EFCA son las siglas de Esfuerzo Familiar para la Compra Financiada de un Automóvil. Tiene en cuenta tres cifras: los ingresos medios de las familias, el precio de los automóviles y los tipos de interés.
Con estas tres variables se calcula el porcentaje que suponen las letras de un automóvil sobre el total de ingresos de una familia. La cifra ha descendido notablemente desde el 17% de los años 1993, 1994 y 1995 al 11% de 2004 y 2005, según las cifras aportadas en el informe «Situación Consumo» publicado por el servicio de estudios del BBVA. La importancia de este dato se comprende al valorar que el 68% de las adquisiciones de automóviles se realiza a través de un préstamo con una vida media de cinco años.
Las razones para el descenso del EFCA hay que buscarlas en el desarrollo económico de España en la última década, con un promedio del 3,2%, la fuerte creación de empleo que ha elevado la renta disponible de las familias en un 6% anual y la drástica reducción de los tipos de interés tras la entrada del país en la Unión Económica y Monetaria. Si este último parámetro se hubiera mantenido estable, la reducción del EFCA hubiera sido tan sólo de tres puntos.
El BBVA destaca un cuarto factor: la contención de los precios de los automóviles. A excepción de los años 1994 y 1995 han crecido siempre por debajo del IPC, con una media de un 1,1% menos. Si los fabricantes hubieran incrementado el precio igual que el IPC habrían añadido seis puntos porcentuales al EFCA, que se hubiera mantenido, por tanto, en un 17% durante toda la década.
El resultado práctico ha sido un aumento del crédito para el automóvil superior al de matriculaciones y al del IPC. Es decir, se conceden más créditos y, según criterios valorativos del informe, con más plazo y condiciones más blandas. Este mejor acceso a la financiación ha producido el efecto que se refleja en los datos de matriculaciones de la DGT: los españoles compramos vehículos de gamas más altas, con más equipamiento y mayor cilindrada.
Las previsiones para los años 2006 y 2007 estiman cifras muy similares a la actual, lo que permite afirmar a la entidad financiera que las ventas de automóviles nuevos se estabilizarán en cifras aproximadas al millón y medio de vehículos anuales.
Las mejoras observadas en esta década van a ser permanentes. Si bien existe una previsión de aumento limitado de los tipos de interés, su efecto se verá contrarrestado con el crecimiento económico y del empleo. Los factores que han hecho descender el EFCA son estructurales y, aunque puedan producirse futuros deterioros difícilmente cabe pronosticar que vaya a volver a situarse en niveles tan elevados como en el pasado, concluye el estudio del BBVA.
