Con el propósito de prevenir en el Líbano un eventual rebrote de la polio a causa de la interrupción de los tratamientos durante el conflicto del pasado julio con Israel, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha puesto en marcha una campaña de vacunación infantil contra la enfermedad.
Así, y hasta el próximo 4 de noviembre, más de 320.000 menores de cinco años recibirán la primera dosis de inmunización. Ello será posible gracias al trabajo de unos 2.000 voluntarios formados por la agencia especializada de la ONU y el Ministerio libanés de Sanidad, según señaló en conferencia de prensa Michael Bociurkiw, portavoz de UNICEF.
Aunque entre julio y agosto pasados, mientras se producían las hostilidades, UNICEF vacunó en el Líbano a 8.000 niños contra la polio y a otros 21.000 de hasta 15 años contra el sarampión, «la inestabilidad y el peligro de la situación impidió alcanzar a muchos menores en las regiones del sur más afectadas por los bombardeos», indicó Bociurkiw. Además, «el constante desplazamiento de los menores hizo extremadamente difícil su localización», añadió.
Si bien desde 2002 no se ha detectado en el Líbano ningún caso de polio, la interrupción de las vacunaciones y de la rutina de los servicios de salud el pasado julio ha aumentado los riesgos de contraer ese virus, que puede provocar parálisis y atrofia de las extremidades en un lapso de apenas cinco días. «Necesitamos actuar con rapidez y masivamente para eliminar esa posibilidad. Para mantener al país libre de polio y proteger la salud de los niños es imprescindible inmunizar a cada uno de ellos», destacó Bociurkiw.
UNICEF ha proporcionado un millón de dosis orales de vacunas, «una cantidad más que suficiente para la primera y la segunda ronda de inmunización», así como el equipamiento adecuado para conservarlas durante su almacenamiento y transporte por el Líbano. La segunda fase de la campaña tendrá lugar el próximo diciembre para garantizar la protección integral de esos menores e incluirá dosis adicionales de vacunas contra el sarampión en las zonas de mayor riesgo y complementos de vitamina A para aumentar la resistencia general de los niños a las infecciones.