Circular por autovías y autopistas

A pesar de su fama de seguridad, son escenario de frecuentes accidentes. Conviene por tanto extremar la precaución y adoptar una serie de conductas que disminuirán el riesgo
Por EROSKI Consumer 31 de octubre de 2005

Al efectuar la maniobra de entrada a vías rápidas como autopistas y autovías hay que aprovechar el carril de aceleración para igualar nuestra velocidad a la de los vehículos que circulan por ellas. Si no se encuentra un espacio libre hay que evitar frenar bruscamente, ya que los vehículos que nos siguen no pueden preverlo.

La maniobra de salida exige más anticipación. Cuando tengamos intención de salir nos colocaremos en el carril de la derecha, evitando así cruzarnos con otros vehículos que continúen circulando por la autopista. Se ha de señalizar con la suficiente antelación, empleando el carril de deceleración para reducir la velocidad y adaptarla a la de la nueva vía por la que vamos a circular.

Las estadísticas demuestran un incremento de los accidentes en cadena, producidos en la mayoría de los casos por no adecuar la velocidad y la distancia de seguridad a las condiciones de la circulación y al estado de la vía.

Cuando la meteorología es adversa hay que moderar la velocidad y aumentar la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede.

Cambiar de carril en una autovía puede dar lugar a un accidente grave, dada la velocidad a la que se circula. Por eso es importante consultar los retrovisores, girar la cabeza para ver si hay algún vehículo en los ángulos muertos e indicar la maniobra con los intermitentes con la suficiente antelación.

Como norma general, es obligatorio circular por el carril de la derecha, empleando el carril o los carriles de nuestra izquierda para los adelantamientos. La norma también se aplica en las subidas pronunciadas que cuentan con un carril adicional.

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