Un estudio alerta sobre el excesivo contagio parasitario del salmón salvaje mediante el salmón de piscifactoría

La infección de las crías de salmón salvaje fue 73 veces superior que en los niveles ambientales naturales cerca de la piscifactoría estudiada
Por EROSKI Consumer 30 de marzo de 2005

Un trabajo de las universidades Victoria y de Alberta (Canadá) ha alertado sobre la transferencia de los piojos parasitarios marinos del salmón de piscifactoría a las poblaciones de salmón salvaje, ya que según sus investigaciones, el contagio es mucho mayor y está más extendido de lo que se pensaba hasta el momento.

El trabajo, que ha publicado la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Reino Unido «Proceedings of the Royal Society B», advierte del peligro para las crías de salmón que aún no han desarrollado las defensas naturales suficientes para afrontar el contagio que se produce en las aguas que rodean las piscifactorías.

A pesar de que el impacto de una única piscifactoría es difícil de determinar, la producción del piojo de mar procedente de la piscifactoría estudiada era 30.000 veces superior a la natural, una producción que se extiende alrededor, según ha declarado el principal investigador del estudio, Marty Krkosek.

El experto ha explicado que el trabajo ha mostrado que la infección de la cría del salmón salvaje fue 73 veces superior que en los niveles ambientales cerca de la piscifactoría y excedieron los niveles ambientales a lo largo de 30 kilómetros de la ruta de migración de los salmones salvajes. En este sentido, el análisis cuantitativo sobre la transferencia de parásitos es el primero en aislar y medir el impacto de una piscifactoría sobre las epidemias parasitarias en el salmón salvaje.

Para realizar el estudio, los científicos combinaron nuevas técnicas de análisis que permitieron realizar observaciones integrales individuales de unos 5.500 salmones en una ruta de migración del salmón de unos 60 kilómetros durante meses.

Lesiones

El contagio del piojo marino puede suponer para un salmón la disminución de su estado físico e incluso puede ser letal en algunos casos porque crea lesiones abiertas en la superficie del pescado que ponen en peligro la capacidad del pez para mantener su equilibrio entre la sal y el agua.

Según ha explicado Krkosek, en los casos en que las tasas de infección son muy elevadas los parásitos, que se alimentan del pez a un ritmo superior al que el propio pez puede alimentarse, literalmente se comen al pez vivo. Por ello, los salmones adultos pueden sobrevivir a la infección de piojo marino pero los más jóvenes son más vulnerables. En la misa línea, el investigador ha explicado que los salmones no tienen que luchar en contra del piojo marino bajo condiciones naturales porque el salmón adulto se encuentra lejos en el mar donde se encuentran ampliamente dispersos.

Por otro lado, la investigación ha revelado que existe una nueva causa de alarma y es que cuando el salmón joven pasa la granja y coge el piojo marino, la migración de las crías se convierte en una nube de contagio en movimiento. En concreto el estudio recoge que las larvas del piojo marino maduran y se reproducen en el salmón marino y cada uno puede producir entre 300 y 800 huevos.

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