas y verduras, observar su crecimiento pausado y cuidar cada planta con paciencia transforma la forma de relacionarse con la comida. Conocer su origen y variedades fomenta un vínculo más consciente y saludable. Además, compartir la merienda en el huerto aporta una dimensión social y afectiva al acto de alimentarse.
🌱 Mayor tolerancia a la frustración
Cuidar una planta requiere paciencia y responsabilidad. Aprender sus necesidades y ver los frutos del esfuerzo genera motivación y refuerza el compromiso.
🌱 Disminución de la ansiedad y el estrés en pacientes y personal sanitario
Estar al aire libre, rodeado de paisajes naturales y actividades agrícolas, genera un espacio de calma que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, favoreciendo el bienestar emocional.
“Al salir nos sentimos liberadas y con paz mental; el entorno natural nos aporta tranquilidad y bienestar, es un lugar en el que podemos disfrutar tanto de la compañía del resto de pacientes, como de los profesionales, como de una misma”, comentan las pacientes.
🌱 Estimulación cognitiva y neuronal
El cuidado del huerto mejora la memoria, la concentración y la psicomotricidad, ayudando a mantener la atención en el presente y reforzando habilidades sensoriales como la vista, el olfato y el tacto. También estimula el lenguaje.
🌱 Fomento del trabajo en equipo y de los vínculos afectivos
La actividad, al desarrollarse en comunidad con otros pacientes, el personal sanitario y las personas encargadas del cuidado del huerto, se convierte en un espacio de interacción que rompe el aislamiento, fomenta la colaboración y fortalece las relaciones interpersonales.
🌱 Refuerzo de la concienciación ambiental
Participar en el huerto terapéutico no solo tiene beneficios emocionales y sociales, sino que también refuerza la conciencia ecológica. El contacto directo con la naturaleza promueve el respeto por el medio ambiente y los seres vivos, lo que ayuda a desarrollar una sensibilidad más profunda ante los desafíos que lo amenazan, como la contaminación y el deterioro ambiental.
¿Qué es el ‘greencare’?
El greencare es un enfoque terapéutico que utiliza la conexión con la naturaleza como herramienta para mejorar la salud física, mental y emocional. La interacción con entornos verdes y animales ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de diversos trastornos psicológicos, como la ansiedad y la depresión, así como en la rehabilitación y el fortalecimiento del bienestar emocional de las personas.

Bajo el paraguas del greencare, se integran diversas intervenciones. Estos son algunos ejemplos:
- Terapia asistida con animales, que mejora la autoestima y reduce la ansiedad a través de la interacción con caballos, perros u otros animales.
- Terapia hortícola, que fomenta el bienestar emocional y la paciencia, ayudando a reducir el estrés.
- Agricultura social, que combina el trabajo en el campo con la inclusión social y la rehabilitación.
- Ejercicio en la naturaleza, una práctica que potencia el estado de ánimo y la salud cardiovascular mediante actividades al aire libre.
En esta misma línea, el Proyecto GreenME, liderado por el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), busca ampliar y consolidar el uso terapéutico de la naturaleza como herramienta para mejorar la salud mental en adultos y reducir desigualdades en el acceso a tratamientos.
Durante los próximos cuatro años, GreenME estudiará cómo integrar estos enfoques en los sistemas de salud pública, con el objetivo de maximizar su impacto y hacerlos accesibles a más personas, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad. El proyecto tiene alcance internacional y cuenta con la participación de 19 socios de países como España, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Polonia, Suecia, Alemania y Bélgica.