Diseñan un dispositivo que alerta a los conductores de obstáculos en la vía en condiciones de baja visibilidad

Cada mes se producen una media de 170 siniestros por la combinación de niebla, tráfico denso y vehículos que circulan a distintas velocidades
Por EROSKI Consumer 13 de abril de 2009

Dos investigadores españoles han diseñado un dispositivo que se integra en el navegador del coche y que alerta en tiempo real sobre la dirección y la distancia de una amenaza próxima en condiciones de baja visibilidad. Aunque se trata sólo de un prototipo, ya ha recibido el reconocimiento de la Unión Europea (UE), que le ha dado el premio Galileo Masters.

«Imagínate que conduces a 120 kilómetros por hora y te encuentras un tapón. De forma brusca tienes que reducir la velocidad a 50 en un par de segundos. Después de frenar debes activar las luces de emergencia para avisar a los demás. Pero ¿qué pasa si esto sucede con niebla? El conductor que viene detrás tiene poca visibilidad y se encuentra con toda la aglomeración sin tiempo para reaccionar». Así explica el inventor Pablo de Miguel la utilidad de su dispositivo, desarrollado junto a su compañero Rafael Olmedo. Y es que cada mes se producen una media de 170 siniestros en las carreteras por la combinación de niebla, tráfico denso y vehículos que circulan a distintas velocidades.

Los investigadores, ambos del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), aclaran que su invento busca reducir el número de percances en la carretera, avisando al conductor de que se está aproximando a un punto peligroso. Y así actuar con antelación. «Su primera función es ampliar la capacidad de las luces de emergencia o las balizas luminosas, que ven mermada su eficiencia en condiciones de baja visibilidad».

Posición exacta

Mediante un aviso visual y sonoro el conductor podrá ver en su GPS la posición exacta en la que ha ocurrido un accidente. «Se trata de un ‘hardware’ externo que va integrado en el propio aparato. Así que el dispositivo no supone una distracción más, sino todo lo contrario. Se aprovecha de la información de posicionamiento del GPS».

Además, si el coche se avería, a través de este sistema se alerta a los demás conductores de lo que ha sucedido, así como de la posición exacta en la que se encuentra. «El aviso sería automático, así que no debe ser la persona que ha sufrido el accidente la que debe informar», apuntan los investigadores.

Su función se amplia a más situaciones de riesgo, como la circulación de vehículos lentos, obras o mantenimiento de vías que alteran el trazado. Unos beneficios que permitirían, además de reducir los accidentes por errores humanos, evitar las congestiones de tráfico. Con esta información el conductor puede saber de antemano -«la distancia es configurable, pero podría ser de unos diez kilómetros»- si existe una aglomeración y, en consecuencia, tomar una ruta alternativa.

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