Oceana descubre un gran arrecife de coral blanco en el mar de Alborán

En este hábitat se han encontrado especies raras o poco conocidas, como los corales bola, las esponjas carnívoras, los pulpos batiales o la raya falsa-vela
Por EROSKI Consumer 16 de julio de 2011

Oceana ha descubierto un arrecife de corales blancos de profundidad en el mar de Alborán (Mediterráneo) durante la expedición 2011 del Oceana Ranger. La extensión del arrecife puede superar las 10 hectáreas y cubrir gran parte de la superficie de una montaña submarina, cuya cima se sitúa entre los 320 y los 400 metros de profundidad, según ha informado la organización internacional de conservación marina, que asegura que este hallazgo «demuestra que aún existen zonas inexploradas en esta región que pueden deparar sorpresas».

El descubrimiento se ha producido al sureste del mar de Alborán, en aguas internacionales. La montaña submarina, inspeccionada con un robot que alcanza los 600 metros de profundidad, también ha proporcionado imágenes espectaculares sobre otros hábitats de gran valor, destaca Oceana.

«No sólo hablamos de un gran arrecife de coral, sino de extensos jardines de gorgonias, bosques de corales negros o de campos de esponjas cristal, todos ellos de gran importancia para la salud del Mediterráneo», señaló el director de Investigación de Oceana Europa, Ricardo Aguilar. Además, destaca la presencia de algunas especies «raras o poco conocidas», como los corales bola, las esponjas carnívoras, los pulpos batiales o la raya falsa-vela.

Los corales de profundidad se encuentran entre los ecosistemas vulnerables que las Naciones Unidas han pedido que sean protegidos. Gran parte de estas comunidades han desaparecido de grandes extensiones de aguas europeas y del Mediterráneo a causa de la pesca de arrastre, cambios en la temperatura del agua o episodios naturales catastróficos, explica Oceana. Los datos sobre la existencia de estos corales en el Mediterráneo aún son muy parciales y, la mayoría de las veces, se trata de colonias de escaso tamaño o de arrecifes muertos. En este caso, «el arrecife aún mantiene importantes colonias vivas que crecen sobre estructuras más antiguas de corales muertos y alcanzan alturas de más de metro y medio», añade.

La organización de conservación marina presentará estos datos a la Convención de Barcelona para que actúe rápidamente y declare nuevas áreas marinas protegidas en el Mediterráneo, con el fin de preservar los últimos arrecifes de coral y ecosistemas de alto valor que aún existen en este mar.

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